Es Rusia, no Ucrania, la que crea la amenaza de una catástrofe por sus acciones en la central nuclear de Zaporiyia. El ejército ruso coloca equipo militar pesado con municiones en la sala de máquinas de la primera unidad de potencia de la central nuclear, establece allí sus posiciones para el fuego y sigue disparando desde ellas. Energoatom ha declarado repetidamente que las tropas rusas están convirtiendo la planta de energía en una base militar y usándola como una capa protectora.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia afirmó que las acciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania en Energodar -donde se encuentra la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa- podrían causar un desastre inmenso. Según ellos, el ejército ucraniano dispara contra la central nuclear, violando las resoluciones del OIEA.
Tales declaraciones del MAE de Rusia son completamente falsas y un intento de echar la culpa de una posible catástrofe a Ucrania. No es Ucrania, sino las acciones del ejército ruso las que están creando una situación cada vez más alarmante en torno a la central nuclear de Zaporiyia (ZAES).
La ZAES fue capturada por las tropas rusas el 4 de marzo, luego la ciudad satélite de la ZAES, Energodar también fue ocupada. La empresa Energoatom que controla todas las plantas nucleares en funcionamiento en el país, ha declarado repetidamente que las fuerzas rusas están convirtiendo la planta de energía nuclear en una base militar y usándola como una capa de protección. Además, los ocupantes capturan regularmente a sus empleados y, según los informes, los torturan.
El alcalde de Energodar, Dmytro Orlov, enumeró exactamente dónde se establecieron puestos de fuego y dónde se ubican equipos militares en la ciudad, y de esta lista se deduce que la mayoría de las armas se concentran alrededor de la planta nuclear.
Además, el 21 de julio, Energoatom informó que los ocupantes rusos introdujeron al menos 14 unidades de equipo militar pesado con municiones, así como armas y explosivos en la sala de máquinas de la primera unidad de potencia de la central nuclear de Zaporiyia. La empresa informó que el arsenal de equipo pesado con todas las municiones ahora se encuentra muy cerca de los equipos que aseguran el funcionamiento del turbogenerador, en particular, en las inmediaciones del tanque con aceite inflamable, que se utiliza para enfriar la turbina de vapor: “Allí hay hidrógeno explosivo usado para enfriar el generador”.
Como resultado de tales acciones, el 22 de julio, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) emitió un comunicado diciendo que todos los informes de la ZAES «apuntan a una situación cada vez más alarmante«. El director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, pidió la máxima moderación «para evitar cualquier accidente que pueda amenazar la salud de la población en Ucrania y en cualquier lugar«.
Las declaraciones de Rusia de que el ejército ucraniano bombardea constantemente la ZAES no se corresponden con la realidad. El ejército ruso ya había intentado repetidamente hacer pasar su propio bombardeo de los barrios residenciales de Energodar como si fuese el bombardeo de las Fuerzas Armadas de Ucrania e incluso difundió una noticia falsa sobre una «provocación planificada» en la que apareció una «bomba» con la inscripción «FAU» (ed.- primeras letras de las Fuerzas Armadas de Ucrania, pero en transliteración desde ruso, no ucraniano).
Los propagandistas rusos también intentaron acusar a la parte ucraniana de bombardear la ZAES, cuando se atacaron las posiciones rusas cercanas a la planta nuclear. Pero el vídeo del dron -que filmó el ataque- muestra claramente que el objetivo de las fuerzas ucranianas eran las tiendas militares de los ocupantes y su equipo. Las fotos del lugar del ataque después del incendio también indican que era la ubicación de los ocupantes rusos, y no una instalación que forma parte de la ZAES. La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania informó sobre eso.
Anteriormente, el Servicio de Seguridad de Ucrania informó que había recopilado pruebas irrefutables de que las unidades de las tropas rusas -que tomaron por la fuerza las instalaciones de la central nuclear de Chornóbil y las controlaron en el período del 24 de febrero al 31 de marzo- cometieron un acto del terrorismo nuclear. Rusia convirtió la planta de energía nuclear de Chornóbil en su base militar temporal, lo que violó gravemente la Convención de Ginebra, que prohíbe directamente los ataques a instalaciones nucleares en conflictos armados. Aparte de todo, el ejército ruso dañó y minó el territorio de Chornóbil; impidió el monitoreo externo regular de la radiación y el suministro continuo de repuestos, combustible y consumibles; mantuvo al personal en condiciones estresantes, aumentando la probabilidad de errores profesionales.
La organización internacional de protección ambiental Greenpeace también realizó su evaluación de las consecuencias de la ocupación rusa de la central nuclear de Chornóbil. Allí encontraron que el nivel de radiación en las áreas donde los rusos llevaron a cabo operaciones militares, cavaron trincheras y, por lo tanto, expusieron suelo contaminado radiactivamente, era al menos tres veces mayor que la estimación del OIEA. Por ello, Greenpeace pidió una revisión de la valoración de la agencia –que emplea a mucha gente de nacionalidad rusa– lo que podría afectar a la objetividad de sus conclusiones. Además los ecólogos de Greenpeace comprobaron los daños con las imágenes satelitales.
Entonces, el ejército ruso ya ha demostrado de lo que es capaz cuando se trata de instalaciones nucleares en Ucrania y, por lo tanto, mientras la ZAES está bajo el control de los ocupantes, realmente puede amenazar al mundo con un desastre provocado por el hombre.
