Bielorrusia y Rusia utilizan los temas migratorios para desestabilizar la situación política en los países de la Unión Europea y reforzar su influencia en la escena internacional. El análisis de esta estrategia permite comprender cómo la migración se convierte en un elemento del juego geopolítico y qué mecanismos se utilizan para instrumentalizarla.

Crisis en la frontera polaco-bielorrusa

La crisis migratoria en la frontera polaco-bielorrusa, que estalló en 2021, es uno de los ejemplos más vívidos del uso de la migración con fines políticos. El régimen de Alyaksandr Lukashenka, con el apoyo de Rusia, atrajo deliberadamente a migrantes de Oriente Medio, África y Asia, ofreciéndoles procedimientos de visado facilitados y transporte a las fronteras polaca, lituana y letona. El objetivo de estas acciones era presionar a la Unión Europea, obligarla a negociar con Bielorrusia y romper la unidad de los Estados miembros contra las sanciones impuestas al régimen de Minsk.

Los medios de comunicación bielorrusos y rusos difundieron información falsa sobre el supuesto uso de la violencia contra los migrantes por parte de los servicios fronterizos polacos. Presentaron imágenes falsas que supuestamente mostraban un trato brutal a los migrantes. Se acusó a Polonia de adoptar una actitud «inhumana» ante la crisis migratoria.

Rusia también apoyó activamente los esfuerzos propagandísticos de Bielorrusia al tiempo que desarrollaba su propia narrativa sobre la migración, haciendo especial hincapié en la supuesta crisis en la que está sumido Occidente, el colapso del sistema europeo. Había contenidos destinados a desacreditar la política migratoria de la Unión Europea. Un método de manipulación consistió en presentar en los medios de comunicación fotos y vídeos manipulados, que en realidad procedían de los archivos de otros acontecimientos.

Al mismo tiempo, un elemento importante de la estrategia rusa era infundir simultáneamente miedo a los migrantes en las sociedades europeas. Se utilizó información sobre delitos cometidos por inmigrantes exagerando su magnitud. Estas historias, aunque a menudo no confirmadas, fueron reproducidas por otros medios de comunicación prorrusos, llegaron a las redes sociales y, con frecuencia, a los medios de comunicación occidentales….. Así, en gran medida, se alimentó eficazmente la espiral del miedo, el odio creciente, las tensiones sociales, y el tema se convirtió en un elemento de competición política.

Mecanismos de propaganda

La instrumentalización de las cuestiones migratorias por parte de Rusia y Bielorrusia se basa en varios mecanismos propagandísticos clave:

1. La narrativa de la decadencia de Occidente, que presenta la migración como una prueba de la incapacidad de la Unión Europea para proteger sus fronteras y de las debilidades internas de sus Estados miembros.

2. La deshumanización de los migrantes – promoviendo estereotipos e información falsa sobre los migrantes para infundir miedo y tensiones sociales.

3. manipulación de las imágenes de los medios de comunicación – utilización de imágenes manipuladas y engaño deliberado mediante información falsa.

4. Simulación de preocupación por los derechos humanos – acusar a los países de la UE de violaciones de los derechos humanos de los migrantes, mientras ignoran sus propias acciones que han conducido a la crisis.

5. Sincronizar narrativas – coordinar los esfuerzos propagandísticos entre Rusia y Bielorrusia para reforzar sus mensajes.

Objetivos estratégicos

La explotación de las cuestiones migratorias por parte de Rusia y Bielorrusia persigue varios objetivos clave:

– Desestabilización de la UE – reforzar las divisiones internas entre los Estados miembros y debilitar su capacidad para tomar decisiones conjuntas.

– Aumentar la influencia política: obligar a los países occidentales a negociar y hacer concesiones provocando crisis.

– Construir narrativas alternativas: promover una visión del mundo acorde con los intereses del Kremlin, en la que Occidente sea presentado como débil e incapaz de gestionar los desafíos globales.

Respuesta del gobierno polaco a las acciones de Rusia y Bielorrusia

El gobierno polaco ha tomado una serie de medidas para contrarrestar la propaganda y las acciones desestabilizadoras de Rusia y Bielorrusia. Los elementos clave de esta estrategia fueron

1. Refuerzo de la protección fronteriza – Polonia aumentó inmediatamente la presencia de la Guardia de Fronteras, el Ejército polaco y la Policía en la frontera con Bielorrusia. También se inició la construcción de barreras físicas en la frontera para dificultar los intentos de cruzar ilegalmente la frontera. Las barreras físicas se complementaron con sistemas avanzados de vigilancia y drones.

2 Cooperación internacional – Polonia difundió con éxito la crisis a nivel internacional, lo que llevó a la condena de las acciones de Bielorrusia por parte de la Unión Europea y la OTAN. Polonia desempeñó un papel clave en la introducción de nuevas sanciones contra el régimen de Lukashenko.

3 Campañas de información – En respuesta a la desinformación de los medios de comunicación rusos y bielorrusos, el gobierno polaco lanzó campañas de información en medios nacionales y extranjeros. Éstas se dirigieron tanto a los ciudadanos polacos como a la opinión pública internacional, haciendo hincapié en la responsabilidad de Bielorrusia en la crisis.

4. Implicación de las organizaciones internacionales – Polonia cooperó activamente con Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) y las ONG para garantizar un trato humano a los migrantes y evitar al mismo tiempo su instrumentalización.

5 Revelación de desinformación – Polonia expuso y desenmascaró activamente las falsas narrativas de los medios de comunicación prorrusos. Se elaboraron informes y análisis especiales que mostraban los mecanismos de manipulación y propaganda utilizados por Rusia y Bielorrusia.

Conclusiones

La instrumentalización de la migración por parte de Rusia y Bielorrusia forma parte de una estrategia geopolítica más amplia destinada a debilitar a Occidente y reforzar la posición de estos países en la escena internacional. Es muy probable que utilicen esta cuestión en una estrategia militar contra Ucrania y que preparen un ataque contra Estados occidentales. Las acciones del gobierno polaco en respuesta a esta estrategia son un ejemplo de defensa eficaz contra las amenazas híbridas. El desarrollo de la cooperación internacional, el refuerzo de la protección de las fronteras y la educación del público sobre la desinformación son cruciales. La responsabilidad de los regímenes de Minsk y Moscú por las crisis que provocan debe hacerse pública sistemáticamente a nivel internacional para contrarrestar sus acciones desestabilizadoras.