El presidente Zelenskyy no ha hecho ningún tipo de declaración de que “la paz no formaba parte de los planes de Ucrania”. Por el contrario, Zelenskyy reiteró que es precisamente Rusia la que no ha seguido el protocolo de Minsk, ampliando progresivamente los límites de la agresión contra Ucrania.
Los medios rusos han difundido otra desinformación dirigida a la justificación de la agresión rusa contra Ucrania. Aludiendo a las palabras del presidente de Ucrania, los medios pro-Kremlin aseguran que Volodymyr Zelenskyy supuestamente “ha reconocido que no planeaba cumplir los acuerdos de Minsk» y que “la paz no entraba en los planes de Ucrania”.
Los mensajes de desinformación de los medios rusos de que Ucrania supuestamente “no tenía pensado cumplir los acuerdos de Minsk” se basan en la entrevista de presidente Zelenskyy al diario francés Le Figaro y a la revista alemana Der Spiegel. El presidente de Ucrania no ha hecho ningún tipo de declaración de que “la paz no formaba parte de los planes de Ucrania”. Por el contrario, Zelenskyy reiteró que es precisamente Rusia la que no ha seguido el protocolo de Minsk, ampliado progresivamente los límites de la agresión contra Ucrania.
En su respuesta a la pregunta sobre la efectividad de los acuerdos de Minsk, Zelenskyy señaló que el documento fue formado de tal manera para que la invasión rusa quedara congelada en las regiones de Donetsk y Lugansk. En su opinión, los acuerdos de Minsk son una concesión a Rusia que no podrían cumplirse sin que Ucrania perdiera territorios.
“No quiero ofender a nadie, pero los acuerdos de Minsk que se contemplan como una manera de calmar la situación, en realidad fueron una concesión a Rusia… Los acuerdos de Minsk han sido redactados de tal manera para que nadie pudiera aplicarlos, y el conflicto quedara congelado. Al leer sus disposiciones, no he percibido en ellas el afán de conservar la independencia de Ucrania, sino tal solo una manera de saciar el apetito de Rusia por cuenta de Ucrania y posponer el proceso diplomático [ed.- de la desocupación de los territorios ucranianos invadidos por Rusia]”, dijo Zelenskyy.
Fue este el fragmento de Zelenskyy que los medios rusos sacaron fuera del contexto y anunciaron que “la paz no formaba parte de los planes de Ucrania”, cuando en verdad, el presidente de Ucrania no lo dijo. Zelenskyy resaltó que los acuerdos de Minsk han congelado el proceso diplomático en cuanto a la recuperación de las partes ocupadas por Rusia de las regiones de Donetsk y Lugansk.
La disposición de Ucrania para la vía diplomática y negociación con el agresor ruso, que en 2014 desató una guerra en las regiones de Donetsk y Lugansk, habiendo ocupado previamente Crimea, se confirma, al menos, con la firma del primer y segundo acuerdos de Minsk en 2014 y 2015. Por otro lado, Ucrania ha participado de manera regular en las reuniones del Grupo de Contacto Trilateral sobre Soluciones Pacíficas, pero Rusia continuó lanzando sus ultimátums y exigió el reconocimiento de los territorios ocupados como «rusos», acusando a las autoridades ucranianas de «sabotaje de los Acuerdos de Minsk».
Es precisamente Rusia la que continuó el proceso de escalada de la guerra contra Ucrania. A finales del 2019, por primera vez en varios años se convocó la cumbre del Formato de Normandía, durante la cual Zelenskyy y Putin mantuvieron un cara a cara, acordando un alto el fuego total en toda la línea de contacto. La resolución de esta cumbre fue ignorada por Rusia. Incrementando el nivel de agresión, el 17 de diciembre de 2021 Kremlin ha lanzado otro ultimátum al mundo democrático, exigiendo la obediencia de Occidente y la posterior entrega de toda Europa del Este a la esfera de influencia rusa. A pesar de la retórica agresiva de Rusia y sus demandas claramente imposibles, se llevaron a cabo tres rondas de negociaciones diplomáticas entre Estados Unidos, la OTAN, la OSCE y Rusia en el transcurso de cuatro días, del 10 al 13 de enero de 2022. El chantaje ruso no funcionó y las partes no llegaron a un acuerdo sobre la mayoría de los temas. Entonces Rusia amenazó a Occidente con un «empeoramiento inevitable de la situación de seguridad de todos los estados sin excepción». Lo cual, de hecho, sucedió en la madrugada del 24 de febrero de 2022, cuando Rusia inició una invasión a gran escala de Ucrania.