¿Es cierto que Rusia está detrás de los correos filtrados en WikiLeaks que llevaron a la renuncia de la presidenta del Partido Demócrata? ¿Qué dicen sobre la campaña? ¿Por qué podría estar maniobrando Vladimir Putin a favor de una victoria de Trump? Eduardo Suárez de Pol16 intenta responder estas y otras preguntas sobre la filtración, escribe Univisión noticias.
Hasta 20,000 correos electrónicos se hicieron públicos en los servidores de WikiLeaks unas horas antes del inicio de la Convención Nacional Demócrata en Filadelfia. Algunos reflejaban la connivencia de algunos miembros del comité nacional del partido con Hillary Clinton y su trabajo para minar la campaña de Bernie Sanders, su adversario durante las primarias de 2016.
La campaña de Clinton y varios expertos en seguridad digital han vinculado la filtración al gobierno ruso. Un extremo que el Kremlin ha negado pero que no descarta el FBI, que este lunes ha anunciado una investigación.
El entorno de la candidata demócrata ha aprovechado la filtración para explicar por qué Vladimir Putin podría querer un triunfo de Trump. “Hay detalles personales, políticas concretas y declaraciones en las que el propio Trump ha elogiado a Putin de una forma que a uno le deja perplejo”, dijo a Univision Noicias Brian Fallon, portavoz de la campaña de Clinton. “Todo esto lleva a la conclusión de que Trump es un candidato que estaría más cerca de Rusia que de nuestros aliados históricos de la OTAN”.
¿Pero por qué querría Rusia difundir estos correos electrónicos? ¿Qué dicen sobre la campaña? ¿Por qué podría estar maniobrando Vladimir Putin a favor de una victoria de Trump? A continuación intento responder estas y otras preguntas sobre la filtración.
1. ¿Por qué el revuelo?
Entre las funciones del Comité Nacional Demócrata (DNC en sus siglas en inglés) se encuentra velar por la limpieza de las primarias. A priori es un órgano imparcial que no debe favorecer a ninguno de los candidatos. Por eso han causado revuelo los correos electrónicos en los que algunos de sus miembros hablan de Sanders en tono despectivo o mencionan posibles estrategias para terminar con su carrera presidencial.
La congresista Debbie Wasseman Schultz, que preside el DNC y que anunció su dimisión este domingo, escribió por ejemplo que Sanders nunca iba a ser presidente. Su responsable de finanzas Brad Marshall apuntó antes de las primarias de Kentucky y West Virginia que una buena estrategia será cuestionar su fe: “Él ha hablado de sus raíces judías y he leído que es ateo. Esto podría marcar varios puntos de diferencia quizá”. Amy Dacey, consejera delegada del DNC, respondió a la sugerencia de Marshall con una palabra en mayúsculas: “AMEN”.
2. ¿Quién dijo que Rusia estaba detrás?
La primera en advertir de la intervención de Rusia fue la firma de seguridad CrowdStrike, que advirtió a mediados de junio que al menos dos grupos vinculados al Kremlin podrían estar detrás del robo de miles de correos electrónicos del DNC.
Según este artículo de The New York Times, ambos grupos están vinculados al Ejército ruso y han actuado siguiendo las órdenes del Kremlin, quizá para influir en el proceso electoral.
WikiLeaks ha negado ese extremo este lunes en Twitter diciendo que los metadatos demuestran que sus correos electrónicos no vienen del Kremlin. Pero ningún experto independiente ha confirmado que sea verdad lo que dice la organización.
A mediados de junio, un tal Guccifer2 que asegura ser rumano se atribuyó la responsabilidad del ataque informático contra el DNC. Firmas de seguridad informática como ThreatConnect aseguran que Guccifer2 está vinculado al Gobierno ruso.
3. ¿Qué dice la campaña de Clinton?
La campaña de la candidata demócrata intentó este lunes desviar la atención de los medios del contenido de los correos electrónicos y centrarla en la posible implicación de Rusia en la filtración.
“Los correos fueron filtrados por los rusos con el propósito de ayudar a Donald Trump”, dijo Robby Mook, el jefe de campaña de Clinton, citando expertos independientes pero ningún dato que los periodistas puedan verificar.
