El propagandista ruso Vladimir Solovyov y varios canales de Telegram pro-Kremlin difundieron documentos falsos sobre la supuesta presencia de biolaboratorios estadounidenses en Ucrania. El bulo también se transmitió en la televisión venezolana TeleSUR y por el comunicador español César Vidal.
El propagandista del Kremlin Solovyov publicó una porción de documentos que, según él, «comprueban la creación de una red de biolaboratorios en Ucrania por parte de expertos estadounidenses a principios de la década de 2000». Sin embargo, es una descripción técnica del lanzamiento de los proyectos en varias ciudades ucranianas en 2012 del Sistema Electrónico Integrado de Vigilancia de Enfermedades (EIDSS) y del Sistema de Gestión de Activos de Patógenos (PACS), que nunca han sido secretos.
Lo peculiar es que en los “documentos” publicados está mencionado también Lugansk, antes de que fuera ocupado por los rusos, pero ¿por qué durante los últimos 8 años los medios rusos no han dicho nada sobre un supuesto laboratorio estadounidense en Lugansk?
Además, el sistema EIDSS ha estado funcionando con éxito en varios países postsoviéticos desde 2007, incluidos Uzbekistán, Kazajstán, Georgia, Azerbaiyán y Armenia. Eso tampoco les ha molestado a los rusos durante todo este tiempo. Resultó que los «documentos secretos» publicados por Solovyov están disponibles públicamente en el sitio web de la Embajada de Estados Unidos en Ucrania.
Sin embargo, desde principios de 2022 tales publicaciones comenzaron a tomar una nueva escala. El 6 de marzo, los medios rusos informaron, citando al Ministerio de Defensa ruso, que «los componentes de armas biológicas se estaban desarrollando en biolaboratorios ucranianos ubicados cerca de Rusia». Esa información fue refutada por los representantes de la sociedad científica de los microbiólogos de Suecia, Francia, Rusia y Belarús. Examinaron documentos publicados por el Ministerio de Defensa de Rusia para respaldar esta afirmación y concluyeron que son informes estándar sobre la destrucción de cepas de virus de laboratorio que no pueden ser armas biológicas.
Pese a este hecho, el 10 de marzo, el representante del Ministerio de Defensa de Rusia, el mayor general Igor Konashenkov, reiteró que “en los biolaboratorios creados y financiados en Ucrania, según documentos, se realizaron experimentos con muestras de coronavirus de murciélago”. StopFake ya lo había desenmascarado.
Esos “documentos” que publican no se tratan de nada secreto y tampoco son una prueba del «hecho» de que los Estados Unidos hayan realizado desarrollos biológicos prohibidos en Ucrania.
En 2005, el Ministerio de Salud de Ucrania y el Departamento de Defensa de EE. UU. firmaron un acuerdo de cooperación para prevenir la propagación de tecnologías, patógenos y conocimientos que podrían utilizarse en el desarrollo de armas biológicas. El sistema EIDSS —al que se hace referencia en los documentos— es un sistema electrónico de vigilancia de enfermedades que conecta diferentes niveles de la red nacional de vigilancia en tiempo real. Esta rápida difusión de información entre las autoridades sanitarias aumenta la capacidad del país para monitorear y responder a las posibles amenazas de brotes de patógenos peligrosos. El EIDSS combina datos sobre enfermedades humanas y animales, información demográfica, información geográfica, signos clínicos y síntomas de enfermedades específicas en un conjunto de datos vinculados. El sistema EIDSS fue desarrollado como parte del Programa de Información Pública Global (GPHIP), lanzado por los Estados Unidos en Arabia Saudita, Europa del Este, Asia del Sur y Central. Además de Ucrania, EIDSS se ha implementado con éxito en Uzbekistán, Kazajstán, Georgia, Azerbaiyán y Armenia.
Otro proyecto mencionado en los documentos es el establecimiento del Sistema de Gestión de Activos de Patógenos (PACS). Está diseñado para controlar, recibir, transmitir, trasladar y destruir patógenos, así como otras acciones realizadas con materiales biológicos. Según los desarrolladores, PACS se instaló por primera vez en Ucrania en modo de prueba en noviembre de 2009 en el Laboratorio de Referencia Central Temporal de Patógenos Extremadamente Peligrosos, ubicado en el Instituto Ucraniano de Investigación contra la Plaga en Odesa. La existencia de este programa tampoco fue clasificada. Es más, estuvo acompañada por un equipo de soporte técnico con sede en Kyiv y en Moscú.
Otro hecho que comprueba lo absurdo de esas acusaciones de los medios pro-Kremlin es que las descripciones de esos proyectos se pueden encontrar en la página web de la Embajada de los EE.UU. en Ucrania en la sección «Programa de Reducción de Amenazas Biológicas«. StopFake pudo establecer que algunos teóricos de conspiracionistas occidentales distribuyeron estos “documentos” en sus canales de Telegram el 26 de febrero. Afirman que, supuestamente, estos documentos fueron borrados antes de la invasión rusa, pero aún siguen a disposición pública desde, por lo menos, 2017.
Las noticias falsas sobre supuestos laboratorios secretos en Ucrania han sido desmentidas por StopFake hace años: “Falso: EE.UU. convierte a Ucrania en una “bomba biológica”, “Falso: EE.UU. realiza experimentos secretos en Ucrania” y “Falso: El jefe del laboratorio secreto británico confirmó el desarrollo de sustancias venenosas de guerra”.