Por Sarah Hurst (@XSovietNews), para StopFake
El Kremlin no solo escribe su propia versión de las noticias de actualidad —como el derribo del vuelo MH17 y los ataques con armas químicas de Bashar al-Assad en Siria—, sino que también promociona activamente una versión de la historia muy diferente y extremadamente distorsionada. Lo más inquietante es que Stalin ha sido rehabilitado como un gran líder de guerra, mientras que su régimen de tiranía se minimiza. Otra de las piedras angulares que apuntala el envejecimiento del régimen de Vladimir Putin es la insistencia de comprobar que Rusia y Ucrania son un solo país.
Reclamaciones sobre Ucrania
En el Día de la Independencia de Ucrania, el 24 de agosto, el presidente Petro Poroshenko vio como el ministro de Defensa del país daba el nuevo saludo militar oficial a las tropas, —«¡Gloria a Ucrania!» (que enfurece al Kremlin)—. Luego el presidente dijo en su discurso que Ucrania necesita romper de forma permanente con el imperio ruso y con la Iglesia Ortodoxa Rusa, que respalda la agresión rusa contra Ucrania.
El discurso fue denunciado por los medios de comunicación rusos, incluso, por ejemplo, el periódico Vzglyad, que publicó un artículo de opinión de Petr Akopov que explicaba por qué los esfuerzos de Ucrania para unirse con la UE están condenados al fracaso.
«Ucrania es parte de Rusia, inalienable e inseparable, esencial e histórica: sin Ucrania no hay Rusia ni como imperio, ni como Rusia en absoluto», escribió Akopov. “Cuando la Unión Soviética se separó hace casi 30 años, establecieron los países independientes de Rusia, entre los cuales estaban Ucrania y Belarus”, continuó explicando, “pero los rusos se esforzaron tanto para unir sus tierras, oponerse a sus enemigos y construir su Estado, que eso atrajo tres décadas de separación. Es simplemente divertido. Este es un instante en la historia rusa de mil años, y lo veremos desaparecer en la eternidad «, predijo. «Ucrania como parte de Europa no solo es antinatural, sino imposible», afirmó Akopov.
Nikita Isayev, experto pro-Kremlin, tuvo una visión más realista de los eventos del Día de la Independencia, y señaló en un programa televisivo ruso que Ucrania tiene muchos aliados cuyas tropas participaron en el desfile, mientras que Putin solo pudo reunir al impopular presidente de Moldavia. Igor Dodon, como invitado para el desfile militar del Día de la Victoria en Segunda Guerra Mundial. Cuando Isayev comentó que las elecciones presidenciales del próximo año en Ucrania serían interesantes, el anfitrión del programa de televisión inmediatamente interrumpió para agregar que se mantendría «bajo el cañón de las armas de la OTAN». Si los rusos comienzan a ver que los ucranianos quieren la libertad y están orgullosos de ella, su frágil creencia de que Putin está luchando contra una conspiración occidental podría verse socavada.
Protestas de Checoslovaquia
Un día después de la celebración de la independencia de Ucrania, varios activistas se reunieron en la Plaza Roja para el 50 aniversario de la famosa protesta contra la invasión soviética a Checoslovaquia, en la que ocho disidentes sostuvieron una pancarta que decía «Por nuestra libertad y la tuya». Pavel Litvinov, quien participó hace 50 años, fue condenado al exilio, regresó al mismo lugar y exigió la liberación de Oleg Sentsov y el regreso de Crimea a Ucrania. Tres de los manifestantes fueron detenidos, dos de ellos sostenían un cartel con el eslogan original.
Mientras personas de todo el mundo conmemoraban el 50 aniversario de la invasión soviética a Checoslovaquia, que puso fin a la democracia allí durante otros 20 años, el corresponsal de RT, Bryan MacDonald, tuiteó: «Es interesante cómo la invasión soviética a Checoslovaquia es presentada como una ‘invasión rusa’ en estos días. Las tropas fueron dirigidas por dos ucranianos (Brezhnev y Podgorny), bajo la autoridad de otro ucraniano (Grechko) y comanda por un bielorruso (Yakubovsky)».
Mientras tanto, la Embajada rusa en los Países Bajos se molestó por un tuit del analista Jakub Janda, quien citó una fotografía: «Un joven ocupante ruso es confrontado por un ciudadano checoslovaco». La Embajada respondió: «¿Ocupante ruso? ¿Ruso? Nos acostumbramos a los «luchadores» contra la «propaganda» de la bandera rusa que difunde noticias falsas. Pero llamar Rusia a la URSS y omitir el hecho de la participación de otros países de la Organización del Tratado de Varsovia revela el verdadero nivel de algunos «expertos».
