El Consejo de Seguridad de la ONU, convocado por Rusia el 11 de agosto sobre la situación en torno a la central nuclear de Zaporiyia (ZAES), se convirtió en otra oportunidad para que Rusia difundiera desinformación contra Ucrania. La ZAES es la central nuclear más grande de Europa, que se encuentra en Energodar, la ciudad temporalmente ocupada por las tropas rusas. El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, declaró la necesidad de «detener el régimen de Kyiv» y acusó a «Kyiv de ataques a instalaciones de infraestructura nuclear«. Las mentiras de la propaganda rusa esta vez se basan en estas 4 falacias.
Falacia #1: El ejército ucraniano bombardea a la ZAES, mientras las tropas rusas la protegen.
Nebenzia: «Rusia no utiliza instalaciones de infraestructura civil con fines militares. Las Fuerzas Armadas de Ucrania apuntan misiles a las instalaciones de almacenamiento de hormigón para residuos radiactivos, utilizan vehículos aéreos no tripulados. Si Rusia transfiere las instalaciones al control de Ucrania, los nacionalistas pueden utilizarlas para provocaciones».
Hecho: Las declaraciones de Rusia de que el ejército ucraniano bombardea constantemente la ZAES no se corresponden con la realidad. El ejército ruso intentó repetidamente hacer pasar su propio bombardeo de los barrios residenciales de Energodar como si fuera un bombardeo por el ejército ucraniano. En julio, el Kremlin habló de una «provocación planificada» en la que apareció una «bomba» con la inscripción «VSU» (ed. – las Fuerzas Armadas de Ucrania por las primeras letras en ruso, no en ucraniano).
Las tropas rusas, tras apoderarse de la central nuclear de Zaporiyia el 3 de marzo, la convirtieron inmediatamente en un sitio militar. Luego se produjo un incendio en uno de los edificios administrativos en el territorio de la central nuclear durante el bombardeo. En julio, los propagandistas rusos también intentaron acusar a la parte ucraniana de bombardear la ZAES con un dron kamikaze. En el vídeo del dron –que filmó el ataque– se puede ver que el objetivo de las Fuerzas Armadas ucranianas era una localidad de tiendas de campaña de los ocupantes y su equipo cerca de la central nuclear. Las fotos del sitio del ataque después del incendio también indican que no era el territorio inmediato de la ZAES.
A principios de agosto, el alcalde de la ciudad de Energodar, Dmytro Orlov, afirmó que los ocupantes rusos habían lanzado misiles desde los pueblos vecinos para acusar al ejército ucraniano de bombardear la ciudad. También contó dónde exactamente se establecieron las posiciones de tiro y dónde se ubicaba el equipo militar en la ciudad. De esta lista, resulta que la mayoría de las armas se concentran alrededor de la planta nuclear. Oleksandr Kharchenko, asesor del ministro de Energía de Ucrania, confirmó que el equipo ruso se encuentra actualmente en la sala de máquinas de la central nuclear.
El Instituto para el Estudio de la Guerra informó que la central nuclear de Zaporiyia se ha convertido en una «zona segura» para los rusos. Y que desde allí se puede bombardear Nikopol y Marganets, que no están ocupadas por los rusos.
El chantaje nuclear permite que Rusia aproveche los temores occidentales e influya en el apoyo militar a Ucrania.
Falacia #2: El personal militar ruso en la ZAES brinda asistencia a los empleados de la estación y la protege.
Nebenzia: «El ejército ruso asegura el funcionamiento de la planta. Los empleados de la ZAES tienen las condiciones necesarias para trabajar. Rusia mantiene un control seguro sobre todas las instalaciones».
Hecho: Las fuerzas rusas han convertido a la ZAES en una base militar e intimidan a su personal. El ejército ruso ha establecido una base militar en la ZAES donde el personal está siendo tomado como rehén. A mediados de julio, se produjeron tiroteos en el territorio de la central nuclear. El riesgo de cometer un error crítico en tales condiciones de trabajo es muy alto. Los especialistas rusos no pueden reemplazar a los ucranianos, ya que la ZAES se ha modernizado en los últimos años.
Olha Kosharna, la ex miembra de la Inspección Estatal de Regulación Nuclear de Ucrania, dice que actualmente hay casos registrados de secuestro de los empleados de la ZAES, se desconoce el paradero de 50 personas. A finales de mayo, los ocupantes dispararon en la puerta del apartamento a Serhii Shvets, el empleado del departamento de reparaciones eléctricas de la ZAES. El 29 de junio, los rusos mataron a golpes a Andrii Honcharuk, un buzo del taller hidráulico.
