A mediados de septiembre de 2019, se produjo una rara filtración de datos personales. Los datos de más de veinte millones de ecuatorianos se fueron a una nube virtual no protegida. Vale la pena señalar que la población de este país es de poco más de diecisiete millones: la filtración no omitió la información sobre los muertos. Además, se filtraron datos de casi siete millones de menores de edad.
Todavía no está claro cómo se filtraron los datos de los servidores en Miami, propiedad de la empresa ecuatoriana Novaestrat. El escándalo fue revelado gracias a la compañía israelí vpnMentor, que informó al gobierno de Ecuador. Un informe publicado en su sitio web enumera las categorías de datos. Entre ellos están nombre completo, género, fecha y lugar de nacimiento, números de documentos y seguros, números de cuentas bancarias, ocupación, domicilios, números de teléfono, direcciones de correo electrónico, en algunos casos información de cuentas bancarias —incluidos su número y estado—, números de registro y otros datos del vehículo, nombres de los padres y sus números de identificación y otros datos. Además, contiene los datos de los negocios ecuatorianos.
Un día más tarde de que los medios revelaron el caso, el ministro ecuatoriano de Telecomunicaciones, Andrés Michelena, aseguró que los datos ecuatorianos ahora están a salvo. El ministro aseguró que no hubo piratería ni ciberataques. También se inició una investigación, y la responsabilidad principal se asignó a las personas asociadas con Novoestrat; por cierto, resultaron ser altos funcionarios del gobierno asociados con el gobierno anterior.
Además, el presidente Lenín Moreno anunció que la Ley de Protección de Datos Personales, en la que se había trabajado durante los últimos meses, se adoptará en un futuro próximo. Obviamente, dicha fuga de datos crea una gran amenaza para la seguridad de las personas afectadas, así como para la seguridad de la información. El resultado más probable puede ser un aumento en la cantidad de spam recibido tanto por correo electrónico como por teléfono.
Sin embargo, según los expertos de vpnMentor, también existe un alto riesgo de fraude: gracias a la información disponible, los delincuentes pueden ganar confianza y obtener aún más datos u otras ventajas. Aparte de los crímenes financieros, los datos personales pueden ser utilizados para la creación de perfiles falsos o para un robo de identidad en la red.
VpnMentor recomienda que todos los ecuatorianos cambien sus contraseñas, establezcan configuraciones de doble seguridad y actualicen sus derechos de acceso a los dispositivos.
La ironía de toda la historia se complementa con el hecho de que entre los que sufrieron una fuga de datos también está Julian Assange, el creador de WikiLeaks, quien hasta 2019 estuvo en la embajada ecuatoriana en Londres en relación con su asilo, y a fines de 2017 recibió la ciudadanía ecuatoriana.
Fuentes: vpnMentor, El Comercio, El Universo, BBC