Es una práctica común de la propaganda pro-Kremlin enfocarse en el miedo: para dar una mala impresión sobre cualquier cosa, simplemente relaciónela con el terrorismo y ¡listo! Nuestros lectores nos mandan los artículos con solicitudes de verificarlas, pues esta vez se trataba del bloguero con posición pro-Kremlin George Eliason, quien vinculó a la Iglesia ortodoxa de Ucrania (el Patriarcado de Kyiv) con la organización terrorista el Estado Islámico (Daesh). Junto con la iglesia también sufrió la comparación con los terroristas la organización de escultismo ucraniana Plast. Los argumentos del autor sobre presuntas conexiones son muy dudosos, y la personalidad del tal Eliason no es clara.
El artículo de Eliason no quedó en su blog Washington’s Blog, sino que fue reproducido por varias páginas web marginales que a menudo publican teorías de conspiración y notas de la propaganda rusa. Anteriormente los noticieros de la propaganda pro-Kremlin Politnavigator y RIAFAN también salieron con publicaciones similares, afirmando que “la autocefalía de la Iglesia ortodoxa de Ucrania es un análogo del EI” o que “Moscú compara al Patriarcado de Kyiv con el Daesh”. Así afirman que la Iglesia de Kyiv es “una organización política que aprueba los métodos del terrorismo”.
Para dar más susto, Eliason acompaña su nota con una imagen de la escultura de la tragedia de Volhynia, la cual por ser polémica no fue puesta en ningún lado. Sin embargo, dice que el tridente (el escudo ucraniano) es un símbolo nacionalista y que la Iglesia del Patriarcado de Kyiv es una organización de “ultranacionalismo”. El autor a menudo confunde los términos de nacionalismo con nazismo, afirmando que “nuestra generación le ganó al nacionalismo en la Segunda guerra mundial”.
Otra frase que no tiene sentido en la nota: “los niños estadounidenses y canadienses son educados para creer en la ideología de los nazis, y todo gracias a las iglesias ortodoxas ucranianas bajo el liderazgo de Bartolomé”.
No obstante, la declaración más odiosa del texto es la comparación de la creación de una Iglesia ortodoxa independiente de Ucrania con la existencia del Estado Islámico. La lógica del autor de hacer tales comparaciones no tiene sentido: “la Iglesia ortodoxa ucraniana es un Daesh cristiano” y la gente que apoyan la autecefalía de la Iglesia ucraniana “no es diferente políticamente de los creados del EI”; mientras que “el EI es un aliado de Ucrania” y “lucha con el grupo ucraniano ultranacionalista Sector Derecho”. StopFake anteriormente había refutado la existencia de los campos de entrenamiento de yihadistas en el sur de Ucrania, tanto como otro falso argumento del autor de que “Ucrania se ha convertido en el centro de legalización de yihadistas”. Luego, Eliason menciona el batallón nombrado según Dzhojar Dudáyev, el primer presidente checheno, que supuestamente está vinculado al Daesh.
El director general adjunto de ATR —el canal de televisión de los tártaros de Crimea—, Ayder Muzhdabayev, escribió anteriormente que «tan pronto como los tártaros de Crimea eligieron con una votación en un país libre a un muftí, Ayder-Adzhi Rustamov, los ocupantes de Crimea empezaron con su histeria». Desde las pantallas de la propaganda rusa derramaron las mentiras de que «los tártaros de Crimea son terroristas yihadistas, un bastión del EIIL para el cual están preparando atentados suicidas en campamentos en la región de Jersón».
La periodista ucraniana Gala Skliarevska también escribía sobre cómo los medios rusos (y algunos ucranianos) promueven la “conexión” entre el Servicio de Seguridad de Ucrania con el Daesh. Por lo tanto, el hecho de que este bloguero intente vincular la Iglesia ortodoxa ucraniana con el EI no es nada nuevo para la campaña de desinformación pro-Kremlin.
Los enlaces que Eliason menciona como sus argumentos en realidad no confirman sus acusaciones.
