Fuente: Maldita.es
Claves
- Páginas web y cuentas en redes sociales cercanas al Kremlin han difundido en los últimos meses desinformaciones que acusan a Olena Zelenska, mujer del presidente ucraniano, de tráfico de menores a través de su fundación
- Ha circulado a ambos lados del atlántico, desde Georgia a Lituania, pasando por Ucrania, España, Argentina, Venezuela, Colombia o México
- Se trata de la versión ucraniana del Pizzagate: nació en 2016 y se acusaba a Hillary Clinton de liderar una red de pederastia
- Otros contenidos desinformativos transfronterizos acusan a Ucrania de enviar a niños o a mujeres menores de edad o embarazas a luchar al frente
- En definitiva: las mujeres y los niños son protagonistas directos de la desinformación a los que utilizan como vehículo para atacar a un país o deslegitimar a sus líderes
En los últimos meses, desde Ucrania a Colombia, pasando por Lituania o España, páginas web y cuentas en redes sociales cercanas al Kremlin han difundido desinformaciones que acusan a la mujer del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de tráfico de menores a través de su fundación. Es el Pizzagate de Olena Zelenska, la versión ucraniana de la teoría de la conspiración que el 4 de diciembre de 2016 llevó a Edgar Maddison Welch, un estadounidense de 28 años, a entrar en la pizzería Comet Ping Pong, en Washington D.C., y abrir fuego. No hubo heridos pero tampoco encontró lo que buscaba: niños víctimas de una supuesta trama de tráfico de menores liderada por Hillary Clinton, entonces candidata a la presidencia de EE.UU. Era la teoría del Pizzagate, de la que a día de hoy sigue sin haber ninguna prueba. Mujeres poderosas, tráfico de menores y desinformación.
Esta investigación es la segunda entrega de un proyecto en el que participan StopFake (Ucrania), Delfi (Lituania), Media Development Foundation (Georgia), Chequeado (Argentina), La Silla Vacía (Colombia), Animal Político (México) y EsPaja(Venezuela), liderada por Maldita.es (España). Mediante la creación de una herramienta tecnológica pionera para el estudio de la FIMI y las campañas de desinformación transfronterizas, el sistema centraliza y funciona como repositorio de los contenidos desinformativos detectados en estos países. El uso de metodología común nos permite identificar las campañas de desinformación transfronterizas, así como las narrativas que se mueven simultáneamente en Europa y América Latina.
Esta campaña de desinformación se ha difundido de forma casi paralela a la que acusaba a Zelenska de gastarse más de un millón de dólares en joyas en Nueva York, usando las mismas estrategias y los mismos canales de difusión.
Con el objetivo de deslegitimar la defensa de Ucrania de la invasión rusa también están circulando otros contenidos que acusan a Ucrania de enviar al frente a mujeres menores de edad o embarazadas, o de reclutar a niños para el mismo propósito. Estas desinformaciones y teorías de la conspiración, además de ser similares, comparten otras características: las mujeres y los menores son protagonistas directos de la desinformación a los que utilizan como vehículo para atacar a un país o deslegitimar a sus líderes.
Olena Zelenska y su supuesta vinculación a una red de tráfico de menores a través de su fundación: la evolución de una vieja teoría que sigue circulando
“La esposa de Zelenski, Olena Zelenska, involucrada en tráfico de niños a través de su fundación”. Así comienzan algunos de los mensajes que comparten la teoría sin pruebas que afirma que ”una compleja investigación descubrió que decenas de niños fueron sacados de Ucrania” y muchos de ellos acabaron en redes de pedofilia.
Ha circulado a ambos lados del atlántico, desde Georgia a Lituania, pasando por Ucrania, España, Argentina, Venezuela, Colombia o México. Es una teoría de la conspiración inspirada en la que ya circuló hace unos años por todo el mundo: el Pizzagate, que ponía en el centro de la diana a Hillary Clinton, por aquel entonces candidata a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata, y a su jefe de campaña, John Podesta, acusándolos de tráfico de menores.