El 6 de agosto, el Energoatom informó que el personal militar ruso estacionado en la central nuclear de Zaporiyia ocupó todas las instalaciones del sótano. Así, los empleados de la planta se quedaron sin un refugio de bombas, porque allí no tienen acceso. En caso de nuevos bombardeos, el personal correrá un peligro aún mayor.
Falacia #3: Ucrania impide que el OIEA acceda a la ZAES.
Nebenzia: «Kyiv se niega a acordar las rutas de la misión del OIEA a la ZAES e impide su visita. Rusia espera que la visita se realice pronto».
Hecho: Rusia crea el peligro para la visita de la misión del OIEA a la central nuclear debido al bombardeo constante del territorio de la planta y sus asentamientos vecinos. Nikopol y Marganets, que están bajo el fuego del ejército ruso, están a solo 8 km de la estación.
El 8 de agosto, Ucrania envió cartas a la ONU y al OIEA solicitando una misión de seguridad en la central nuclear de Zaporiyia. Dmytro Lubinets, el comisionado de Derechos Humanos de Verjovna Rada, instó a la ONU, al OIEA y a toda la comunidad mundial a tomar las medidas posibles para enviar una misión de seguridad a la central nuclear de Zaporiyia, para desmilitarizar completamente su territorio y brindar garantías de seguridad a los residentes de Energodar para el mantenimiento de la planta.
El 11 de agosto, Ucrania proporcionó al OIEA y a la ONU pruebas de las violaciones de la seguridad nuclear por parte de los invasores rusos en la central nuclear de Zaporiyia y solicitó el envío inmediato de una misión internacional compuesta por especialistas del OIEA y expertos militares de la ONU. La parte ucraniana insiste en su organización lo antes posible de conformidad con la legislación ucraniana. En particular, la misión debe llegar a la ZAES a través del territorio controlado por Ucrania. Ucrania contribuirá a esto. «Si Rusia realmente no tiene nada que ocultar, debería otorgar de inmediato a los especialistas de la OIEA y la ONU acceso a la central nuclear de Zaporiyia», dijo el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba.
Falacia #4: Ucrania realizó sabotajes en la central nuclear de Chornóbil y obligó al personal a trabajar sin pausa.
Nebenzia: «En marzo, el personal de la central nuclear de Chornóbil trabajó sin parar durante más de un mes porque Kyiv los amenazó. El 9 de marzo, los saboteadores ucranianos intentaron desactivar la central nuclear de Chornóbil detonando líneas eléctricas. El accidente se evitó solo gracias a los esfuerzos del ejército ruso«.
Hecho: Las unidades de las fuerzas armadas rusas, que llevaron a cabo la toma por la fuerza de las instalaciones de la central nuclear de Chornóbil, cometieron un acto de terrorismo nuclear. Ucrania no ha cometido ninguna provocación en sus propias centrales nucleares; este hecho fue confirmado por las organizaciones internacionales para la regulación de la seguridad nuclear.
Rusia controló la central nuclear de Chornóbil hasta el 31 de marzo, convirtiéndola en su base militar temporal. Durante la captura de la central nuclear de Chornóbil, el ejército ruso amenazó a su personal con armas pesadas, dañó las instalaciones, minó el territorio y provocó una serie de incendios. Así lo demuestran los datos recopilados por el Servicio de Seguridad de Ucrania. Durante la ocupación, una gran cantidad de equipo militar pesado, armas y más de mil soldados rusos estuvieron constantemente estacionados en el territorio de la zona de exclusión.
Rusia no permitió que los equipos de reparación ucranianos ingresaran al territorio de la central nuclear de Chornóbil, cuando –como resultado de las acciones del ejército ruso– la ChAES fue desenergizada. Mientras que los medios del Kremlin desinformaron que fue la culpa de Ucrania.
Con sus acciones en la ChAES, Rusia violó gravemente la Convención de Ginebra sobre la Protección de la Población Civil en Tiempo de Guerra. Sus disposiciones prohíben los ataques a las instalaciones nucleares en los conflictos armados. Cabe señalar que Rusia se retiró de la Convención de Ginebra en 2019 para no adherirse a ella.