El programa de noticias rusa estrenado en el canal principal de TV del país, con el notorio presentador de noticias Dmitryi Kiselov, transmitió un reportaje sobre Ucrania lleno de falacias. Kiselov afirmó que en Ucrania “preparan batallones de nazis para la guerra”, intentando vincularlo a temas muy diferentes.
Empieza del hecho de que la empresa estadounidense de servicios financieros Standard&Poor’s elevó a Rusia en la calificación de inversión hasta el nivel «BBB-» con un pronóstico estable. Lo mismo hizo otra agencia, Fitch, medio año atrás. Sin embargo, Kiselov “olvida” mencionar la calificación de otra agencia importante, Moody’s, que a fines de enero de 2018 confirmó para Rusia el nivel Ba1, que se considera un nivel sin inversión.
“…calificaciones para Rusia (Ba1 positivo) y Ucrania (Caa2 positivo) con perspectivas positivas”, menciona Moody’s en su pronóstico del 30 de enero de 2018.
El propagandista ruso comparó el ranking de Rusia con el de Ucrania (el S&P lo confirmó en el nivel “B-/B” estable), aunque no es correcto, porque las dimensiones de los países son diferentes y además Ucrania sufre la agresión rusa ya por 4 años seguidos, lo que afecta a la economía del Estado.
Luego Kiselov vincula el tema de la calificación del S&P con la deuda estatal de Ucrania y concluye que “la única salida para Poroshenko es huir del país o empezar la guerra como fuerza mayor; luego será necesario culpar de todo a Rusia”. Sin embargo, la culpa de Rusia en la anexión ilegal de Crimea y la provocación de la guerra en el este de Ucrania es mundialmente reconocida.
El presentador mencionó la ley sobre la desocupación de algunas regiones de provincias de Donetsk y Lugansk adoptada recientemente, llamándola “la reintegración forzada”. En esta misma ley la Federación de Rusia también fue reconocida como el agresor. Anteriormente StopFake ya había desenmascarado falacias sobre esta ley.
Kiselov afirmó en este corto reportaje que “al ejército ucraniano lo preparan para la guerra; para la guerra capacitan batallones de nacionalistas”. Como prueba de su afirmación agrega un comentario de un supuesto soldado ucraniano capturado, quien en un mal ucraniano habla sobre el hecho de que deberían hacer la rotación en el ejército ucraniano antes, pero aún no la han hecho. Lo dicho por este personaje no confirma la afirmación sobre “batallones de nazis”.
Lo que hace Ucrania es capacitar su ejército ya por 4 años seguidos para defenderse de los ataques de las tropas rusas y los separatistas del Donbás apoyados por Rusia que ocuparon el poder en la región. A fines de febrero el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Viktor Muzhenko, declaró que Ucrania prepara su ejército para defenderse:
“Hemos desarrollado planes para diferentes opciones, teniendo en cuenta las amenazas que existen alrededor de Ucrania, y estamos preparando a las tropas para la defensa de nuestro país… Debemos estar listos en este momento, y mañana, y en una semana, en un año y tres años, y hasta que tal amenaza desaparezca con respecto a Ucrania. Me refiero a la amenaza de agresión militar contra Ucrania”.
Sin embargo, la propaganda rusa manipuló esta frase de Muzhenko, presentándola como si Ucrania se preparase a iniciar una guerra de gran escala contra Rusia.
No se corresponde con la realidad la afirmación hecha por Kiselov sobre “suministros gratuitos de armas estadounidenses por cientos de millones de dólares” para Ucrania. El 2 de marzo se hizo conocido que el Departamento de Estado de los Estados Unidos aprobó la venta de misiles antitanque y lanzacohetes Javelin para Ucrania en precio de 47 millones de dólares. El gobierno ucraniano solicitó previamente una compra a los EE.UU. de 210 misiles y 37 lanzadores.
Otro tema que de repente fue vinculado por Kiselov son las pensiones para los jubilados de Ucrania.
“Las pensiones, de hecho, en Ucrania son varias veces menores que antes del golpe de Estado”, termina su narración Kiselov.
En realidad no es cierto. Hasta cuando consideramos las pensiones mínimas por edad, excluyendo que muchos ucranianos tienen pensiones más altas debido a la experiencia de trabajo, el grado científico o el nivel de riesgo de trabajo; en 2018 según el presupuesto estatal la pensión mínima desde el 1.ro de enero es de 1373 hryvnias; desde el 1.ro de julio, 1435 hryvnias y desde el 1.ro de diciembre, 1497 hryvnias. Si las comparamos con las de los tiempos previos de la Revolución de la Dignidad, hasta noviembre de 2013 la pensión mínima era de 849 hryvnias y desde el 1.ro de diciembre de 2013, 949 hryvnias. Aún teniendo en cuenta el nivel de la inflación en esta estancia (el 13,6% en 2017, el 12,4% en 2016, el 43,3% en 2015, y en 2014 el 24,9%) no se puede decir que “disminuyó varias veces”.