El primero en hacer pública la información sobre el “ataque del misil hipersónico ruso Kinzhal (daga en español, ed.) al centro de mando de la OTAN fue un tal “coronel cosaco, Yuri Kominyenko” en la página web australiana Cairns Daily el 1 de marzo, es decir, más de una semana antes del bombardeo masivo ruso de Ucrania el 9 de marzo. Al mismo tiempo, “la fuente estadounidense” de la editorial propagandista griega Pronews, a la que los medios rusos aluden masivamente, han resultado ser las mismas publicaciones del Kremlin.
Los medios de comunicación rusos han difundido masivamente desinformación de que los militares rusos, con la ayuda del misil hipersónico Kinzhal, supuestamente han destruido un búnker secreto de 130 metros de profundidad en el cual se encontraban “200 oficiales de la Alianza y de las FFAA ucranianas”. Este hecho supuestamente tuvo lugar el 9 de marzo en las proximidades de Lviv.
“La aniquilación del “centro cerebral” para la preparación de la ofensiva ucraniana pudo haberla frenado por completo (la ofensiva, ed.). Esta versión tiene su propia razón de ser. A fin de cuentas, la ofensiva se sigue aplazando. ¿Quizá, según el rito tradicional, están esperando 40 días desde el día de la muerte? ¿Por qué las capitales de los países de la OTAN guardan silencio sobre la terrible catástrofe? Lo más probable, porque están «avergonzados» de admitir la dolorosa bofetada de Moscú. O porque eso podría convertirse en un reconocimiento abierto de la activa participación de los militares de la OTAN en las hostilidades contra Rusia”, comentan el suceso los medios de comunicación propagandísticos.
La noticia sobre el presunto “búnker secreto de la OTAN” destruido el 9 de marzo en la región de Lviv se ha estado difundiendo masivamente al menos desde principios de marzo de 2023. La fuente principal de esta información, para la mayoría de los medios de comunicación rusos, fue «el portal griego Pronews, cercano al Ministerio de Defensa de su país”. Otro “argumento” de los propagandistas en apoyo a su teoría sobre el ataque son los “mensajes”, publicados en “algunas páginas de Kyiv”, de que después de lo ocurrido “representantes del Ministerio de Defensa y el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron ‘llamados a la alfombra’ (“llamar sobre la alfombra” quiere decir reprimir o regañar a alguien severamente, ed.) en la embajada de los Estados Unidos”.
Pues bien, vamos por partes: el 9 de marzo de 2023 realmente tuvo lugar un bombardeo masivo ruso del territorio ucraniano, en particular, también de la región de Lviv. Según ha informado el portavoz del Comando del Ejército del Aire de Ucrania, Yuriy Ignat, el 9 de marzo Rusia ha lanzado 6 misiles hipersónicos Kinzhal sobre Ucrania. Uno de los misiles rusos golpeó el distrito de Zólochiv de la región de Lviv, como ha anunciado el jefe de la comunidad territorial municipal de Zólochiv, Igor Grynkóv, en la transmisión de una Telemaratón nacional. No obstante, este ataque con misiles no golpeó en absoluto un búnker subterráneo de la OTAN, sino dos edificios residenciales en el pueblo de Velyka Vilshanytsia, como resultado de lo cual murieron 5 residentes locales. En cuanto a otros misiles sobre la región de la capital cultural ucraniana, según ha informado el jefe de la Administración Estatal Regional de Lviv, Maksym Kozytskyi, fueron derribados por las fuerzas de defensa aérea.
En sus publicaciones, los medios de comunicación rusos mencionan la publicación en la editorial griega Pronews del 12 de marzo, titulada «El terrible impacto del misil hipersónico ruso Kinzhal a una profundidad de 130 metros en el centro de mando de la OTAN en Ucrania«, como fuente primaria. Los medios rusos informaron que Pronews recibió información sobre el ataque de una fuente gubernamental. Sin embargo, la misma publicación de Pronews, declara que son los propios rusos quienes escribieron sobre los daños en el “centro de control y comunicación de Ucrania y de la OTAN instalado a una profundidad de 130 metros”.
Aunque los medios rusos aluden masivamente al artículo de Pronews, el primero en difundir la información sobre el “ataque del misil hipersónico ruso Kinzhal al «centro de mando de la OTAN» fue la página web australiana Cairns Daily el 1 de marzo.
La publicación “Russian missile hits strategic 80-metre-deep NATO bunker” de un tal “coronel cosaco Yuri Kominyenko” trata lo siguiente: “En el oeste de Ucrania, el Kinzhal ruso golpeó un búnker de hasta 80 metros de profundidad. La Federación Rusa cree que este búnker, que se encuentra en la periferia de Lviv, era un punto de mando estratégico de la OTAN que se utilizaba para controlar los sistemas antiaéreos”. La publicación no menciona cuándo fue destruido exactamente el búnker. Recordemos que este material fue publicado el 1 de marzo, es decir, antes del bombardeo masivo del 9 de marzo. Antes de eso, Rusia bombardeó Ucrania con los Kinzhal el 26 de enero, pero los ataques se dirigieron a Kyiv y Zaporiyia.
El 9 de marzo, la publicación del “coronel cosaco Yuri Kominyenko” fue reimpresa por la web The Intel Drop, que se dedica a difundir propaganda rusa y teorías de conspiración. El 14 de marzo, apareció otro artículo sobre este tema en el mismo sitio web, titulado “Horrific Slaughter: Russia Finally Admits to Destroying NATO’s Deep Underground Command Bunker in Kiev”, en el que la profundidad del “búnker de la OTAN” aumentó de 20 metros a 120, y el número de muertos, de 40 a más de 300 oficiales de la OTAN y las Fuerzas Armadas ucranianas.
En lo referente a mensajes de que “los representantes del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron llamados sobre la alfombra en la Embajada de Estados Unidos”, tampoco ellos están respaldados por confirmaciones oficiales y fueron divulgados exclusivamente por los medios propagandísticos rusos.
Evidentemente, la teoría sobre la existencia de un tal búnker secreto de la OTAN en las cercanías de Lviv es absurda. El caso es que Lviv se encuentra a 50 kilómetros de la frontera con Polonia, país miembro de la OTAN. Lo más lógico es que si tales reuniones de los generales de la OTAN y las Fuerzas Armadas de Ucrania existieran, sería más razonable organizarlas en el territorio seguro de un Estado miembro de la Alianza.
La propaganda del Kremlin suele ilustrar los misiles rusos Kinzhal como “arma invencible”, lo que causa “terror en Occidente”. Así es como anteriormente los propagandistas han difundido desinformación de que Biden había reconocido temer a los misiles Kinzhal.
Anteriormente, la desinformación sobre la destrucción del búnker secreto fue refutada por la página de verificación de información estadounidense Snopes.