Rehabilitar a Stalin
La realidad es que Moscú era la capital del imperio soviético y todas las decisiones fueron tomadas en Moscú. Todos los movimientos de independencia dentro de la Unión Soviética o de los países del Pacto de Varsovia fueron sofocados por la fuerza, y eso ha continuado en la era de Putin. Y hoy solo Rusia inventa excusas para estos eventos. El 17 de agosto el medio propagandístico RT publicó un artículo con el título «Más de una cuarta parte de los rusos apoyan la represión de la Primavera de Praga por parte de los soviéticos». Otra cuestión era si se debe recordar los crímenes de Stalin. Pues según RT, «cuando los investigadores preguntaron a los rusos si consideran razonable instalar monumentos conmemorativos que recordarían a las generaciones futuras las fechorías y errores de Stalin, el 65 por ciento dijo que no y solo el 28 por ciento expresó su apoyo a la idea».
The article linked to one from July 2017 quoting a poll that found that most Russians support the idea of Stalin monuments.
Ocupación báltica denegada
En lugar de reconocer los crímenes soviéticos, Putin los agrava castigando a quienes los recuerdan y comparan las represiones actuales con las del pasado. El 23 de agosto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia tuiteó un comentario de su portavoz María Zajárova: «Nuestra posición oficial no ha cambiado. Rechazamos los alegatos de la «ocupación» de los Estados bálticos por parte de la URSS, así como los absurdos argumentos legales e históricos y totalmente infundados que conforman la esencia de los reclamos sobre Rusia «. El expresidente estonio, Toomas Hendrik Ilves, respondió: «Jajaja. Realmente queríamos unirnos a ese miasma asesino voluntariamente». Como miembros de la Unión Europea y de la OTAN, los Estados bálticos son ahora las democracias más exitosas de las antiguas repúblicas soviéticas y no han sido invadidas por Rusia, como Moldova, Georgia y Ucrania.
La Unión Soviética anexó los países bálticos durante el período del Pacto nazi-soviético, y también invadió Finlandia. Como era de esperar, este es uno de los aspectos más delicados de la historia para Putin. En lugar de expresar arrepentimiento por las malas acciones, el Kremlin recurre a su táctica habitual de afirmar que otros países son igual de malos. El 26 de agosto, la Embajada rusa en Canadá tuiteó sarcásticamente: «Después de numerosas solicitudes de expertos en línea sobre las relaciones soviético-alemanas en el 30, aquí está la lista de pactos de no agresión firmados por Alemania mientras Hitler estaba en el poder: Nota bene con Polonia y Estados bálticos hecha antes de la USSR. Una pequeña pista: la soviética está en la parte inferior”. Su lista incluye los pactos de Alemania con Japón, Hungría, Italia y España, sus aliados en tiempo de guerra.
Poeta castigado
El poeta ruso Alexander Byvshev fue informado hace unos días de que su libro de poemas sobre la Segunda Guerra Mundial, La Memoria Sangrienta, será incluido como evidencia en el sexto caso criminal en su contra por «extremismo». Byvshev ya ha sido condenado dos veces por sus poemas en apoyo de Ucrania, y se le ha prohibido enseñar o tener una cuenta bancaria. Vive con sus padres ancianos en la pequeña ciudad de Kromy en la región de Oryol Oblast. Byvshev cree que una acusación de «rehabilitación del nazismo» podría agregarse a la acusación de extremismo, ya que muchos de sus poemas de la Segunda Guerra Mundial acusan a Stalin y al liderazgo soviético de crímenes de guerra.
Cuando «La Memoria Sangrienta» se publicó por primera vez, el libro fue alabado por el Partido Comunista. Incluso durante los juicios de Byvshev por sus poemas de Ucrania, los escolares de Rusia recitaron sus poemas de la Segunda Guerra Mundial en las competiciones. Pero el Kremlin se está volviendo más y más reaccionario, usando las “pruebas” más absurdas. Byvshev continúa desafiando a Putin, publicando sus poemas en Facebook. Una de las más recientes, titulada «Al criminal de guerra Georgy Zhukov» dice que Zhukov mereció ser ahorcado por enviar 45 000 tropas soviéticas a marchar por el epicentro de una prueba nuclear en 1954. El Kremlin ciertamente no necesita gente valiente escribiendo sobre tales episodios.
El filósofo George Santayana escribió: «Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo». Ningún país lo prueba de manera más concluyente que Rusia. Hasta que los rusos recuperen sus recuerdos sangrientos, tendrán que preguntarse ¿por qué las cosas van tan mal?
Por Sarah Hurst (@XSovietNews), para StopFake
Versión revisada; la versión completa se puede leer en inglés