Los múltiples informes de organizaciones de los Derechos Humanos demuestran lo contrario: Rusia, empezando por el comienzo de la invasión a gran escala, emplea sistemáticamente bombas de racimo contra la infraestructura civil y la población pacífica de Ucrania. Uno de estos ataques con uso de bombas de racimo es el ataque ruso con misiles a la estación de trenes de Kramatorsk el 8 de abril de 2022, a consecuencia del cual murieron al menos 58 civiles y alrededor de 100 personas pacíficas resultaron heridas.
A lo largo de la última semana, los medios de comunicación del Kremlin y, también, las autoridades de Rusia, en respuesta al suministro de municiones de racimo a Ucrania por parte de EEUU, han estado difundiendo información falsa de que el ejército ruso supuestamente nunca usó bombas de racimo en la guerra contra Ucrania, incluso durante períodos en los que experimentaron escasez de otros suministros. “Si ellos las emplean contra nosotros, nosotros estaremos en nuestro derecho de imitar sus acciones”, anunció el presidente Putin al propagandista Pavel Zarubin en su comentario para el programa “Moscú. El Kremlin. Putin” en el canal Rossiya 1 (Rusia 1).
Sin embargo, es una mentira cínica. El ejército ruso, desde los primeros días de la invasión de Ucrania a gran escala, emplea regularmente bombas de racimo contra la población civil, lo cual está prohibido por las Convenciones Internacionales.
La organización de los DDHH, Human Rights Watch, explica que el Derecho Humanitario Internacional requiere que ambas partes del conflicto respeten la regla de la distinción, o sea, las partes deben distinguir entre civiles y combatientes, así como entre objetivos civiles y objetivos militares. El uso de municiones de racimo, al menos, allí donde puedan estar presentes los civiles, viola esta regla. La investigadora de Human Rights Watch, Bonnie Docherty, explica que las municiones de racimo son una amenaza para los civiles por dos razones: las submuniciones se extienden sobre un área grande y no pueden distinguir a los soldados de los civiles, y muchas submuniciones no explotan al impactar contra una superficie. Se convierten en minas terrestres que representan una amenaza para los civiles durante meses, años o incluso décadas después de un conflicto.
El experto militar, Oleg Zhdanov, y el investigador de Conflict Intelligence Team (CIT), Kiril Mijailov, en su comentario para Radio Svoboda afirman que en la guerra contra Ucrania, el ejército ruso ha empleado todo tipo de armas de racimo existentes: para los sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple Hurricane, Smerch y Tornado-S.
Ya en la primera semana de la invasión a gran escala, desde el 24 de febrero hasta el 5 de marzo de 2022, la organización de los DDHH, Truth Hounds, después de analizar fotografías y vídeos de proyectiles sin explotar, sus restos en los sitios de impacto y áreas afectadas, llegó a la conclusión de que el ejército ruso utilizó precisamente armas no convencionales de acción indiscriminada en diferentes ciudades de Ucrania. Su análisis mostró que en la mayoría de las veces fueron los proyectiles del lanzacohetes múltiple BM-30 Smerch, los que impactaban en los objetivos de los testigos de los ataques.
Además, a principios de marzo de 2022, Rusia empleó bombas de aire con elementos de racimo PTAB-1M en la región de Odesa. Estas submuniciones de racimo son elementos de una bomba aérea antitanque no guiada destinada a destruir equipo militar pesado con una alta capacidad destructiva. El vídeo publicado por el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania en la región de Odesa, muestra 253 unidades de dichas submuniciones encontradas en el lugar de la caída de bombas de aire en los poblados de Bilenke y Zatoka, en la región de Odesa. “Una cantidad tan grande de elementos de racimo sin explotar indica otra señal del peligro creciente de este tipo de armas para la población civil, dado que las municiones de bombas de racimo sin explotar pueden permanecer desapercibidas en el lugar de impacto durante mucho tiempo y explotar en cualquier momento posterior”, explica el informe de Truth Hounds.
El informe de la organización internacional de los DDHH, Amnesty International, que se titula “Anyone can die at any time”: Indiscriminate attacks by Russian forces in Kharkiv, Ukraine” del 13 de junio, explica que cientos de civiles murieron en Járkiv como resultado del uso de municiones de racimo por el ejército ruso. La organización de los Derechos Humanos ha documentado al menos 28 casos de ataques indiscriminados a Járkiv por parte de Rusia. En concreto, la organización está analizando uno de estos ataques, en el que murieron tres civiles, uno de ellos un niño. La organización ha reunido pruebas que confirman que en la mañana del 25 de febrero, un misil ruso de 220 milímetros del sistema Uragan lanzó municiones de racimo sobre la guardería Solecito en la ciudad de Ojtyrka de la región de Sumy, donde se escondían civiles. La organización de los DDHH ha anunciado que dicho ataque puede clasificarse como un crimen de guerra.
A finales de marzo de 2022, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha anunciado que de acuerdo con datos confirmados, Rusia empleó municiones de racimo al menos en 24 ocasiones.
El 21 de julio, el Secretario de Prensa del Departamento de Defensa Nacional, John Kirby, afirmó que Ucrania ya está empleando las municiones de racimo estadounidenses en el campo de batalla. Kirby subrayó que las Fuerzas Armadas de Ucrania usan las municiones de racimo “de manera correcta y efectiva”. Anteriormente, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo que el ejército ucraniano usaría municiones de racimo recibidas de los Estados Unidos para destruir sólo objetivos militares y sólo en sus territorios temporalmente ocupados.
Anteriormente, los periodistas de StopFake analizaron en detalle el ataque con cohetes rusos con el empleo de municiones de racimo a la estación de tren de Kramatorsk el 8 de abril de 2022, a consecuencia del cual murieron al menos 58 civiles y alrededor de 100 personas resultaron heridas. Podrá encontrar más detalles sobre el tema en los artículos: “Falso: El ataque a la estación de trenes de Kramatorsk fue hecho por el ejército ucraniano”, “Falso: Un vídeo de la BBC «comprueba» que el ejército ucraniano bombardeó a Kramatorsk”.