Últimamente en la prensa internacional discuten la cuestión de la posible entrega de armamento defensivo para Ucrania, que le pueden suministrar los EE.UU. Así The Wall Street Journal el 31 de julio informó que el Pentágono y el Departamento de Estado de EE.UU. ya elaboraron un plan para el suministro de los misiles antitanques y otros armamentos.
El 4 de agosto NBC News citando a una fuente del Ministerio de Defensa de EE.UU. informó que el Pentágono de verdad había recomendado a la Casa Blanca mandar a Ucrania un misil antitanque y portátil FGM-148 Javelin.
El 5 de agosto el consejero del presidente de los Estados Unidos en la seguridad nacional, Herbert McMaster en una entrevista para la MSNBC dijo que la entrega de ayuda a Ucrania para combatir la agresión rusa está dentro de los intereses de los Estados Unidos. Él aseguró que EE.UU. entiende el peligro y la seriedad de la situación y entienden la naturaleza del régimen ruso.
No obstante, la última decisión dependerá de la Casa Blanca.
En los medios de información rusos y prorrusos intentan desacreditar el tema y distribuyen la idea como “nada le ayudará a Ucrania en el Donbás, ni siquiera “milagrosas armas” estadounidenses”.
En la prensa norteamericana también criticaron esta posibilidad de ayudar a Ucrania. National Review publicó un artículo “Don´t Arm Ukraina” (“No armen a Ucrania”), en el cual el autor afirma que el suministro del armamento ahora tiene aún menos sentido que dos años atrás.
En el artículo se afirma que “Rusia está tan poderosa” que la ayuda de EE.UU. no la va a detener.
Pero el autor de la nota de National Review comete muchos errores. Por ejemplo: dice que la península de Crimea fue anexada en 2015, pero en realidad fue el 20 de febrero de 2014 cuando el parlamento de Ucrania anunció que Crimea fue ocupada temporalmente por Rusia. Y el 16 de marzo de 2014 fue llevado a cabo un cuasi-referéndum sobre el estado de Crimea, que fue mundialmente reconocido como ilícito.
Las protestas de Maidán en el artículo fueron llamadas “golpe de Estado” lo que coincide con la narrativa del Kremlin.
Una ola de bromas y comentarios fue provocada por este artículo tan mal redactado.
Los lectores también hicieron una captura de pantalla de otro error cometido: fue acerca de Georgia que estuvo bajo peligro en 2007; quizás que estaba hablando de la agresión rusa contra Georgia en agosto de 2008.
El apellido del presidente de Georgia de aquel entonces tampoco fue escrito correctamente: «Mikhail Sakashvilli» en vez de «Mikheil Saakashvili».
Otra fecha que no se corresponde fueron las elecciones presidenciales en Ucrania que pasaron en 2014, pero según el autor de este artículo fueron en 2015. Las elecciones fueron reconocidas como legales y según los estándares democráticos.
Además en National Review supusieron que el suministro de las armas empujará a “los nacionalistas ucranianos a acciones imprudentes”. Aunque al mismo tiempo el general de la OTAN Curtis Scaparrotti declaró que los separatistas obtienen por parte de Rusia armas nuevas y modernas y reciben consejos por parte de los militares rusos. Por tanto, el ejército ucraniano debe estar equipador misiles antitanque y antiaéreos no solamente en la línea del frente, sino en todo el territorio del país. El armamento eficaz podría detener las fuerzas de Rusia, opinó Scaparrotti.
Otro oficial, el representante especial de EE.UU. en Ucrania del este, Kurt Volker, también apoya esta idea y cree que una Ucrania más fuerte puede cambiar el comportamiento del Kremlin.
Él dijo que “las armas para la defensa permitirían a Ucrania protegerse y le capacitarían para parar la agresión rusa contra Ucrania”.
Los medios pro-Kremlin suponen que el posible suministro de las armas a Ucrania es un intento de EE.UU. de socavar el proceso de Minsk, pero Volker negó el asunto.
“Creo que la discusión de que esto provocará a Rusia solo empeora la situación”, dijo Volker.
Además como informó The Wall Street Journal en el caso de que Ucrania no usara las armas como debe, los Estados Unidos tienen derecho a retirarlas.