Los medios rusos informaron que Ucrania coopera con China en el ámbito militar, evitando los intereses de la asociación estratégica con los Estados Unidos. La fuente de tal información era un artículo publicado el 15 de agosto en el diario The Washington Times.
En la nota se trata el suministro de 20 motores para 12 aviones de entrenamiento de combate chinos JL-10 por la compañía ucraniana Motor Sich. A pesar de los hechos, el autor cita la opinión de expertos que están en contra de tal cooperación internacional. Los últimos dicen que Washington debería presionar a Kyiv para detener las entregas de motores a China, «el rival de los EE. UU.». Bill Gertz, el autor del artículo, citando las fuentes del gobierno chino, afirma que los aviones de entrenamiento de combate JL-10 se usarán como un simulador de aterrizaje para un portaaviones.
El periodista Gertz argumenta que «los motores de aviones reactivos han sido una gran debilidad para la industria de la aviación de China durante, al menos, una década. Pues, para resolver este problema, China compró motores de los ucranianos y de los rusos para usar en sus aviones de combate, y trató infructuosamente de producir copias de los motores por sí misma».
Según lo dicho en el artículo, China concluyó un acuerdo por valor de $380 millones con la compañía ucraniana Motor Sich en 2016, luego se les enviaron los 20 primeros motores. Se planea entregar un total de 250 motores a China, afirma el columnista.
Hay que mencionar que el autor no se molestó en mencionar los comentarios de la parte ucraniana, como la misma compañía Motor Sich, alguien de las autoridades del país o por lo menos a un experto local.
Tal artículo rápidamente fue recogido y distribuido por los medios rusos, pero con estilo propagandístico y manipulativo agregados; llaman lo descrito en el artículo como “un cuchillo ucraniano en la espalda estadounidense”.
Por su parte, la compañía Motor Sich confirmó el suministro de los motores a China. Además este hecho nunca fue guardado en secreto, por lo tanto su “revelación” no es sensacional. En la respuesta oficial de Motor Sich al noticiero ucraniano 061.ua, dicen que tal publicación cabildea sobre los intereses de Rusia, que planea desplazar a Ucrania —su principal competidor— del mercado chino. En Motor Sich acusaron al Washington Times de «manipular y presionar para complacer el complejo militar-industrial de Rusia».
“En los mismos portaaviones chinos, en caso de una interrupción del contrato con Motor Sich, se entregarán motores rusos similares AI-222, y los rusos, al ocupar el nicho desocupado en el mercado aéreo de China, estarán inmensamente complacidos con esto. Solo los ciegos no pueden ver detrás del escándalo tan exagerado de hoy, que es puro cabildeo de los intereses de los productores rusos”, expresa la respuesta oficial de la compañía ucraniana.
Difundiendo el artículo del Washington Times, los medios pro-Kremlin también afirmaron que “Ucrania ha estado involucrada en historias similares anteriormente, suministrando armamento a los enemigos de los Estados Unidos”.
Los propagandistas recordaron también la falacia de 2017, cuando una compañía ucraniana fue culpada sin argumentos del suministro de motores para misiles a Corea del Norte. En ese entonces el jefe del Consejo de la Seguridad Nacional y Defensa, Oleksandr Turchinov, negó la información. StopFake ha publicado varios artículos sobre el tema.
No es la primera vez que los medios pro-Kremlin culpan a Ucrania de “suministrar armamento” a países sancionados, como Siria. Tales falacias ya han sido refutadas por el equipo de StopFake.