La ONU no preparó ningún informe separado acerca de la libertad de religión en Ucrania que tratara sobre la “discriminación de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú» (UOC-MP, por sus siglas en inglés). En realidad, se trata de algunas frases del informe, el cual describe la situación de los derechos humanos en Ucrania desde el 1 de agosto de 2022 hasta el 31 de enero de 2023 y, mayoritariamente, documenta múltiples crímenes cometidos por Rusia contra Ucrania.
Medios de comunicación del Kremlin han difundido la noticia de que la ONU supuestamente ha publicado un informe separado sobre la libertad religiosa en Ucrania.
“El reporte pone hincapié en la discriminación en relación a la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica (UOC-MP, ed.)”, anuncia RG.ru.
Esta desinformación se ha comenzado a difundir en el contexto del desalojo de representantes de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú del Monasterio de las Cuevas de Kyiv (Pecherska Lavra de Kyiv) tras la finalización del contrato de arrendamiento con la iglesia. La propaganda rusa trata de presentar esta situación como una grave violación de los derechos de los creyentes y un ataque a la «iglesia canónica», sin mencionar la dependencia de la UOC-MP de la iglesia ortodoxa rusa ni tampoco los cargos por los que se les acusa a los representantes de UOC-MP, en particular, la usurpación de la integridad territorial de Ucrania y negación del hecho de la agresión armada de la Federación Rusa contra Ucrania.
La ONU no preparó ningún informe separado acerca de la discriminación de la UOC-PM. En realidad, se trata de algunas frases del reporte sobre la situación de los derechos humanos en Ucrania que fue presentado a mediados de marzo de 2023. El documento abarca el periodo desde el 1 de agosto de 2022 hasta el 31 de enero de 2023, y la gran mayoría de su contenido está dedicada a la documentación de los crímenes de guerra que Rusia cometió y continúa cometiendo en Ucrania.
De este modo, el informe realmente cuenta con una sección separada dedicada a la libertad religiosa y creencias. Particularmente, contiene la siguiente cita:
“La ACNUDH documentó los registros realizados por el SBU (Servicio de Seguridad de Ucrania) como “medidas de seguridad” en varios monasterios, oficinas, instituciones educativas y otras propiedades de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (UOC). ACNUDH teme que las acciones oficiales contra la UOC puedan ser discriminatorias. La ACNUDH también recuerda la necesidad de garantizar que todas las personas que enfrentan cargos penales tengan todos los derechos inherentes a un juicio justo”.
Al mismo tiempo, el informe destaca que «el SBU confirmó que se han presentado no menos de tres cargos contra el clero de la UOC, dos en virtud del artículo 161 del Código Penal (violación de la igualdad de los ciudadanos por motivos de raza, nacionalidad, religión, discapacidad u otros motivos) y uno bajo muchos cargos, incluida la usurpación de la integridad territorial y la inviolabilidad de Ucrania, así como la negación de la agresión armada de la Federación Rusa contra Ucrania”.
Además, la Comisión de la ONU ha señalado también la persecución de los bautistas por parte del gobierno ocupacional ruso en Melitopol, así como tres casos de desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas y otros tipos de malos tratos, así como deportaciones ilegales realizadas por la las Fuerzas Armadas rusas contra el clero y los miembros de las comunidades ucraniana y cristiana-evangélica en Zaporiyia (refiriéndose a la parte temporalmente ocupada de la región de Zaporiyia, ed.). Sin embargo, los medios rusos prefieren no recordar estos casos documentados de violación de los representantes de las comunidades eclesiásticas de Ucrania.
Cabe señalar la diferencia entre las iglesias ortodoxas, ya que en Ucrania funcionan de un modo paralelo dos instituciones: la Iglesia ortodoxa de Ucrania (PCU por sus siglas en ucraniano) que recibió su Tomos sobre la autocefalía en 2018 y la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú que tiene lazos con la Iglesia ortodoxa rusa.
Es de suma importancia entender esta diferenciación, dado que medios del Kremlin como Sputnik han publicado el mismo titular como el que encabeza este artículo, pero sin la palabra “falso”, relatando que la Iglesia ortodoxa ucraniana está siendo discriminada y perseguida por el gobierno de Zelenskyy. El noticiero del Kremlin no menciona en ningún momento al Patriarcado de Moscú, que es al que está afiliada la Iglesia ortodoxa ucraniana, insinuando, de esta manera, que se trata de la principal iglesia en Ucrania. Sin embargo, como se ha mencionado en el párrafo anterior, en Ucrania existe otra institución eclesiástica —cuyos orígenes se remontan al siglo X, cuando Volodymyr el Grande implantó el cristianismo y bautizó la Rus de Kyiv (actual Ucrania)— la Iglesia ortodoxa de Ucrania, que en 2018 obtuvo su autocefalía y se convirtió en canónica, lo que según el propio patriarca, Bartolomé, tuvo que suceder hacía tiempo dada la inmensa cantidad de feligreses que posee la iglesia. Por lo tanto, lo que sucedió en Ucrania en el ámbito religioso, particularmente, es que Moscú anexó la iglesia ucraniana de forma canónicamente inaceptable subordinándola al Patriarcado de Moscú.
En definitiva, Zelenskyy no está discriminando la Iglesia ortodoxa ucraniana, sino que está recuperando la independencia religiosa que en Ucrania ya existía y rompiendo lazos con una iglesia que bendijo la agresión rusa contra Ucrania como “guerra santa” por la Gran Rusia.
Anteriormente, StopFake trató una manipulación similar de la propaganda rusa de que supuestamente la ONU reconoció “los crímenes de guerra del régimen de Kyiv en Ucrania”. También en la página de StopFake podrán encontrar material anterior a la guerra a gran escala que Rusia inició contra Ucrania para entender mejor la situación religiosa y el cisma de la Iglesia ortodoxa ucraniana de la del Patriarcado de Moscú.