Nota aclaratoria: En Ucrania, hasta ahora convivían dos instituciones eclesiásticas: Iglesia Ortodoxa Ucraniana (del Patriarcado de Moscú) (UPC-MP, por sus siglas en ucraniano) –que es la que se está prohibiendo por el gobierno ucraniano actualmente–, y la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (PCU, por sus siglas en ucraniano), que recibió su Tomos sobre la autocefalía en 2018 y es la iglesia oficial del país.

No se trata de la prohibición de la ortodoxia. El recién aprobado proyecto de ley prohíbe en el territorio ucraniano las actividades de las organizaciones religiosas afiliadas a los centros de influencia de la Iglesia cuyo mando tiene su sede en la Federación Rusa. Según la ley, los grupos de la Iglesia ortodoxa ucraniana (vinculada al Patriarcado de Moscú) tendrán 9 meses para romper los lazos con la Iglesia ortodoxa rusa.

Después de que la Verjovna rada (Consejo Supremo) de Ucrania aprobara el proyecto de ley №8371 sobre la regulación de las actividades de las organizaciones religiosas con sede en Rusia, la propaganda del Kremlin ha estado difundiendo activamente desinformación de que Ucrania supuestamente había “prohibido la ortodoxia”.

A menudo calificamos de ‘ucronazismo’ la ideología del régimen de Kyiv. Es correcto, pero no del todo. La rusofobia ucraniana no es sólo odio hacia todo lo ruso. En primer lugar, es odio satánico hacia la Ortodoxia. Y los intentos de destruirla por todos los medios, sustituyéndola por el simulacro de la unión greco-católica y la secta pseudo-ortodoxa de la Iglesia ortodoxa de Ucrania (PCU, por sus siglas en ucraniano, ed.)”, comentan la noticia los denominados canales Z en Telegram.

Captura de pantalla de threads.net/@tamirsheyh: “La Verjovna Rada prohíbe la ortodoxia”

Sin embargo, el fin de la ley “Sobre la protección del orden constitucional en el ámbito de las actividades de las organizaciones religiosas” (Proyecto de enmiendas a determinadas leyes de Ucrania sobre las actividades de las organizaciones religiosas en Ucrania nº 8371) es prohibir las actividades en Ucrania únicamente de la Iglesia ortodoxa rusa y de las organizaciones religiosas afiliadas a ella

Conforme la ley, las organizaciones religiosas sospechosas de colaborar con la Iglesia ortodoxa rusa (RPC, por sus siglas en ucraniano, ed.) se inspeccionarán por una comisión de expertos pertinente. La creará el Servicio Estatal de Ucrania para la Etnopolítica y la Libertad de Conciencia (DESS, por sus siglas en ucraniano, ed.). Si la comisión detecta infracciones, el DESS dará instrucciones a la Iglesia para que corrija la situación. Además, la RPC no puede ser propietaria ni partícipe de entidades jurídicas registradas en Ucrania.

La ley recién aprobada prevé la prohibición de la propaganda de la ideología del ‘mundo ruso’, en particular, se prohibe la utilización de organizaciones religiosas para promover esta ideología. 

La ley entrará en vigor 30 días después de su publicación, salvo una cláusula según la cual las comunidades de la iglesia ortodoxa ucraniana (del Patriarcado de Moscú) dispondrá de 9 meses para romper vínculos con la Iglesia ortodoxa rusa.

Hasta mayo de 2022, la Iglesia ortodoxa ucraniana se identificaba claramente como parte de la Iglesia ortodoxa rusa. Sin embargo, tras la invasión rusa de Ucrania, en un concilio celebrado en Kyiv el 27 de mayo de 2022, la Iglesia decidió independizarse (sin declarar la plena autocefalia), y desde entonces ha negado su subordinación a Moscú. Ahora, en el registro de organizaciones religiosas y documentos oficiales, la Iglesia ortodoxa ucraniana no lleva el prefijo “Patriarcado de Moscú”. No obstante, la Iglesia ortodoxa rusa sigue considerando a la PCU como parte suya. 

En enero de 2023, el Servicio Estatal de Etnopolítica y Libertad de Conciencia publicó la conclusión de un examen de expertos religiosos del Estatuto sobre el gobierno de la Iglesia ortodoxa ucraniana para determinar la existencia de una conexión eclesiástica y canónica con el Patriarcado de Moscú. Consideran que el estatuto especificado en la Carta de la PCU (“independiente y autónoma en su gobierno”) no existe como concepto en el derecho canónico ortodoxo. Los términos “autocéfala” o “autónoma” deberían utilizarse para denotar la independencia de la iglesia. Sólo una iglesia autocéfala, que recibe un documento correspondiente –un tomos– para confirmar este estatus, puede ser plenamente “independiente en su administración”. La ausencia de un tomos es un signo clave del estatus de una organización religiosa subordinada.