La conspiración surgió después de que en unos correos electrónicos,hackeados y publicados por WikiLeaks, Podesta hablara de «Cheese Pizza» (pizza de queso). Esto fue posteriormente utilizado, sin pruebas, para decir que era un código para hablar de «Child Pornography» (pornografía infantil). Además, los seguidores de esta teoría de la conspiración aseguraban que en el local de la pizzería Comet Ping Pong, la candidata demócrata junto a su equipo, supuestamente secuestraba, violaba y en algunos casos asesinaba a los niños bajo rituales satánicos. Después de que Edgar Maddison Welch entrara en el restaurante y disparase, sin herir a nadie, se entregó a la policía al ver que no había niños secuestrados. Eso, en cambio, no hizo que la teoría dejase de circular.
En el caso de la conspiración que alude a Olena Zelenska y a su fundación, la “compleja investigación” a la que se refieren los contenidos ha sido supuestamente realizada por un periodista francés llamado Robert Schmidt. Según los que la difunden, la investigación “demostró” que la fundación de Olena suministraba niños ucranianos a pedófilos en Europa occidental. Sin embargo, no hay rastro de tal investigación. Existe un periodista con este nombre y nació en Leipzig, Alemania, pero no ha realizado publicaciones sobre el tema de la Fundación Olena Zelenska,como explican los verificadores búlgaros Fact-Check.bg.
El supuesto testimonio apareció el 3 de noviembre de 2023 en un canal de YouTube a nombre de Robert Schmidt, el presunto periodista. Este era el único vídeo que esa cuenta, creada un mes antes, había publicado. En el vídeo, ya retirado por la plataforma, aparece un hombre con una máscara y sudadera con capucha, que afirma ser un exempleado de la Fundación Olena Zelenska.
Ese mismo día, el 3 de noviembre, empezó el goteo de publicaciones en webs que fueron saltando de continente en continente, primero en francés y luego en inglés.
NetAfrique.net, que se define como “un portal de información general que ofrece temas sobre noticias africanas y mundiales” en francés, abrió la veda al publicar la supuesta exclusiva. Según la publicación “Robert Schmidt descubrió que la Fundación Olena Zelenska, bajo el pretexto de una noble misión para salvar a los niños del conflicto ucraniano, está comprometida con el traslado de huérfanos a Europa con fines criminales”. Esta web, que se centra mayoritariamente en temas sobre Burkina Faso, es también nombrada en un informe del Instituto para el Diálogo Estratégico (ISD por sus siglas en inglés) donde explican cómo dio difusión a una estrategia idéntica de desinformación, esta vez sobre Alexander Soros, hijo de George Soros y una supuesta donación del gobierno de Ucrania de 400 kilómetros de tierra para depositar residuos tóxicos.
Días antes, también la misma web había publicado otro bulo sobre la mujer del presidente ucraniano afirmando que se había gastado más de un millón de dólares en joyas de Cartier en una visita a Nueva York el 22 de septiembre de 2023. La estrategia era idéntica: una supuesta dependienta de la tienda publica un vídeo en Instagram diciendo que Zelenska se había gastado esa cantidad de dinero en joyas y que había pedido que se despidiese a esta empleada y el vídeo es subido a un canal de YouTube. Posteriormente, NetAfrique.net, publicó el testimonio en francés: “Según el personal de la tienda, Olena Zelenska gastó 1.100.000 dólares mientras compraba en Nueva York”. Sin embargo ese día la primera dama de Ucrania no pudo estar en Nueva York, ya que junto a su marido visitó Ottawa, Canadá, donde se reunió con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
Otra web que difundió la teoría conspirativa del supuesto tráfico de menores fue Senenews.com, de Senegal. También en francés.
Al día siguiente, lo publicó en inglés The DC Weekly, una web que según The New York Times, forma parte de una serie de cabeceras de supuestos periódicos que aparecieron en Estados Unidos hace unos meses y que intentan hacer creer a la población de que son medios locales históricos, para así darle credibilidad “y difundir propaganda rusa”.
El 5 de noviembre, la supuesta exclusiva de Robert Schmidt apareció en páginas web en inglés como The Intel Drop, que anteriormente ya había difundido “desinformación sobre Ucrania, así como teorías de conspiración”, explican los verificadores ucranianos StopFake. Por su parte, Myth Detector, de Georgia, ya había verificado otro bulo publicado por la misma web que afirmaba que Zelenski había comprado una villa cerca de Berlín, que anteriormente perteneció al Ministro de Propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels.
