Los medios rusos nos aseguran que Rusia no viola las disposiciones del Tratado INF —que trata sobre la eliminación de los misiles balísticos y de crucero nucleares o convencionales, cuyo rango operativo de alcance estuviera entre 500 y 5500 kilómetros— y que no desarrolla armas peligrosas capaces de llevar cargas nucleares.
Además, los periodistas rusos afirman que los acuerdos internacionales sobre control de armas lo violan los Estados Unidos que intentan a desplegar sus misiles en el territorio de Europa.
Las noticias falsas aparecieron justo cuando el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que a Rusia le quedan cinco semanas para eliminar las violaciones del Tratado INF y volver a cumplirlo. En respuesta los medios propagandísticos culparon a los políticos occidentales de rusofobia.
Los Estados Unidos y la Unión Soviética firmaron el Tratado INF en 1987. Gracias al documento, los países eliminaron toda una clase de misiles terrestres, tanto convencionales como nucleares, con un rango de 500 a 5500 kilómetros. Rusia comenzó a violar masivamente las obligaciones internacionales y varios tratados tras la anexión de la Crimea ucraniana y la agresión en el Donbás.
En 2016 en la OTAN mencionaron que las actividades de Rusia en términos de armas causa serias preocupaciones. En 2017, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, impuso las primeras sanciones relacionadas al desprecio por el Kremlin del Tratado para la Eliminación de Misiles de Medio y Pequeño Alcance. Rusia todo este tiempo ha negado su participación en el desarrollo de armas nucleares y su despliegue en Europa continental.
La agravación de las relaciones entre la OTAN y Rusia se produjo debido a la producción rusa del misil de crucero 9M729 (según la clasificación de la OTAN se llama SSC-8). El Kremlin ha negado durante mucho tiempo la existencia de nuevas armas. Nos obstante, en 2017 Moscú había reconocido el hecho de la producción del sistema de misiles de este tipo. En diciembre de 2018, la OTAN emitió un ultimátum, en el cual el Kremlin recibió 60 días para volver a cumplir el Tratado INF. En esta demanda, Rusia declaró una vez más que sus misiles no violan los términos del acuerdo ya que el alcance de su desarrollo no llega a la marca prohibida de 500 km, sino que alcanza el objetivo a una distancia máxima de 498 km.
El febrero pasado los EE.UU. declararon que no participan en el Tratado INF, lo que significa que después del término de 6 meses el país ya no deberá cumplir con los requisitos del Tratado si Rusia no vuelva a cumplirlo.
La propaganda rusa por su parte sigue culpando a los EE.UU. de violar el Tratado y de desplegar misiles de crucero en la Unión Europea. Muchas noticias falsas en torno al tema fueron desmentidas por los europeos.
“Estos temas han sido discutidos durante varios años. El tema de los vehículos aéreos no tripulados, misiles balísticos que se utilizan para probar la protección balística, los interceptores y estos sistemas no violan el Tratado INF. Rusia sigue planteando este problema para desviar la tensión del problema real: en particular, los nuevos misiles que producen. No hay nuevos misiles estadounidenses en Europa, pero hay nuevos misiles rusos en Europa. Este es un problema”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, después de una de las muchas reuniones del Consejo OTAN-Rusia dedicadas al Tratado INF.
Las declaraciones de los medios pro-Kremlin de que Rusia cada año supuestamente más y más corta su presupuesto militar tampoco corresponden con realidad. Porque en 2019 el gasto para defensa en Rusia representa el 30% del presupuesto total del país. Y los mismos medios propagandísticos en noviembre de 2018 informaron que de año en año, el gasto para defensa solo crece: en 2019, el presupuesto militar de Rusia es de 2 trillones 382 billones de rublos, y en 2021 será de 2 trillones 523 billones de rublos. Y son datos abiertos que no llevan el grifo “secreto”.