El MAE de Ucrania no hizo tales declaraciones. Rusia está cometiendo una serie de presuntos crímenes de guerra en Ucrania, incluidos los que consisten en atacar objetivos civiles ucranianos.
Los medios de comunicación pro-Kremlin han difundido la desinformación sobre la “alta precisión” de los ataque aéreos contra Ucrania. Manipulando el artículo de Financial Times, los medios rusos anunciaron que Ucrania había confirmado la «exactitud de los ataques rusos», que supuestamente Rusia llevó a cabo «contra las posiciones del ejército ucraniano». Los medios rusos también afirmaron una vez más que Ucrania estaba «chantajeando a Occidente para conseguir armas».
La desinformación rusa se basa en el artículo del Financial Times sobre bombas aéreas guiadas que Rusia está utilizando activamente en su guerra contra Ucrania. El artículo informa de que esas bombas de fabricación soviética se lanzan desde aviones Su-34 y Su-35 directamente sobre los objetivos.
“Las fuerzas aéreas rusas están intensificando el uso de armas de la era soviética que han sido modernizadas para la guerra del siglo XXI, atacando a las fuerzas ucranianas y destruyendo ciudades… Con la adición de alas retráctiles baratas y un sistema de navegación por satélite, estas antiguas ‘bombas lerdas’ pueden ser lanzadas ahora por bombarderos rusos muy por detrás de las líneas del frente y más allá del alcance de los sistemas de defensa aérea ucranianos«, dice el artículo.
El artículo cita al ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytró Kuleba, quien afirma que Rusia está utilizando activamente estas bombas para destruir las posiciones del ejército ucraniano, y que la única forma de protegerse de los proyectiles es derribar al bombardero que las porta.
“Para conseguirlo, Ucrania necesita más sistemas modernos de defensa aérea”, enfatiza el autor del artículo de FT.
Al mismo tiempo, el artículo de FT refuta el mito ruso sobre la “alta precisión” de los ataques rusos contra Ucrania. La publicación señala que Rusia está utilizando bombas aéreas guiadas contra la población civil y ofrece un ejemplo concreto: el 27 de marzo de 2024, los ocupantes bombardearon Járkiv con este tipo de bombas, lo que provocó importantes daños en edificios residenciales y víctimas civiles.
En el marco del derecho internacional, los ataques aéreos rusos contra Ucrania pueden considerarse crímenes de guerra que no prescriben y son competencia de tribunales de todo el mundo. En este contexto, el 5 de marzo de 2024, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de detención contra el comandante de la aviación de largo alcance rusa Serguéi Kobylash y Viktor Sokolóv, que entonces estaba al mando de la Flota rusa del mar Negro.
Según la CPI, cada uno de ellos es probablemente responsable de crímenes de guerra, que consisten en ataques contra objetivos civiles en Ucrania, así como de crímenes contra la humanidad, que consisten en acciones inhumanas de los ocupantes contra civiles en Ucrania. Lea más detalladamente en el artículo de StopFake: “Falso: Ucrania confirma los ataques precisos de Rusia exclusivamente contra objetivos militares”.