Por ejemplo, dice: “Según The Washington Post, la iglesia es un campo de batalla del nuevo nacionalismo que captó a Ucrania desde 2014; Poroshenko cree que la división de la iglesia es una parte de su guerra híbrida contra Rusia”.
En realidad, The Washington Post nunca ha publicado nada parecido y su artículo se trata de lo contrario: “Lo que está en juego es si la Iglesia ucraniana puede romper formalmente el control de Rusia y convertirse en una nueva rama autónoma entre las más de una docena de iglesias ortodoxas. Pero también refleja los campos de batalla más amplios del nacionalismo y de la identidad política que ayudaron a desencadenar un levantamiento separatista en las áreas pro-Moscú del este de Ucrania hace más de cuatro años. Los combates se han cobrado más de 10 300 vidas, y Moscú en 2014 anexó a Crimea de Ucrania en un movimiento que ha traído denuncias internacionales”.
La cuestión acerca de Poroshenko y de “su guerra híbrida contra Rusia” tampoco es cierta. Poroshenko dijo lo siguiente: “En el contexto de una guerra híbrida, cuando Ucrania se opone a la agresión armada de un Estado vecino, nuestros enemigos están tratando de usar el factor religioso en su beneficio”.
La nota de Washington’s Blog tiene muchas incertidumbres y especulaciones acerca del tema de la Iglesia ortodoxa. Así, por ejemplo, dicen que Constantinopla crea la tercera gran cisma en la historia del cristianismo, dándole a Kyiv la autocefalía de la Iglesia de Rusia. En realidad, el cristianismo ha visto mucho más que tres cismas.
Luego afirma que el patriarca Bartolomé supuestamente “se basa en las iglesias nacionalistas ucranianas de los Estados Unidos y de Canadá». Eliason afirma que estas iglesias son cismáticas ortodoxas y que no pudieron recibir el reconocimiento hasta 1990, cuando Bartolomé, el patriarca de Constantinopla, las reconoció. Sin embargo, al autor le falta mencionar otro hecho de la historia de la iglesia, cuando en 1448 la iglesia de Moscú dividió la provincia eclesiástica de Kyiv y declaró su propia autocefalía, que fue reconocida solo 141 años más tarde.
Además, la declaración del patriarca ecuménico dice: «El Patriarcado ecuménico lucha para proteger a la Ortodoxia contra los peligros del nacionalismo, del conservadurismo improductivo, del aislamiento, del fundamentalismo, de la vanidad y de la devaluación de los logros de la civilización moderna, así como contra la negación del diálogo con el mundo». Eso contradice todos los cargos declarados por el autor en el texto.
Luego en la nota es mencionada información manipuladora sobre la Iglesia ortodoxa turca que demanda llevar al tribunal al patriarca ecuménico por la autocefalía para la Iglesia de Ucrania. StopFake ya había desmentido tal desinformación.
Sobre Plast, la organización de escultismo ucraniana, Eliason repite la teoría de conspiración de que la Agencia Central de Inteligencia de los EE.UU. consideraba a Plast como “una organización terrorista”.
Al final queremos llamar la atención sobre la personalidad de George Eliason. ¿De verdad existe tal persona? En su perfil de Twitter se presenta como “un periodista de investigación estadounidense en el Donbás que cubre la guerra”. Como lugar de vivienda pone la autodeterminada “RPL” (república popular de Lugansk). En su cuenta retuitea artículos de páginas web marginales que “prueban” los vínculos entre Bellingcat y el EI, culpan a Ucrania de derribar el MH17, afirman que los civiles del Donbás mueren por las bombas estadounidenses, etc.
En su biografía, en la página web de mintpressnews.com, dice que escribe para RT, la BBC y Press-TV. Y aunque lo de RT sea cierto, no fue encontrada ninguna publicación de Eliason en la BBC.
El periodista James Neimeister, con la intención de identificar la personalidad de Eliason, encontró que el bloguero menciona que había estudiado en Middlesex School, cerca de Boston. Tras preguntar a la administración de la escuela, obtuvo la respuesta de que no hay registros de tal persona. ¿Entonces, vale la pena creer lo que escribe este personaje?