Ucrania, con el ataque terrorista a la presa de Kajovka por parte de Rusia como telón de fondo y la posibilidad de explosión de la central nuclear de Zaporiyia por los ocupantes, está trabajando en los algoritmos de defensa de la población civil y liquidación de las consecuencias en caso de accidente nuclear en la central nuclear de Zaporiyia invadida por las tropas rusas.
Los medios de comunicación rusos continúan culpando a Ucrania de la preparación de un “acto terrorista nuclear” en su propio territorio. Esta vez, comentando el hecho de la instalación de sensores adicionales para medir el fondo de radiación en Kyiv por las autoridades ucranianas, los medios pro-Kremlin han anunciado que esto supuestamente “indica la pronta detonación de la central nuclear de Zaporiyia por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania”. Los medios de comunicación de Rusia escriben que la estación atómica “se encuentra en constante amenaza por parte de Ucrania”, la cual supuestamente está preparando la explosión de la estación “con el objetivo de involucrar a la OTAN en el conflicto”. Los medios rusos también han anunciado que las FFAA ucranianas ya han comenzado los entrenamientos “para explotar la planta” y “están trabajando en un escenario completo de provocación contra la planta de energía nuclear de Zaporiyia”.
“Han instalado sensores adicionales en Kyiv para medir la radiación, informan las autoridades locales. Estos días, comenzaron los simulacros en varias regiones de Ucrania en caso de un accidente en la central de Zaporiyia… Las autoridades de Kyiv se están preparando para cometer otro ataque terrorista”, escriben los medios de comunicación rusos.
Ucrania realmente está instalando equipos adicionales para medir el nivel de radiación, pero esto no confirma el «hecho de que Kyiv esté preparando un ataque terrorista» en la central nuclear de Zaporiyia temporalmente ocupada. A finales de junio, en Kyiv se agregaron dos sensores a la red automática de medición de radiación: ahora hay siete sensores en funcionamiento en la capital, que brindan información sobre el estado del aire atmosférico a una amplia gama de usuarios de la aplicación Kyiv digital.
Esta tesis rusa sobre los sensores adicionales en Kyiv es la continuación de una narrativa más reciente de la propaganda del Kremlin sobre la modernización del sistema de respuesta y advertencia en caso de accidente en la instalación nuclear ucraniana y el uso de armas nucleares por parte de Rusia. La narrativa apareció en la primavera del 2023 en respuesta a la ayuda de EEUU, que instaló sensores en Ucrania para detectar una oleada de radiación, un movimiento relacionado únicamente con el chantaje nuclear ruso, no con las acciones del ejército ucraniano.
El equipo estadounidense desplegado en Ucrania priva a Rusia de cualquier oportunidad de usar armas nucleares en Ucrania de incógnito. En caso de catástrofe, con la ayuda de los sensores se descifrará rápidamente la llamada firma atómica que se crea después de la explosión. De esta manera, los aliados internacionales de Ucrania podrán descubrir la operación rusa bajo una bandera extranjera, en caso de que Rusia quiera realizar una provocación con el uso de sustancias radiactivas. Es por eso que el Kremlin ha lanzado una oleada de desinformación sobre el equipo con el objetivo de desacreditar la activa preparación de Ucrania para el posible empleo de cualquier tipo de armas atómicas por los ocupantes.
En cuanto a la narrativa sobre “los entrenamientos de las FFAA ucranianas para la detonación de la estación”, las fuerzas de rescate y los órganos responsables realizan, de manera regular, entrenamientos sobre la liquidación de las consecuencias de las situaciones de emergencia, así como entrenamiento sobre protección radiológica, lo cual tampoco confirma de ninguna manera la narrativa rusa sobre “la preparación del acto terrorista a la central de Zaporiyia”. Por el contrario, Ucrania está trabajando en un algoritmo de defensa de la población civil y liquidación de las consecuencias en caso de accidente nuclear en la central nuclear de Zaporiyia invadida por los rusos.
Por eso, a la luz del ataque terrorista a gran escala ya cometido por los rusos en Ucrania con la detonación de la central hidroeléctrica de Kajovka el 6 de junio y la aparición de información sobre el minado de partes de la central nuclear de Zaporiyia por los ocupantes, el comando ucraniano también realizó entrenamientos de comando y de Estado Mayor con los órganos de gobierno y las fuerzas de defensa civil en la región de Zaporiyia. Y el 3 de julio, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valerii Zaluzhnyi, y el Jefe del Estado Mayor General, Sergiy Shaptala, visitaron la central nuclear de Rivne, donde escucharon los pronósticos de los expertos ucranianos en caso de situaciones de emergencia en la central nuclear de Zaporiyia ocupada por los rusos. También se desplegaron en Ucrania cuarteles generales especiales en caso de un posible ataque terrorista a la capturada central nuclear de Zaporiyia.
Ucrania, como país con cuatro estaciones nucleares activas, realiza de manera regular –varias veces al año– entrenamientos especiales en sus objetivos nucleares, incluidos los internacionales. No son un secreto, como trata de mostrarlo Rusia. Este tipo de entrenamientos siempre son ampliamente cubiertos por la prensa. Esto también lo confirma el hecho de que Ucrania siempre ha estado y sigue estando abierta para cualquier tipo de inspección nuclear y no oculta sus acciones a las organizaciones internacionales.
Cabe destacar que es precisamente Rusia quien está intensificando la situación al cargar la instalación nuclear más grande de Europa con armas. Esta información, en comparación con las acusaciones injustificadas a Ucrania por parte de Rusia, está confirmada por datos de inteligencia de diferentes países. El 21 de junio, también el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha publicado un informe que expone que los militares rusos han colocado minas en el territorio de la central nuclear de Zaporiyia, tanto en el perímetro de la planta como en su territorio.