Fuente: Radio Liberty
Durante los dos últimos años, y aún desde hace algunas décadas más, Ucrania siempre ha estado en el frente de la guerra informacional rusa, creen los autores de un libro sobre la propaganda del Kremlin, “Palabras y Guerra” (“Words and War”). El libro describe los métodos de la creación de las noticias falsas y de su difusión: desde el uso de los vídeos/fotos falsificados en los reportajes de TV hasta las falsificaciones de los artículos de Wikipedia y ciberataques a las páginas y sistemas de las organizaciones ucranianas.
“En abril de 2014, cuando fue lanzada la guerra del Donbás, en la versión en ruso de Wikipedia de repente desapareció el artículo dedicado a Rus de Kyiv —es un nombre del Estado antiguo medieval, cuyos herederos son los modernos Estados de Ucrania, Bielorus y Rusia—. Cuando uno quería buscar el artículo “Rus de Kyiv” aparecía la nota nombrada “Estado antiguo ruso”, el término promovido de los historiadores rusos para dejar en el foco solo al Estado de Rusia”, dice el libro “Words and War”.
La falsificación se hizo posible debido al trabajo minucioso y duradero por parte de los moderadores de «Wikipedia», que cambiaban las fuentes del artículo con nuevos libros de texto de historia rusos. Precisamente estos nuevos libros llevaron el término “Estado antiguo ruso”. Junto con nuevos enlaces que llevan este nombre los moderadores de Wikipedia justificaron el cambio del nombre de Rus de Kyiv. Sin embargo, después de dos años “Rus de Kyiv” volvió a Wikipedia.
Estos y otros ejemplos de manipulaciones presentaron los autores del “Words and War” que fue publicado en inglés y ucraniano.
Es muy importante mostrar el caso ucraniano en Europa, Yermolenko
La versión en inglés del libro fue presentada en Bruselas y Estrasburgo. Uno de los redactores del libro, Volodymyr Yermolenko, el director de los proyectos europeos de Internews Ukraine, señaló la importancia de la difusión de la versión en inglés.
“El mensaje principal de la propaganda rusa en Occidente es que el modelo occidental no funciona”, dijo Yermolenko.
“En el Consejo de Europa siempre van la guerra, la guerra de las narrativas en torno al regreso de Rusia al PACE. Supuestamente la batalla de este año (2017) fue ganada, pero la guerra aún no está ganada. Por lo tanto, para nosotros es muy importante hablar del caso ucraniano. ¿Por qué? Porque no todos en Europa u Occidente entienden completamente —incluso ahora— lo que está pasando… Y no podéis imaginar con qué dificultades nos enfrentamos, hablando con nuestros socios, la gente que simpatiza a Ucrania”, dice Yermolenko.
Sin embargo, en Europa y EE.UU. prestaron más atención al problema de las noticias falsas después de las inferencias directas o indirectas al proceso de las elecciones.
“El impacto de los rusos (y no solamente los rusos) en las elecciones. Esto es lo que vieron americanos, británicos y checos, que recién reeligieron a Milos Zeman. Ahora lo observan en Canadá”, agrega él.
Yermolenko también opina que los contextos de Occidente y Ucrania se han vuelto menos diferentes, ya que la propaganda del Kremlin difunde historias sobre «El ocaso del Oeste» y de Ucrania como un estado fallido.
“Varios años atrás habíamos dicho: mirad, nosotros tenemos la guerra y Uds. no. Estamos en diferentes planetas, y no nos entendemos. Ahora nos volvemos más y más parecidos. La narrativa principal de la propaganda rusa en Ucrania no es que la narrativa rusa sea mejor, sino que la narrativa ucraniana no funciona: habrá un tercer Maidán, un colapso, etc.”, comenta Yermolenko.
Los métodos de la propaganda pro-Kremlin serán mejorados, Popova
La experta en comunicaciones estratégicas de la ONG «Seguridad de información», exviceministra de Política de Información de Ucrania, Tetyana Popova, —que se unió a la creación del libro— cuenta sobre tres etapas principales de la agresión informativa.
La primera era cuando los canales de televisión rusos libremente fueron transmitidos por todas partes.
“Esto era una etapa de la agresión informativa evidente cuando ellos (los medios de información rusos – red.) tomaban los reportajes de Irak, mostrándolos como si fueran los bombardeos de Slavyansk. Otro mes ellos afirmaban que eran vídeos grabados en Makeyevka o Donetsk. En el corte se podía comprobar fácilmente que eran fakes, porque los vídeos y fotos originales de Chechenia o los de Irak (el vídeo de CNN) se encuentran en Google”, dijo Popova.
A la segunda etapa Tetyana Popova la llama historias de ficción (“fiction story”): las historias sobre “el niño crucificado”, “los camachuelos para cazar y comer”, “anciana violada”, “dos esclavos y parte de tierra”, etc. Según su opinión, este tipo de falacias son más difíciles para desmentir, aunque para los periodistas que trabajan en el lugar no son tan imposibles de verificar.
La tercera etapa es el uso de los fracasos y errores de las autoridades occidentales y ucranianos.
“En Alemania, durante las últimas elecciones, citaban por la tele a los periodistas de RT y Sputnik, poniendo títulos que son de corresponsales independientes, aunque los dos medios pertenecen al Estado de Rusia. En Francia se volvió famoso un caso, cuando estrenaron un documental sobre “una Crimea rusa” y luego Marine Le Pen usaba los mismos mensajes en su discursos”, agrega Popova.
En Ucrania la propaganda rus usa los mismos elementos, pero tiene más posibilidades gracias al idioma ruso que se entiende en Ucrania, los mediaproyectos comunes, artistas conocidos.
“Esta etapa es bastante difícil, necesita una gran concentración y trabajo por parte de las autoridades y las organizaciones públicas. Específicamente, las medidas preventivas, y cuidar para no fallar, ya que los fallos pueden ser utilizados contra nosotros por la propaganda rusa. Siento, que este no es el último libro que tenemos que escribir sobre la propaganda rusa. Tenemos que ser conscientes de que sus métodos van mejorando”, subraya la experta.
Fuente: Radio Liberty