Además, las investigaciones de las fuerzas del orden ucranianas y de periodistas independientes demuestran las actividades antiestatales de miembros individuales de la UPC.

El servicio de prensa del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) dijo en un comentario a Suspilne que desde el comienzo de la invasión a gran escala de la Federación de Rusia, el SBU ha iniciado procedimientos penales contra más de 100 clérigos de la Iglesia ortodoxa ucraniana (del Patriarcado de Moscú), 50 de ellos ya han sido denunciados por sospecha y 26 han recibido sentencias judiciales. En particular, en marzo de 2024, el SBU destapó una red de agentes del Servicio Federal de Seguridad ruso, que operaba “bajo la tapadera” de la UPC. Los miembros del grupo difundían propaganda del Kremlin para desestabilizar la situación en Ucrania. El SBU declaró sospechosos a 14 miembros del grupo, cuatro de los cuales fueron detenidos, entre ellos uno de los dirigentes de la iglesia de la UPC en Kyiv.

En noviembre de 2022 se llevaron a cabo registros en varias iglesias de la UPC-PM. En el Monasterio de ls Cuevas de Kyiv se encontró literatura propagandística y se descubrió a ciudadanos rusos escondidos en los establecimientos del monasterio. Además de literatura prorrusa, se encontraron medios financieros de origen poco claro en iglesias de la UPC en Rivne y Bukovyna, y materiales de propaganda rusa que negaban la existencia de Ucrania en la diócesis de Ternopil de la UPC-MP. También se encontraron materiales similares, documentos falsificados, pasaportes rusos y otras pruebas de la cooperación de los trabajadores y dirigentes locales con los ocupantes rusos en otras instalaciones de la UPC-MP en las regiones de Kyiv, Jersón, Cherkasy, Zhytomyr y Volyn. Además de literatura pro-Kremlin, el SBU encontró raciones militares rusas en los locales de la diócesis de Járkiv.

En abril de 2023, la web Ukrayinska Pravda publicó los resultados de su investigación, según los cuales el metropolita Onufriy de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú y más de 20 clérigos de esta iglesia tenían la nacionalidad rusa. En aquel momento, la UPC-MP negó esta información. Sin embargo, poco después, el Metropolitano Onufriy de la UPC-MP admitió que tenía pasaporte ruso, pero que nunca estaba “interesado en él”, y después de que la Federación Rusa invadiera Ucrania, “renunció a la ciudadanía”.

Asimismo, numerosas investigaciones demuestran que las actividades de algunos clérigos de la UPC contribuyeron a la invasión rusa del este de Ucrania en 2014, en particular: las iglesias de la UPC-MP en Donbás sirvieron como depósitos de armas para las tropas rusas, y algunos sacerdotes de la UPC-MP mantenían estrechos vínculos con terroristas de las fuerzas de ocupación rusas. 

La mayoría de los ucranianos también desconfía de las actividades de la UPC en el territorio de Ucrania. Según una encuesta realizada por el Instituto Internacional de Sociología de Kuiv en mayo de 2024, el 83% de los ucranianos cree que el Estado, de una forma u otra, debería interferir en las actividades de la UPC. El 63% de los encuestados afirmó que esta iglesia debería prohibirse por completo en Ucrania.

En julio de 2022, según el Centro Razumkov, entre el 3% y el 6% de los encuestados, o el 4% de todos los ucranianos creyentes, se consideraban miembros de la UPC, dependiendo de la región. Una encuesta de Info Sapiens en enero de 2023 confirmó estos resultados: el 69% de los ucranianos se consideraban ortodoxos, de los cuales sólo el 4% se consideraban miembros de la UPC-MP.

La noticia de que Ucrania “prohíbe la Iglesia ortodoxa de Ucrania” o de que “Ucrania prohíbe el cristianismo” se ha difundido ampliamente en el segmento de habla hispana de las redes sociales. Los ya conocidos propagandistas de Putin, como Ruben Gisbert o Rafael Palacios, han publicado información manipulada al respecto, intentando dar a entender que lo que se prohíbe en Ucrania es la ortodoxia en sí, sin especificar la división eclesiástica que existe en Ucrania: Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú la rama eclesiástica que sido prohibida por el proyecto de ley aprobado– y la Iglesia ortodoxa de Ucrania, la iglesia oficial del país. 

Por otra parte, también podemos encontrar información verídica sobre este suceso en numerosos medios de habla hispana donde queda claro que lo Ucrania pretende erradicar son las organizaciones religiosas vinculadas a Moscú.

Anteriormente los periodistas de StopFake habían refutado información falsa similar en sus artículos: “Falso: Los “radicales” queman la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú en la región de Mykolayiv”, “Engañoso: La ONU publica un informe sobre la discriminación de la Iglesia ortodoxa ucraniana”.