La Policía de los Países Bajos —en un comentario para StopFake— negó que tal incidente haya ocurrido. Tampoco hay información sobre esto en los medios locales.
Aparecen historias en las redes sociales, así como en los medios del Kremlin, que supuestamente demuestran la creciente intolerancia hacia los rusos y los rusohablantes en todo el mundo. Al mismo tiempo, tales historias no mencionan de ninguna manera la guerra que Rusia lleva contra Ucrania sin motivo, y llaman la atención sobre el presunto sufrimiento de los rusos, la mayoría de los cuales apoyan las acciones de su ejército.
Hace poco StopFake había desmentido otra noticia falsa sobre el supuesto asesinato de un adolescente ruso en Alemania. Resultó ser un fake completamente inventado que fue desmentido por la policía local. Esta vez otro vídeo se convirtió en viral, en el cual otra mujer afirma que hizo una denuncia porque su niño de 6 años fue golpeado y que eso sucedió mientras los atacantes gritaban “¡A por Ucrania!”.
“Él (su hijo) solo tiene un nombre ruso, un apellido ruso y habla ruso. Pensamos que el lenguaje de señas era probablemente la mejor manera de salir de esta situación”, dijo una mujer que se hacía llamar Anna. También se observa que esta es la ciudad de Rijswijk, donde supuestamente se ha intensificado la rusofobia.
StopFake había pedido un comentario al servicio de prensa de la Policía de los Países Bajos, para comprobar si tal incidente de veras ocurrió. La policía dijo que desconocía el incidente y que no habían recibido denuncias de este tipo en la ciudad de Rijswijk.
Tampoco encontramos ninguna mención de este caso en los medios locales holandeses ni hay evidencia de que el nivel de rusofobia haya aumentado en los Países Bajos, lo cual es negado por los propios rusos que viven en el país.
Cabe señalar que el vídeo sobre el presunto incidente primeramente se difundió en un canal anónimo de Telegram y luego fue publicado en los medios pro-Kremlin. La propaganda rusa suele utilizar un algoritmo de este tipo para difundir desinformación.