La publicación de The DC Weekly sobre la fundación de Zelenska está firmada por una tal Jessica Devlin, a la que presentan como “distinguida y conocida periodista cuya carrera la ha llevado a algunas de las regiones más críticas y difíciles del mundo”, sin embargo tampoco hay constancia de que tal periodista exista. A esto hay que añadir que la foto en la que supuestamente aparece Jessica Devlin es realmente la imagen de la escritora canadiense Judy Batalion, como hicieron un mes antes cuando publicaron el bulo de que Zelenska había gastado más de un millón de euros en compra de joyas en Nueva York.
Usar fotos de otras personas y hacerlas pasar por periodistas que firman una investigación es una tónica habitual del DC Weekly, señalaba en X (antes Twitter) el experto en desinformación Shayan Sardarizadeh, de la unidad de verificación de la BBC (BBC Verify). En otras ocasiones, explica,han usado imágenes de stock.
Ya el 7 de noviembre entró en juego la Embajada de Rusia en Sudáfrica a través de X (antes Twitter) compartiendo la publicación de The DC Weekly con la frase: Medios de comunicación: «La organización de Olena Zelensky acusada de escándalo de trata de niños, confiesa una fuente».
A pesar de que no hay pruebas, ni testigos, la teoría de la conspiración que una cuenta con nombre Robert Schmidt subió a YouTube el 3 de noviembre de 2023 sobre Olena Zelenska sigue su curso en internet a día de hoy, al igual que sigue haciéndolo el Pizzagate. No es la única; también se mueven otras teorías relacionadas: durante estos meses páginas web rusas están publicando contenidos que afirman que “se publicó el informe de la Fundación sin ánimo de lucro para Combatir la Represión ‘Secuestradores de niños: La Fundación Elena Zelenska toma a los niños ucranianos de sus padres y los vende a pedófilos británicos’». Sin embargo, una vez más no hay pruebas de que una fundación con ese nombre haya publicado tal informe y el link que atribuyen a la supuesta fundación es un link a otra web rusa.
Olena Zelenska: dos campañas casi simultáneas con las mismas estrategias y páginas web involucradas
Para que un contenido que empieza a moverse en un país concreto, con un idioma concreto, acabe circulando en otros, en ocasiones con una lengua diferente, se ha seguido una estrategia que ya hemos identificado en otras campañas de desinformación, como la ya mencionada que acusaba a Zelenski y a su mujer de gastarse el dinero que reciben de Occidente en bienes de lujo.
- Primer paso: publicar un vídeo en un canal de YouTube o de otra red social con un testimonio de un supuesto empleado de la fundación. El canal se crea en los días anteriores y normalmente sólo tiene publicado un vídeo: el del supuesto testimonio. En esta ocasión se trata de un canal a nombre de un supuesto periodista llamado Robert Schmidt, con el testimonio de un supuesto exempleado de la fundación. Igual ocurría en el bulo que aseguraba que Zelenski había comprado una mansión en Gloucester, Reino Unido, perteneciente al rey Carlos III, en la que también se publicó primero en YouTube el supuesto testimonio de un agente inmobiliario. El vídeo en el que se acusaba a Olena Zelenska de gastar 1.100.000 dólares en joyas de Cartier en Nueva York se publicó primero en Instagram y posteriormente en YouTube. La persona también decía ser una supuesta empleada de la tienda de lujo.
- Segundo paso: páginas webs que pretenden hacerse pasar por medios de comunicación publican un artículo citando el vídeo como fuente. En ocasiones, se publica primero en páginas web en francés dirigidas al público africano en países como Burkina Faso o Nigeria. La web NetAfrique.net, en francés, ha sido de las primeras en publicar tanto la teoría conspiranoica del tráfico de niños de la fundación de Olena Zelenska, como el bulo de la supuesta compra de joyas en Nueva York.
El estudio de la Universidad de Clemson analiza cómo la “mayoría de los vídeos en los que estas narrativas se colocan utilizan actores que parecen ser de ascendencia africana o árabe, para darles mayor credibilidad en estas comunidades y así distanciarse del abastecimiento de los canales rusos”.
- Tercer paso: webs que se hacen pasar por medios que traducen el contenido a otros idiomas para ampliar el alcance de la campaña. Un ejemplo es The D.C. Weekly o The London Crier, que pretenden hacerse pasar por históricas cabeceras de periódicos, la primera en Estados Unidos y la segunda en Reino Unido, la cual se creó días antes de publicar el bulo que acusaba de Zelenski de comprar una mansión a Carlos III.
