“Les enseñan a matar a los rusos”: los medios mundiales volcaron una polémica sobre los campamentos para niños en Ucrania. ¿Qué hay de realidad en esto?
Muchos medios de información mundiales, incluso el noticiero británico Daily Mail, publicaron el reportaje de los periodistas de la Associated Press dedicado a un campamento patriótico de Ucrania, ubicado en Gart Voli —región de Ternópil—. La nota afirma que la institución supuestamente enseña a niños ucranianos a matar.
Como nos dijeron en el mismo campamento, estos periodistas llegaron a visitarlos a fines de julio pasado. Por alguna razón, el informe fue publicado solo recientemente. Además, apenas el artículo apareció en el sitio web de la Associated Press, los medios de propaganda rusos lo recogieron de inmediato para reproducirlo en sus plataformas. Los títulos no se destacaron por su originalidad: «En Ucrania se está capacitando a grupos de niños asesinos». Sin embargo, a pesar de la exageración obvia, ciertas frases ambiguas realmente sonaron en el campamento, lo que podría haberles parecido a los periodistas extranjeros como una manifestación de nacionalismo agresivo.
“Hemos sido engañados”
En el reportaje de la AP hay varias fotos que muestran a los niños apuntando ametralladoras o cómo se alarman por la noche por una granada aturdidora. Algunas de estas fotos tienen descripciones aterradoras: “Los participantes del campamento, a la edad de 8 años, usan rifles de asalto. Se les enseña a disparar para matar a los rusos y a sus simpatizantes»; «El campamento tiene dos objetivos: enseñar a los niños a proteger su país y difundir la ideología nacionalista».
Según los periodistas extranjeros, el campamento fue establecido por el partido de derecha Svoboda.
OBOZREVATEL habló con los organizadores del campamento y ellos contaron que durante el verano, cuando estuvieron en una apertura de un monumento en Kyiv, se les acercaron periodistas extranjeros, hicieron preguntas y pidieron visitar al campamento.
“Vinieron al campamento para pasar unos días a fines de julio. Vivieron, comieron y conversaron con nosotros; muchos de nosotros hablamos bien inglés, así que no hubo problemas. Filmaron absolutamente todo. Pero lo que se muestra en el reportaje es solo una parte de las actividades militares, simplemente sacadas de contexto. Esto no refleja en lo más mínimo la vida del campamento. Cuántos niños estaban allí, jugaban en el correo, se daban notas uno a otro… ¡No hay nada de esto en el informe! Nos dijeron que viajan a diferentes países, toman fotos de la vida, y que el informe sería positivo, de hecho. Simplemente hemos sido engañados», dijo Maxym Kuziv, el coordinador del campamento y jefe de la rama regional de Ternopil de la organización pública Sokil.
Según Kuziv, la última vez que vieron a estos periodistas fue el 14 de octubre en la fiesta de Pokrova (y Día del Defensor de Ucrania), ellos vinieron para hacer fotos de la marcha y desfile militar.
El propio reportaje dice que los niños en el campamento se ven obligados a andar con ametralladoras todo el día. Las armas son grandes, a veces llegan a la altura de un niño de 8 años. Y una de las chicas, presuntamente, no pudo soportarlo y lloró.
«Tal vez alguien estaba llorando, no lo hemos visto. Pero tenemos criterios muy ligeras. Si alguien no puede hacer ciertas tareas, entonces no es obligado. Por el contrario, decimos: ve y descansa. Esto especialmente se aplica a los niños más pequeños», dice Kuziv.
“No enseñamos a los niños a matar”
Naturalmente, los fusiles de asaltoaquí no son armas de verdad. Los acampantes aprenden a desmontarlos y ensamblarlos, a disparar con ellos. En el campamento, todo el mundo tiene un fusil de asalto falso de este tipo y es responsable del arma que le dan; no debe perderla ni romperla.
En el Gart Voli, dicen que tales entrenamientos existen en muchos países: Polonia, Israel y los Estados Unidos. Su campamento no es diferente de otros de este tipo.
