Los rescatistas ucranianos imparten regularmente capacitación sobre la liquidación de las consecuencias de las situaciones de emergencia, así como capacitación para protección radiológica; esto de ninguna manera comprueba la narrativa rusa sobre la «preparación de una provocación». Ninguno de los socios internacionales de Ucrania declaró sobre la «preparación de provocaciones por parte del ejército ucraniano» en la central nuclear de Zaporiyia (ZAES), temporalmente ocupada por las tropas rusas.
Los funcionarios rusos continúan negando cualquier participación del ejército ruso en los daños a las instalaciones nucleares de Ucrania. El 18 de agosto, los medios pro-Kremlin, citando al Ministerio de Defensa rusa, informaron que las Fuerzas Armadas de Ucrania supuestamente estaban preparando una provocación en la central nuclear de Zaporiyia, que al momento está ocupada por las fuerzas rusas. Como prueba señalan los ejercicios ucranianos de la liquidación de las consecuencias de las situaciones de emergencia. Asimismo, los medios rusos aseguran que la preparación de provocaciones por parte del ejército ucraniano en la ZAES supuestamente «fue confirmada por Occidente».
De hecho, Ucrania, después del bombardeo masivo de la central nuclear de Zaporiyia, el 17 de agosto realizó una inspección de todos los servicios, fuerzas y medios responsables del control radioquímico, biológico y nuclear. Además, los rescatistas ucranianos se prepararon para una respuesta rápida a una posible situación peligrosa y recibieron capacitación especial sobre la liquidación de las consecuencias de las situaciones de emergencia. Ucrania ha creado un cuartel general de crisis sobre la base del Energoatom, que debería ser lo más eficaz posible en caso de cualquier situación de emergencia en la ZAES que pudieran crear las tropas de los ocupantes.
Sin embargo, los ejercicios de los bomberos y rescatistas de ninguna manera confirman las mentiras sobre “la preparación de una provocación” en su propio objeto nuclear. Ucrania –como país con cuatro centrales nucleares en funcionamiento– realiza entrenamientos especiales varias veces al año en sus instalaciones nucleares, incluidas las internacionales, lo cual no es ningún secreto. Además, eso muestra que Ucrania está abierta a cualquier tipo de inspecciones nucleares y no esconde sus acciones en este campo.
La Oficina del Presidente de Ucrania refuta la información sobre la preparación de provocaciones. Así, Myjailo Podolyak, el asesor del presidente de Ucrania, enfatizó que si Rusia está «preocupada» por la posibilidad de una catástrofe en la central nuclear de Zaporiyia, entonces la solución más fácil es retirar las armas rusas de los edificios de la ZAES, desminar sus edificios, liberar el personal capturado, detener el bombardeo de la ciudad cercana de Nikopol y desocupar completamente la central nuclear.
El 18 de agosto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió la creación de una zona desmilitarizada alrededor de la central nuclear para evitar un posible desastre. Guterres, enfatizó que la central nuclear de Zaporiyia –incautada por Rusia– es una instalación civil que no debe usarse como sitio para operaciones militares.
Es Rusia la que está creando una situación amenazante al colocar armas en el territorio de la ZAES. Esta información es confirmada por una serie de datos de inteligencia de los países occidentales. El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo el 1 de agosto que Estados Unidos tiene datos confiables de que Rusia está utilizando la ZAES capturada como un «escudo nuclear». Blinken explicó que el ejército ruso ha establecido una base militar y un puesto de tiro en la instalación nuclear ucraniana, confiando en que las Fuerzas Armadas de Ucrania no responderán con fuego a la dirección de la central nuclear y no pondrán al mundo al borde de un desastre nuclear.
Los invasores rusos atacaron la central nuclear de Zaporiyia y bombardearon la instalación nuclear la noche del 4 de marzo de 2022. Como consecuencia del ataque ruso a la central nuclear más grande de Europa, se produjo un incendio. Ucrania no llevó a cabo ningún ataque contra sus propias instalaciones de energía. Este hecho fue confirmado por muchos socios occidentales de Ucrania, y el bombardeo ruso de la ZAES fue calificado como un crimen de guerra. Los rusos todavía controlan la ZAES, poniendo en riesgo no solo a Ucrania y a varios países de la UE, sino también a sus propios territorios.