Los contenidos de The D.C. Weekly, tanto el que acusaba a Olena Zelenska de comprar joyas como el que la acusa de tráfico de menores son firmados por una tal Jessica Devlin, cuya foto es realmente la de la autora canadiense Judy Batalion. The D.C. Weekly, dice ser un periódico semanal que nació hace 20 años, en cambio, según un estudio reciente de la Universidad de Clemson, Carolina del Sur (EE.UU) tal periódico no existió y el el dominio dcweekly.org ha estado conectado a sitios web desde, al menos 2017, aunque estuvo inactivo desde finales de 2018 hasta 2021. En su relanzamiento en 2021, explican, “el dominio apuntaba a una dirección IP que se compartía con muchos otros dominios afiliados a John Mark Dougan, un ex oficial de policía y teórico de la conspiración que se mudó a Rusia en 2016”.
- Por último, el contenido es compartido por las cuentas de redes sociales de embajadas de Rusia en otros países, como en Sudáfrica o en el Reino Unido, ambas publicando en inglés. También es ampliamente compartida y difundida en redes sociales por cuentas con un gran número de seguidores.
Como vemos, en un período de tiempo corto se han llevado a cabo dos campañas desinformativas usando no sólo las mismas estrategias, sino los mismos canales de difusión. A su vez el contenido es amplificado por distintas páginas web en múltiples idiomas, y compartido por usuarios con un gran número de seguidores en redes sociales.
El Pizzagate: inspiración y base de esta teoría conspiranoica
En el libro “Las redes sociales y el orden mundial de la posverdad”, Gabriele Cosentino, académico y profesor de la Universidad Libanesa Americana, expone que “los medios de propaganda online vinculados a la manipulación rusa y las tácticas de influencia desempeñaron un papel en la amplificación del Pizzagate, ya que se utilizó una combinación de bots y cuentas similares para hacer que el tema fuera tendencia y proporcionar suficiente legitimidad entre los usuarios y que estos se animasen a unirse”.
Hoy en día, circulan en internet contenidos similares que hemos visto desde 2016 cuando se acusaba a Hillary Clinton de liderar una red de pederastia. Aunque ahora, acusando a la primera dama ucraniana. La Agencia Nacional de Información de Ucrania (Ukrinform) en un artículopublicado en diciembre de 2023 señalaba cómo “medios de comunicación pro-Kremlin y canales rusos de Telegram” estaban compartiendo una captura de pantalla con una foto de una niña con una pizza y un precio de 3.000 dólares en la página web de la empresa de comercio electrónico estadounidense Etsy, afirmando que “en el lenguaje de los pedófilos, la pizza es un niño y que los niños ucranianos son vendidos en el extranjero mediante este tipo de publicidad”, tal y como aseguran los teóricos de la conspiración estadounidense del Pizzagate.
La foto fue ampliamente compartida en redes sociales como TikTok con afirmaciones como “Están apareciendo imágenes inquietantes de Etsy que muestran pizzas vendidas por miles de dólares junto con imágenes de niños con pizza”, se lee en una publicación en X, anteriormente Twitter. ¿Se está traficando con niños en Etsy?”.
Según los verificadores norteamericanos Factchequeado y Associated Press de nuevo no había pruebas de que se tratase de pedofilia y contactaron con Etsy, que “investigó y encontró infundadas” estas afirmaciones. Asimismo, explican, eliminaron las imágenes de los niños con la pizza, creadas con Inteligencia Artificial.
“Etsy investigó las afirmaciones y las encontró infundadas, según un representante. Si bien no se estableció ninguna amenaza a la seguridad infantil, las publicaciones fueron eliminadas del mercado en línea porque no parecían legítimas y tenían lo que parecían ser precios excesivamente altos”, recoge la agencia de verificación Associated Press, que ha detectado, por otra parte, “un resurgimiento” de la teoría estadounidense del Pizzagate en redes sociales.
Se han identificado otras vertientes de esta teoría. Según publicó el verificador Newtral, varios portales de internet alojados en Rusia, Alemania y otros países han publicado recientemente una supuesta “investigación” que revelaría cómo 85 menores ucranianos acogidos en España habrían acabado en redes ilegales de tráfico infantil y pedofilia. Los menores en cuestión serían “un grupo de 85 niños —muchos de ellos con discapacidad— procedentes de un orfanato ucraniano junto a 17 adultos, incluida la directora del centro, que —supuestamente— ejercía la tutela de los menores”. Actualmente, explican, “los servicios sociales de la Junta de Castilla y León son quienes ejercen su tutela y, salvo los que han cumplido la mayoría de edad, permanecen en varios centros de la provincia de Valladolid y están localizados”.
