Ni EE.UU. ni la UE ni la OTAN han amenazado nunca a Rusia con el lanzamiento de ojivas nucleares, a diferencia de los altos funcionarios del Kremlin. Rusia no solo declara directamente la posibilidad de usar armas nucleares, sino que también utiliza la central nuclear de Zaporiyia capturada como una palanca nuclear adicional.
A finales de septiembre, el presidente ruso Vladimir Putin volvió a afirmar que Occidente supuestamente está utilizando «chantaje nuclear» contra Rusia, y «algunos representantes de los principales países de la OTAN están hablando sobre el uso de armas de destrucción masiva contra Rusia«.
Sin embargo, fue Putin quien —después de tres días del comienzo de la invasión a gran escala de Rusia en Ucrania— ordenó que las fuerzas nucleares rusas se pusieran en servicio especial de combate. Ucrania, al mismo tiempo, es un país que no posee armas nucleares.
Las amenazas de un ataque nuclear por parte de Rusia han sonado incluso antes: en mayo de 2022, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev habló sobre la «posibilidad de que el conflicto con la OTAN se convierta en una guerra nuclear«; el 12 de junio, la portavoz del MAE de Rusia, Maria Zajarova amenazó a Polonia con un ataque nuclear.
Por lo tanto, el 23 de junio en Viena, los 65 países que ratificaron el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares adoptaron una declaración conjunta condenando las amenazas nucleares rusas.
«En respuesta a las amenazas nucleares de Rusia y los crecientes peligros de una guerra nuclear, los Estados parte del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares condenaron inequívocamente todas y cada una de las amenazas nucleares, ya sean explícitas o implícitas e independientemente de las circunstancias», se trata al principio del comunicado.
El presidente estadounidense, Joseph Biden, también llamó a Rusia —en la Asamblea General de la ONU el 21 de septiembre— a que reduzca el grado de tensión y regrese al régimen de no proliferación de armas nucleares. Biden refutó una vez más la tesis sobre la amenaza a Rusia desde Occidente, que Putin utiliza para justificar una invasión a gran escala de Ucrania.
«Un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas invadió a su vecino, intentó borrar un Estado soberano del mapa. Rusia ha violado descaradamente los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas, que no son más importantes que la clara prohibición de que los países tomen el territorio de su vecino por la fuerza. De nuevo, justo hoy, el presidente Putin ha hecho amenazas nucleares manifiestas contra Europa y un desprecio temerario por las responsabilidades del régimen de no proliferación (…) Putin afirma que tuvo que actuar porque Rusia estaba amenazada. Pero nadie amenazó a Rusia, y nadie más que Rusia buscó el conflicto», añadió Joe Biden.
El secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken dijo en una entrevista con CBS News el 26 de septiembre que los Estados Unidos tienen un plan de acción claro con respecto al uso de armas nucleares por parte de Rusia. Cuando se le preguntó si la Casa Blanca había estado en contacto con el Kremlin sobre la amenaza de una guerra nuclear, Blinken respondió afirmativamente y agregó que los Estados Unidos habían advertido a Rusia de consecuencias catastróficas en caso de que el Kremlin usara armas nucleares.
Además de la amenaza con las ojivas nucleares tácticas, Rusia utiliza la planta de energía nuclear de Zaporiyia, capturada en marzo, como una palanca nuclear adicional contra Ucrania. Hoy, todos los esfuerzos de la comunidad mundial se centran en convencer a Rusia de la necesidad de desocupar la instalación nuclear ucraniana, obligando al Kremlin a detener las hostilidades en el área de la central nuclear. El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, en una entrevista de agosto con la Voz de América, calificó el bombardeo ruso de la ZAES (nota de editor — la central nuclear de Zaporiyia por primeros signos en ucraniano) como «un juego con los nervios nucleares de la comunidad mundial«.
«No tiene sentido que lo hagamos [disparar a la ZAES], porque hoy comprendemos el nivel total de peligro nuclear para la humanidad. Sobrevivimos a la tragedia de Chornóbil en 1986. Son los ucranianos quienes saben lo que es la tragedia de Chornóbil. Cuántas personas murieron a causa de esta radiación. Por eso, hacemos sonar todas las campanas y pedimos no solo al OIEA, sino a toda la comunidad internacional que intervenga, que influya para que esto no se convierta en una causa más de un desastre nuclear en Europa», respondió Reznikov a Voz de América.
La invasión a gran escala de Rusia a Ucrania ha provocado la crisis más grave en las relaciones entre Rusia y Occidente desde la crisis del Caribe de 1962, cuando muchos temían que el mundo estaba al borde de una guerra nuclear. Según la FAS, EE.UU. y Rusia controlan alrededor del 90% de las ojivas nucleares del mundo, con alrededor de 4000 ojivas cada uno en sus arsenales militares.
Según las estimaciones de los expertos de la OTAN, al año 2020, hay entre 1.500 y 2.000 ojivas nucleares en los almacenamientos rusos, en comparación con las 150-200 bombas estadounidenses de caída libre en instalaciones de almacenamiento especiales en Europa.