Hace tres años, Ildar Dadin, el opositor ruso, llegó a Ucrania para ver con sus propios ojos la Revolución de Dignidad y compararla con la información que aparecía en los medios rusos sobre «fascistas» en Kyiv. Ildar estuvo los días más «calientes» en el Maidán, de enero a marzo de 2014: defendía las barricadas, hacía ataques inesperados, tratando de distraer la atención de los tiradores mientras otros evacuaban las personas heridas. Después de la victoria de la gente y la huida de Yanukovych, Ildar regresó a Rusia apoyando la integridad territorial de Ucrania, a los presos ucranianos del Kremlin, etc. Conocido entre la policía y el FSB ruso, después de la participación en el Maidán, Ildar llamó su atención. Al poco tiempo Dadin se convertió en el primer ruso penado por las acciones de protesta no-violentas: el 7 de diciembre de 2015 fue condenado a tres años de cárcel.
El UCMC publica la carta de Dadin:
¡Nastya! Si decides publicar esta información sobre lo que me ocurre trata de compartirla todo lo que puedas. Eso incrementará la probabilidad de sobrevivir para mí. Debes saber que en la cárcel penal 7 opera una verdadera mafia. Todos los oficiales de la administración de la cárcel están implicados: del director, el mayor Serguéy Leonídovich Kossiyev, a la mayoría absoluta de los empleados incluyendo al personal médico.
El 10 de septiembre de 2016, tras la llegada a la cárcel, los oficiales me quitaron casi todas mis cosas y echaron dos hojas de afeitar. Luego, durante un cacheo, las “encontraron”. Aquí es una práctica habitual para mandar a alguien a una celda de castigo. La estancia es un infierno. Caí en la celda sin alguna orden oficial. Me quitaron todo: incluso jabón, cepillo de dientes, pasta dentífrica e, incluso, papel higienico. Me declaré en huelga de hambre contra estas acciones ilegales.
El 11 de septiembre el director de la cárcel, Kossiyev, vino a mi celda junto con tres empleados. Todos me golpearon. En total durante esta día me golpearon cuatro veces, 10-12 personas a la vez. Luego me patearon. Después de la tercera paliza, pusieron mi cabeza en un sanitario allí en la celda.
El 12 de septiembre unos empleados me pusieron las esposas con los manos a la espalda y me colgaron. Una persona colgada así se resiente terriblemente de muñecas, codos y espalda. Estuve colgado así durante media hora. Luego me quitaron los calzoncillos y me dijeron que iban a llevar otro encarcealdo para que me violara a menos que suspendiera la huelga de hambre. Después me llevaron a un despacho de Kossiyev. En presencia de otros oficilales dijo: “No te golpearon mucho. Si lo ordeno a mis oficiles te golpearán más fuerte. Si tratas de quejarte te matarán y te enterrarán bajo la valla”. Más tarde me golpearon de forma habitual, varias veces al día. Otros encarcelados también sufren lo mismo: golpes, ultraje, humillación, tratamiento insoportable.
Todos los castigos siguientes se basaban en mentiras descaradas. Todos los videos de mis castigos eran fabricados: antes de filmarlos me ordenaron cómo tenía que comportarme y qué decir. De lo contrario, decían que iban a matarme. Nadie lo conocerá porque nadie tiene ni idea del lugar de mi estancia. La administarción controla todas mis cartas y no puedo evitarlo. Me prometen matar si escribo quejas. Nastya, te escribí sobre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en mi primera carta desde la cárcel para evitar la censura y para que entendieras que todo no fuera bien y necesitara ayuda (Nota de Anastasia Zótova: No recibí ninguna carta desde la cárcel).
Te pido que publiques la carta porque en la cárcel reina un bloqueo informativo y no veo otra oportunidad para romperlo. No pido que me desatasques y trates de transfirirme a otra cárcel. Muchas veces ví y oí cómo los oficiales golpeaban a los encarcelados. Por eso mi conciencia no me permite escapar de este lugar. Voy a luchar para ayudar a otros. No tengo miedo de la muerte. Tengo miedo a no poder soportar las torturas y rendirme.
Si el Comité anti torturas no está eliminado (una ONG rusa que lucha por los derechos humanos) le ruego que me ayude para asegurar el derecho a la vida para mi y otros encarcelados. Te ruego que compartas en público la información sobre el mayor Kossiyev, que amenaza con matar a quien se queje de lo sucedido. Me alegraré si encuentras a un abogado capaz de permanecer en Segezha y prestar asistencia jurídica.
El tiempo corre en mi contra. Los videos de las cámaras de seguridad pueden servir de las pruebas de las torturas y golpeamientos, pero hay poca probabilidad de que los guarden. Si vuelven a torturarme, golpearme y violarme es muy probable que no soporte más de una semana. En caso de que muera te pueden decir que la causa es suicidio, accidente, intento de fuga o pelea con otro encarcelado. Será una mentira, será una matanza planeada por la administración de la cárcel para eliminar a un testigo y una víctima de las torturas.
Te quiero y espero verte algún día. Tu Ildar.
Fuente: UCMC
Traducido por UCMC