La teoría, según Newtral, fue publicada por una fundación rusa creada hace dos años por Yevgeny Prigozhin, jefe del grupo Wagner, organización creada para apoyar a los paramilitares prorrusos en Ucrania, que falleció en agosto de 2023 después de que el avión que viajaba sufriera un accidente. Asimismo, indican que la misma web ya había publicado otro contenido similar como que que los niños ucranianos acogidos por Europa se utilizan para “tráfico de órganos”.
El objetivo: usar a las mujeres como víctimas de desinformaciones para atacar mandatarios internacionales o sacarlas del debate político
No es ni el primer ni el segundo bulo que usa la figura de Olena Zelenska para intentar desprestigiarla a ella o a su marido el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Tampoco es la primera vez que la mujer de un presidente de un gobierno es objeto de campañas de desinformación transfronterizas. Lo hemos visto con la teoría de la conspiración “Nació Hombre”, sobre la supuesta transexualidad de las mujeres de los presidentes de Francia, España o Estados Unidos. Esta teoría pone en el centro de la diana a primeras damas del panorama político internacional como Brigitte Macron, Begoña Gómez o Michelle Obama, señalando que habían nacido hombres y que por tanto, habían cambiado su sexo.
También se usa contra candidatas políticas. “¿Conocéis a este hombre? Su nombre es ‘Kamal Aroush’. Nació en Bengasi. Kamal se convirtió en Kamala”, dice un contenido que empezó a viralizarse horas después de que Joe Biden anunciara su renuncia a la reelección como candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos el pasado 21 de julio e hizo público su apoyo a Kamala Harris, actual vicepresidenta del país, para ocupar ese espacio. No es la primera vez que circula, el mismo bulo se movió en 2020.
Se trataba de un montaje hecho como una aplicación móvil como FaceApp, la cual sirve para editar los rasgos de las personas en fotografías. El montaje en sí se hizo sobre una fotografía oficial de 2017, cuando Harris era senadora en representación de California. Desde el 21 de julio también han circulado otros contenidos contra Harris, como una imagen manipulada en la que aparece junto con el magnate acusado de Jeffrey Epstein, condenado por tráfico de menores y encontrado sin vida en su celda en 2019. En realidad Harris posa con su marido, Douglas Emhoff en la cena inaugural de gala del Broad Museum en Los Ángeles, en 2015.
Esta estrategia, a través de la que se enmarca a las mujeres como “poco confiables, poco inteligentes, demasiado emocionales o sexuales” busca sacarlas de una posición de poder y visibilidad, y también puededesalentarlas de ingresar a la política o llevarlas a la autocensura y desvinculación del debate político, explicaba en un artículo Melanne Verveer, directora ejecutiva del Instituto Georgetown para la Mujer, la Paz y la Seguridad.
Hay más ejemplos. En diciembre de 2021, dos mujeres, una haciéndose pasar por periodista independiente y la otra por médium, afirmaban en un vídeo de YouTube que Brigitte Macron en realidad nació como un varón, llamado Jean-Michel Trogneux (que es el nombre actual de hermano de Brigitte Macron). También afirmaban que su primer marido nunca existió y que ella no tuvo a sus tres hijos. En 2023, tras una denuncia interpuesta por la primera dama y su hermano, ambas mujeres fueron multadas por el tribunal de justicia de Lisieux con 2.000 euros a cada una.
En España ocurrió una situación similar: “He aquí la ‘esposa’ del presidente. Foto actual y foto antigua”, decían unos contenidos que empezaron a circular en redes sociales en 2021, junto con una comparación de una imagen de la primera dama española Begoña Gómez, con otra de un hombre, la cual es un montaje. El contenido fue desmentido por los verificadores españoles Maldita.es, y se demostró que la foto en la que supuestamente aparecía Begoña Gómez era un montaje hecho con la aplicación de edición facial FaceApp a partir de una foto original tomada en una entrevista concedida a una televisión española.