El portavoz de la campaña, Brian Fallon, ha explicado los posibles motivos por los que el presidente sacaría partido de un triunfo del candidato republicano: “Ha hablado de abandonar nuestros compromisos con nuestros aliados de la OTAN y de abandonar a su suerte a países vulnerables a una agresión. Su jefe de campaña, Paul Manafort, ha asesorado durante mucho tiempo a gobiernos extranjeros y ha ayudado a candidatos a favor de Putin en lugares como Ucrania, donde ayudó a Viktor Yanukovych”. Yanukovych presidió Ucrania hasta febrero de 2014, cuando fue derrocado por las protestas democráticas. Desde entonces vive en el exilio en Rusia.
4. ¿Qué dice la campaña de Trump?
El jefe de la campaña republicana, Paul Manafort, ha negado cualquier connivencia de Trump con el entorno de Putin. “No hay ningún lazo entre la campaña y Putin”, dijo Manafort este domingo en el programa This Week. “Es absurdo. No tiene ninguna base esa acusación”.
5. ¿Qué dice Rusia?
Dmitry Peskov, portavoz de Vladimir Putin, negó a la agencia Reuters que el gobierno ruso estuviera implicado en la filtración: “Descarto por completo que este Gobierno o agencias del Gobierno estén implicadas en esto”.
Varios expertos en inteligencia cuestionaron la veracidad de las palabras de Peskov. Ninguna agencia de seguridad reconocería haber participado en una cosa así aunque fuera verdad.
6. ¿Por qué querría Putin un triunfo de Trump?
El presidente ruso siempre ha mantenido una relación difícil con Hillary Clinton, que censuró algunas de sus decisiones durante sus años como secretaria de Estado y criticó su ley contra los homosexuales. Pero el verdadero motivo de Putin sería el perfil excepcional del candidato republicano, que se ha apartado de las posiciones habituales de Estados Unidos en política exterior.
Hace unos días, Trump sugirió que solo apoyaría a un miembro de la OTAN que fuera atacado por Rusia si ese país hubiera hecho antes una contribución suficiente a la organización.
Las palabras de Trump suscitaron una fuerte inquietud en Letonia, Lituania y Estonia, tres países pequeños que comparten frontera con Rusia y que temen desde hace décadas una invasión. El candidato republicano aboga por una relación más estrecha con Rusia y eso podría tener un impacto geopolítico en regiones como el Cáucaso o el Báltico y en el conflicto de Ucrania, donde el Gobierno de Obama se ha opuesto a la influencia del Kremlin desde el estallido de violencia de 2014.
7. ¿Cuál es la relación de Trump con Rusia?
El candidato republicano ha dicho que se llevaría bien con Rusia si es elegido y ha elogiado el liderazgo fuerte de Putin, que ha comparado con lo que define como la debilidad de Barack Obama en la escena internacional.
La admiración es mutua. En diciembre del año pasado, Putin habló de Trump en términos muy favorables según este artículo que cita la agencia Interfax. “Es una persona brillante y con mucho talento”, dijo el presidente ruso a los periodistas. “No me toca a mí juzgar sus cualidades uno a los votantes americanos pero es el líder absoluto en la carrera presidencial. Dice que quiere construir una relación más sustancial y más profunda con Rusia. ¿Cómo no voy a celebrar eso?”.
El candidato republicano ha mantenido una actitud muy cordial hacia Putin y hacia su entorno. En 2013 viajó a Moscú, donde se celebraba la edición anual de Miss Universo y advirtió en Twitter que le gustaría conocer a Putin.
Esos días Trump ingresó parte de los 14 millones de dólares que pagó el oligarca Aras Agalarov por llevar el certamen a Moscú. Al volver de Rusia, Trump publicó este tuit.
Al año siguiente, publicó este otro comparando a Obama y Putin.
El hijo mayor de Trump admitió en 2008 durante una convención inmobiliaria que una parte importante de sus activos tenían vínculos con Rusia y varios diarios han publicado que el millonario neoyorquino sopesó hace unos años construir una replica de la Torre Trump en Moscú.
Este texto de The Washington Post describe en detalle esos vínculos. Este otro de la agencia Bloomberg explica que la fascinación de Trump con Rusia nació en los años 80 y ha dejado un rastro que no comparte ningún otro aspirante presidencial.
Autor: Eduardo Suárez
Fuente: Univisión Noticias