Se trata de entrenamiento y asesoramiento de militares ucranianos que se llevó a cabo mucho antes del inicio de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia. En cuanto a la participación de los militares polacos, en el libro Polonia en la Guerra —al que aluden los medios de la propaganda rusa— se afirma que éstos fueron retirados del territorio de Ucrania tras el estallido de la gran guerra por insistencia de las autoridades polacas.
Los noticieros del Kremlin afirman que los ucranianos no fueron capaces de “ocultar el hecho de que las fuerzas especiales de Polonia y de Gran Bretaña han estado luchando en Ucrania desde los primeros días”.
La propaganda rusa añade que esto se confirma directamente con el hecho de que los países occidentales “han estado alimentando esta guerra de forma directa”.
Las pruebas de que las fuerzas especiales británicas y polacas han estado «operando en Ucrania desde los primeros días» aparecen supuestamente en el libro Polonia en la guerra, de Zbigniew Parafianowicz, publicado recientemente, que describe las relaciones entre Polonia y Ucrania con el telón de fondo de la guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania.
StopFake ha analizado detenidamente el contenido del libro y todas las menciones sobre las fuerzas especiales británicas y polacas que incluye.
De esta manera, el autor cita a uno de los ministros que dijo: “Además, se tomó la decisión política de que todos nuestros ciudadanos debían ser retirados de Ucrania. Había que llevarse a los soldados, a mucha gente de los servicios, a todos los que pudieran ser capturados por los rusos».
A continuación, Zbigniew Parafianowicz expuso en su libro las siguientes citas:
“Ministro X: El primer día de guerra nos habíamos dado cuenta de que había fuerzas especiales de Lublin en Brovary, a las afueras de Kyiv. Desde 2014, es decir, desde el momento de la anexión de Crimea y la guerra en Donbás, ellos, junto con los estadounidenses y los británicos han estado entrenando y ayudando a crear comandos de fuerzas especiales en Ucrania. Soldados con el uniforme de un país de la OTAN se encontraban en el territorio de un país atacado por Rusia. Cuando los misiles rusos empezaron a caer sobre Brovary, cerca de Kyiv, ellos estaban allí. Los convoyes blindados de la Guardia Rusa de la unidad asignada a la defensa de Moscú se dirigían hacia la ciudad.
Un oficial polaco de alto rango: En lugar de regresar a Polonia el primer día de la guerra, fueron en dirección contraria. En particular, a Járkiv, así como a las ciudades de Donbás, que estaban controladas por los ucranianos. Cooperaron con los británicos. Evacuaron a polacos, pero también a extranjeros. Sobre todo británicos, con los que mantenían muy buenas relaciones.
Ministro X: Convencimos a Blaszczak (Mariusz Blaszczak, ministro de Defensa Nacional de Polonia en el momento del inicio de la guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania, ed.) para que permitiera a las fuerzas especiales permanecer en Ucrania el mayor tiempo posible. Ellos también querían quedarse ahí el mayor tiempo posible. Tenían que recopilar información. No obstante, Duda y Blaszczak insistían en su regreso. No podían permitir que un soldado polaco fuera hecho prisionero”.
El libro recoge la siguiente cita sobre las fuerzas especiales británicas:
“Ministro X: Recuerdo cuando estuve en Kyiv a mediados de marzo. Regresé por la carretera de Zhytomyr. Era la época en que los rusos aún estaban en Bucha y la carretera era una zona gris. Podías encontrarte con rusos. Habíamos pasado el último puesto de control. Los ucranianos nos dijeron que podíamos continuar por nuestra cuenta y riesgo. Entonces, ¿con quién nos encontramos después? Soldados ucranianos y… fuerzas especiales británicas, en uniforme, armados. Viajaban con los ucranianos en camiones y todoterrenos con radares de artillería. Estaban apuntando a objetivos, estudiaban esta guerra. Esos radares determinan el lugar donde caen y se disparan proyectiles de mortero o cohetes».
Además de estas citas, el libro también describe cómo se utilizaron las fuerzas especiales polacas para ayudar durante las negociaciones en Bielorrusia.
Sin embargo, el libro no menciona en ninguna parte que las fuerzas especiales de Polonia y el Reino Unido participaran plenamente en los combates del lado de Ucrania. Por el contrario, como se deduce de las citas de determinados funcionarios , ayudaron a evacuar a ciudadanos extranjeros, siguieron asesorando a los ucranianos y ayudaron a preparar operaciones especiales. Los propios polacos también confirmaron que se había hecho todo lo posible para sacar a todos sus ciudadanos del país, excepto a los que decidieron luchar del lado de Ucrania y se quedaron como voluntarios. La retirada de los militares de Ucrania pocas semanas después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia fue confirmada por el propio autor del libro en una entrevista con el medio polaco Portal Obronny.
La ayuda brindada a los ucranianos por las fuerzas internacionales no es un secreto: también fueron los medios internacionales quienes informaron de la llegada de británicos a Ucrania en vísperas de la invasión a gran escala.
«Miembros del SAS, el SBS, el Regimiento Especial de Reconocimiento y el Grupo de Apoyo a las Fuerzas Especiales trabajarán en Ucrania como asesores militares», escribió The Mirror a principios de febrero de 2022. En ese momento, se trataba de un centenar de combatientes de las fuerzas especiales de élite británicas. Esta acción fue dictada por la amenaza de un ataque a Ucrania por parte de Rusia, pero no por el deseo de «alimentar la guerra», como afirman los medios del Kremlin.
Anteriormente StopFake había refutado narrativas de desinformación similares en sus artículos: “Falso: Gran Bretaña está enviando tropas a Ucrania para invadir Crimea”, “Falso: En la UE crearon un «centro de entrenamiento para terroristas ucranianos y para combatientes nazis»”, etc.