La invasión a gran escala de Rusia a Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022, es una grave violación del derecho internacional y un acto de agresión.
Varios medios del Kremlin han difundido la declaración del presidente ruso, Vladimir Putin, de que Rusia ha lanzado una llamada «operación especial para proteger a la población del Donbás»; supuestamente Rusia “tuvo derecho de hacerla de acuerdo con el artículo 51 del capítulo 7 de la Carta de la ONU”. Así lo aseguró Putin durante una reunión con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
No obstante, el artículo 51 de la Carta de la ONU garantiza el derecho inalienable a la legítima defensa individual o colectiva en caso de un ataque armado contra un miembro de la ONU. Según los abogados, este derecho pertenece exclusivamente al Estado y no a entidades ilegales en partes de las regiones de Donetsk y Lugansk.
Como señala la experta en derecho internacional Elizabeth Wilmshurst en un artículo para Chatham House, los argumentos legales de Putin no resisten ninguna crítica.
“Putin dijo que «las repúblicas populares del Donbás se dirigieron a Rusia con una solicitud de ayuda» y luego trató de justificar su acción militar bajo el Artículo 51 de la Carta de la ONU. Pero el derecho de autodefensa colectiva sólo existe con respecto a los Estados: la intervención humanitaria en nombre de los individuos no ocupa un lugar en el derecho internacional. Y es solo Rusia la que ha reconocido a estas dos regiones como si fueran Estados independientes […]. La ley es tal como se declaró en nombre del Secretario General de la ONU el 21 de febrero: que la decisión de Rusia de reconocer la independencia de las regiones separatistas es una «violación de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania y es incompatible con los principios de la Carta de la Unión». Por lo tanto, no existen tales “Estados” que puedan exigir el uso de la fuerza militar”, explica Wilmshurst.
Ella continua explicando que dicho artículo 51 provee la posibilidad de defenderse en caso de que un Estado fuese atacado con armas.
“Pero bajo ninguna interpretación de «inminencia» la situación en Ucrania puede constituir una amenaza para Rusia. No ha habido amenazas de fuerza contra Rusia por parte de Ucrania ni de los Estados miembros de la OTAN. No hay nada que apoye una justificación legal para el ataque militar de Rusia contra Ucrania”, concluye Wilmshurst.
Al invadir Ucrania abiertamente por tierra, mar y aire, Rusia violó gravemente la Carta de la ONU, numerosas normas del derecho internacional y cometió un acto de agresión, la violación más grave y flagrante del derecho y el orden internacionales. La agresión fue condenada por la Asamblea General de la ONU.
El 27 de febrero, Ucrania presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra la Federación Rusa. El 16 de marzo, la Corte Internacional de Justicia confirmó la demanda y exigió que Rusia pusiera fin de inmediato a la invasión militar de Ucrania.
Además, Rusia viola los Convenios de Ginebra de cómo llevar a cabo una guerra. El territorio de Ucrania está bajo fuego de ataques aéreos, los misiles alcanzan escuelas, hospitales, iglesias y se utilizan municiones en racimo, catalogadas como armas prohibidas.
La Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de la ONU en Ucrania ha documentado y confirmado en total 5.264 bajas civiles: 2.345 muertos y 2.919 heridos (del 24 de febrero al 20 de abril de 2022).
StopFake anteriormente ya había escrito sobre cómo las tropas rusas atacan la infraestructura civil y las casas residenciales.