Las instalaciones de generación de energía de Ucrania funcionan exclusivamente para el consumo nacional, y no se exporta energía desde Ucrania.
La propaganda pro-Kremlin La propaganda pro-Kremlin está utilizando activamente el hecho de que se hayan introducido horarios de suministro eléctrico en Ucrania para sus propios fines. Con el objetivo de desmoralizar a la sociedad ucraniana, los propagandistas han lanzado en las redes sociales la narrativa de que el corte de electricidad que comenzó en Ucrania debido a los masivos ataques rusos a las instalaciones de generación es una especie de «plan» para vender electricidad a los países de la UE: «mientras vosotros estáis sin electricidad, estas bestias están exportando electricidad a Rumanía», dicen las publicaciones en las redes sociales.
En mayo-junio de 2024, todas las capacidades de las centrales eléctricas ucranianas funcionan exclusivamente para el consumo nacional, y no se exporta electricidad fuera de Ucrania, informa Ukrenergo. Estos datos pueden verificarse fácilmente de forma independiente utilizando la plataforma oficial de Ukrenergo, que realiza subastas para la exportación comercial de electricidad ucraniana a los países vecinos. Además, todos los datos sobre acuerdos comerciales entre países pueden consultarse en la web oficial de la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E), de la cual Ucrania forma parte.
Tomando el 6 de junio de 2024 como punto de partida -el día en que apareció el fake sobre las exportaciones de energía ucraniana a Rumanía- podemos ver que ese día no había suministros de energía desde Ucrania. Es más, el 6 de junio, Ucrania importó energía rumana.
Sin embargo, es cierto que sale electricidad de Ucrania. No obstante, no se trata de generación comercial puesta a la venta. Es un fenómeno físico como el flujo de electricidad. Ucrania está totalmente sincronizada con el sistema energético europeo y funciona como un único organismo «vivo». Los flujos técnicos circulan constantemente por el sistema fusionado de la UE y Ucrania. En términos sencillos, la energía está en movimiento, viene de un lado y vuelve al otro. Los flujos de energía ayudan a equilibrar los sistemas de los países, apoyándose y estabilizándose mutuamente.
Los operadores también registran el volumen de los flujos técnicos: los datos se publican en la web de la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E). Es fácil calcular por cuenta propia la cantidad de electricidad recibida y enviada por el sistema ucraniano. El 6 de junio de 2024, el sistema ucraniano suministró 4355 MW a Rumanía. Sin embargo, ese mismo día, Ucrania recibió 1704 MW de Eslovaquia, 16758 MW de Hungría y 6418 MW de Moldavia. Es decir, Ucrania recibió más energía de la que entregó: esto es equilibrar el sistema.
Según el análisis del grupo ExPro Consulting, Ucrania duplicó sus importaciones de electricidad de la UE en mayo de 2024. Al mismo tiempo, las exportaciones ucranianas cayeron el triple: desde el 12 de mayo, Ucrania ha dejado por completo de vender energía a las empresas europeas, afirman los analistas.
En mayo de 2024 se reanudaron en Ucrania los cortes de energía de emergencia y la introducción de horarios de suministro eléctrico. Los ucranianos pasaron el período otoño-invierno de 2022-2023 en la misma modalidad de escasez de energía debido a los ataques terroristas rusos.
El 10 de octubre de 2022, Rusia lanzó ataques masivos con misiles contra instalaciones energéticas ucranianas con el pretexto de «tomar represalias contra el ataque ucraniano» al puente sobre el estrecho de Kerch construido ilegalmente por los ocupantes. Según la inteligencia ucraniana y los servicios de inteligencia occidentales, Rusia había planeado lanzar una serie de ataques contra el sector energético ucraniano mucho antes de la operación especial de las fuerzas de defensa ucranianas contra el puente ruso. Para más información, consulte el artículo de StopFake: “Falso: El ataque aéreo masivo ruso de Ucrania es una venganza por el ataque al puente de Crimea”.
Según el derecho internacional, los ataques rusos con misiles contra infraestructuras críticas ucranianas pueden considerarse crímenes de guerra imprescriptibles y sujetos a la jurisdicción de tribunales de todo el mundo. El 5 de marzo de 2024, la Corte Penal Internacional dictó órdenes de detención contra el comandante ruso de la Aviación de Largo Alcance, Serguéi Kobylash, y el comandante ruso de la Flota del Mar Negro, Viktor Sokolóv. Según la CPI, cada uno de ellos es presuntamente responsable de crímenes de guerra, consistentes en ataques contra objetivos civiles en Ucrania, así como de crímenes contra la humanidad, que consisten en acciones inhumanas de los ocupantes contra la población civil. Lea más detalladamente sobre este tema en la siguiente publicación: “Falso: El Tribunal de La Haya “absuelve” al ejército ruso”.