En el reportaje de la AP también fue mencionado un entrenador del campamento, el veterano de la guerra del Donbás Yurii Cherkashyn. De hecho, Yurii fue un visitante en el campamento y pasó solo un par de días con los niños. No obstante, esto fue suficiente para convertirlo en el personaje principal del artículo. En el reportaje hay una frase dicha por Cherkashyn: “Nunca apuntamos armas a los seres vivos. Pero los de la «RPD», los novorosy, los hombres verdes (así llamaban a las tropas rusas que vinieron a Crimea en 2014, pero que no tenían las marcas de su país) y los invasores de Moscú no se consideran como personas vivas. Puedes y debes apuntarles a ellos”. Quizás esta frase fue la razón de que pensaran que en los campamentos patrióticos “enseñan a matar rusos y sus simpatizantes”.
En una conversación con OBOZREVATEL, Yurii Cherkashyn no negó sus palabras y explicó que no ve nada malo en “defender su país de los enemigos que vinieron con armas”.
“Defender tu tierra de enemigos que vinieron aquí con armas, ¿es realmente un crimen? No imponemos la guerra y no enseñamos a los niños a matar, ¡eso no es cierto! Pero enseñamos a los chicos a protegerse a sí mismos y a sus tierras de los enemigos. De hecho, el informe no me parece tan malo, incluso me gustó. Sin embargo, el título es absolutamente inconsistente con el contenido, como un cuento de terror. No entiendo por qué lo pusieron”, comentó Cherkashyn.
Cherkashyn es un miembro de Sokil (El Halcón, en ucraniano, una sociedad juvenil de deportiva-militar nacionalista- de Wikipedia), veterano de la ATO (operación antiterrorista en el Donbás), y fue herido en combate. Actualmente visita colegios y escuelas-talleres, se dedica a la formación patriótica: “En todo lugar donde nos llaman, vamos y conversamos”.
Además, el reportaje de la AP describe un momento de las clases del representante del partido Svoboda y ex jefe de Sokil, Ruslan Andriiko, quien en sus discursos condena a los LGBT “como un signo de decadencia occidental”.
Andriiko, en una charla con Obozrevatel, explicó su punto de vista:
“Dije que en Europa hay aspectos negativos que se relacionan con la destrucción de la institución de la familia. No tenemos nada en contra de la vida personal de cada persona, pero estamos en contra cuando estas cosas ya están tratando de imponerse a nivel escolar. Cuando las distintas comisiones en el Ministerio de Educación están tratando de tachar las palabras «mamá» y «papá» de los libros de texto porque esto pueda ofender a alguien. A una edad tan temprana, los niños forman su propio entendimiento del mundo, por lo que tales cosas pueden tener un impacto serio en ellos”, dijo Andriiko.
La guitarra prestada de amigos
Los periodistas extranjeros se centran en una pegatina que estaba pegada en una guitarra. En una foto publicada está un adolescente acampante que toca esta guitarra. La foto tiene la descripción: «Un joven participante en el campamento toca una guitarra decorada con una pegatina que representa bombas cayendo sobre una mezquita, mientras que los otros cantan».
Maxym Kuziv explica: “Tuvimos que pedir que nos prestasen una guitarra de unos conocidos, porque no había en el campamento. No sé qué tipo de pegatina llevaba. En el campamento, los chicos tenían tantas pegatinas diferentes, pero precisamente esta llamó la atención de los periodistas extranjeros. Créeme, no realizamos una educación racista. Esto no está permitido. Nadie dice nada sobre raza blanca ni sobre raza oscura a los niños. Aquí a los niños de 10 a 12 años de edad les hablamos de otras cosas».
También hay un yogi vegano
El campamento Gart Voli es bastante abierto, tiene su propia página en Facebook. Los participantes del campamento se ríen: en las últimas fotos a los niños les da clases de yoga un exmilitar vegano.
«¿Cómo los periodistas extranjeros no notaron esto?, podrían haber dicho que no les damos de comer a los niños”, se burla uno de los acampantes.
Hay tres turnos en el campamento, cada uno de los cuales dura diez días. Además del hecho de que a los niños se les enseña a manejar fusiles de asalto, el programa tiene excursiones y otras actividades. A juzgar por las fotos, los adolescentes estaban caminando por una cascada. Se dedican a la reconstrucción histórica, aprenden a tocar la guitarra, brindan primeros auxilios, cocinan en el fuego, navegan en kayak, hacen senderismo en las montañas.