Hasta la fecha, la Secretaría de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) no ha encontrado pruebas del uso de armas químicas por parte de Ucrania durante la guerra. Ucrania también ha subrayado en repetidas ocasiones que el país no dispone de la infraestructura adecuada para el desarrollo y la producción de armas biológicas.
La propaganda rusa está difundiendo activamente la declaración de que Ucrania supuestamente planea utilizar armas químicas o bacteriológicas para contaminar las aguas de la región de Jersón. La fuente primaria de esta información es el representante del gobierno de ocupación, el colaboracionista Vasyl Saldo, quien no se puede considerar una fuente de información fiable.
Durate toda la guerra ruso-ucraniana, la propaganda del Kremlin ha afirmado repetidamente que Ucrania pretende utilizar armas bacteriológicas o químicas. Con esas narrativas, los medios de comunicación rusos forman activamente una imagen negativa de Ucrania, afirmando que el gobierno ucraniano supone una amenaza para la población local, incluso mediante la amenaza de utilizar productos químicos y envenenar las masas de agua.
Sin embargo, no hay pruebas de que Ucrania haya utilizado o pretenda utilizar armas químicas o biológicas en la zona de guerra o en los territorios temporalmente ocupados. Las anteriores acusaciones de Rusia también carecían de pruebas y eran mera desinformación. Además, esos informes van acompañados de comentarios similares en las redes sociales sobre tropas ucranianas que supuestamente han envenenado el agua de los pozos de varios asentamientos. Todo ello es prueba de una operación coordinada de desinformación.
Cabe destacar que la utilización de armas químicas está prohibida por el derecho internacional, en particular por el Protocolo de Ginebra sobre el Gas y la Convención sobre Armas Químicas. Tanto Rusia como Ucrania son signatarios de ambos documentos. Ucrania eliminó o se deshizo de todas sus armas químicas tras el colapso de la Unión Soviética.
Hasta la fecha, la Secretaría de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) no ha encontrado pruebas del uso de armas químicas por parte de Ucrania durante la guerra. Al mismo tiempo, en mayo de 2024, Estados Unidos anunció que la Federación Rusa había utilizado armas químicas contra Ucrania, concretamente cloropicrina, una sustancia química incluida en la Lista 3 de la Convención, así como agentes antidisturbios. Por su parte, la Federación Rusa niega el uso de tales armas. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania afirma que Rusia ha utilizado municiones cargadas de sustancias químicas al menos 815 veces desde el comienzo de la invasión a gran escala.
Al comienzo de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, Izumi Nakamitsu, Alta Representante de la ONU para Asuntos de Desarme, declaró que la organización no tenía conocimiento de ningún programa de armas biológicas en Ucrania, respondiendo así a las acusaciones de Rusia contra Ucrania por la supuesta existencia de míticos biolaboratorios.
Al mismo tiempo, la Representante Permanente Adjunta de Ucrania ante la ONU, Jrystyna Gayovyshyn, aseguró que Ucrania nunca había desarrollado, producido ni almacenado armas biológicas o químicas, ni de forma independiente ni conjuntamente con nadie.
“Nuestro país no dispone de la infraestructura adecuada para el desarrollo y la producción de armas biológicas”, declaró ella.
Anteriormente StopFake había refutado otras falsedades sobre el supuesto uso de ras químicas por parte de Ucrania: Vídeo falso: Las Fuerzas Armadas de Ucrania emplearon armas químicas prohibidas, Falso: Ucrania suministró a Azerbaiyán municiones de fósforo.