El presidente ruso, Vladimir Putin, inaugurando el Club de discusión Valdai el 29 de octubre de 2016, declaró que la fábrica de productos de confitería Roshen, que pertenece al presidente ucraniano y se ubica en la región rusa de Lipetsk, genera ingresos:
“La fábrica funciona de forma regular, paga los salarios, obtiene ingresos. No hay ninguna restricción con el uso de ese ingreso, incluyendo su transmisión fuera del país”, dijo Putin.
Casi todos los medios de comunicación masiva rusos y ucranianos transmitieron la información dicha por el presidente ruso, sin verificarla.
Pero en realidad la fábrica Roshen de Lipetsk ya no es rentable. Los últimos dos años —desde el 2014— sus actividades no fueron rentables. Esa información podemos obtenerla de los estados financieros de Roshen, publicados en el Sistema de información en el mercado de los papeles valiosos Disclosure.
En particular, en el año 2014 la fábrica Roshen de Lipetsk declaró la pérdida de 407,267 millones de rublos (5,9 millones de euros) y en 2015 la pérdida fue de 62,679 millones de rublos (poco más de 900 mil euros).
“La pérdida que fue el resultado de las actividades en 2015 se estima en 62, 679 miles de rublos debido a la menor producción e insuficiencia del ingreso de la venta para cubrir los costes de explotación de la empresa”, se trata en el informe anual de Roshen en Lipetsk en el año 2015, aprobada por la resolución de la Asamblea General Anual de Accionistas de Roshen en Lipetsk el 17.06.2016.
Sobre las pérdidas de la fábrica también informó El Servicio Federal de Impuestos.
El estado financiero de la fábrica Roshen fue afirmado por la conclusión de la firma de auditoría “Azhur-Lipetsk” el 16 de marzo de 2016.