Entre un bulo y otro la narrativa era alimentada con contenidos como los que señalaban que Begoña Gómez se había cogido “tres días de baja por dolores de próstata”. Un texto que se difundió tras la aprobación en el Consejo de Ministros del anteproyecto de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva que contemplaba la baja laboral por menstruación dolorosa. Se trataba de otro montaje en el que se manipuló una publicación original de la web Trendings en la que no se mencionaba ningún asunto relacionado con una baja por “dolores de próstata”, sino que se hacía referencia al espionaje a políticos a través del programa espía Pegasus.
Todos estos bulos forman parte de lo que se denomina desinformación de género: se dirige a las mujeres convirtiendo los estereotipos de género en armas con fines políticos, económicos o sociales y se presenta en diferentes formas: como publicaciones en las redes sociales, invenciones sexuales y otras formas de teorías de conspiración.
Ucrania envía al frente niños y mujeres menores o embarazadas: otros bulos que alimentan la narrativa
Los niños y las mujeres en Ucrania también han sido objeto de diferentes narrativas desinformadoras desde el inicio de la guerra. Un ejemplo fue Marianna Vyshemirsky que después de sobrevivir a un ataque en el hospital en el que se encontraba ingresada en Mariupol, en un estado avanzado de embarazo, fue acusada de estar actuando y haciendo una escenografía. Esto es el negacionismo de la guerra: una narrativa ampliamente usada desde el inicio de la invasión rusa con el fin de negar que las imágenes que se difunden de las víctimas así como de los ataques por parte de Rusia fueran reales.
Aunque algunas de las desinformaciones detectadas recientemente que involucran a niños y mujeres no se han movido con tanta viralidad en países hispanohablantes como sí lo ha hecho la teoría de la conspiración que acusaba a Olena Zelenska de tráfico de menores, estas desinformaciones han sido constantes y con distintas versiones.
En países como Lituania comenzó a circular en abril de este año el bulo de que las esposas de la ciudad de Lozovo en la región ucraniana de Járkov, «entregaron» a sus maridos a las comisarías militares y fueron recompensadas por hacerlo, algo que fue desmentido por los verificadores lituanos Delfi.
Este tipo de contenidos han sido denominados “desinformación para los vecinos”, por la investigadora principal para Rusia, Eurasia y los Balcanes del Real Instituto Elcano Mira Milosevich-Juaristi en un artículo publicado en 2017, porque “está dirigida a los ciudadanos del espacio post-soviético de origen ruso y no ruso”.
Otros bulos que se han difundido más allá de los países vecinos apuntan a la movilización forzosa tanto de niños como de mujeres, obligándolos a ir al frente. Tanto en España como en Argentina o Colombia se ha viralizado recientemente una imagen de niñas de supuestamente 17 años “reclutadas por el ejército de Zelenski”. Sin embargo, tanto Chequeadocomo La Silla Vacía, verificadores de los dos países latinoamericanos, concluyeron que no eran adolescentes reclutadas sino una foto tomada el pasado 11 de junio durante un homenaje a graduados fallecidos en el Instituto Militar de la Universidad Nacional Taras Shevchenko, en Kiev, capital de Ucrania.
En diciembre de 2023 se viralizó en redes sociales que Ucrania estaba mandando al frente a mujeres embarazas a luchar, contenido que se movió en varios idiomas. Delfi, en Lituania, que lo verificó, explicaba que era falso y que, en efecto en Ucrania, aunque no hay una movilización obligatoria de las mujeres, pueden unirse voluntariamente al ejército ucraniano. En caso de estar embarazadas se retiran del combate y “continúan sirviendo en posiciones no combatientes hasta que alcanzan los siete meses de embarazo que se desvincula de cualquier deber”. Los contenidos se manipularon y difundieron a raíz de una publicación deBusiness Insider titulada “Las mujeres ucranianas embarazadas solicitan uniformes especiales para que los soldados se adapten a sus crecientes barrigas mientras continúan en servicio hasta los 7 meses de embarazo”. Sin embargo, el artículo aclara que “cuando una soldado descubre que está embarazada, inmediatamente la retiran de cualquier rol de combate”.
Otra foto, que se viralizó en abril de 2024 llevaba comentarios como “en Ucrania están llevando a niños de 16 años y abuelos de 70, así como a personas discapacitadas, a la guerra”. Pero también era falso. Lo ha verificado Myth Detector, de Georgia: “Esta cuestión está regulada por varias leyes de Ucrania. Según la ley, la edad mínima para el servicio militar es 18 años y las personas con determinadas discapacidades están exentas del servicio militar”, explican.
Además de ser unas de las protagonistas de la narrativa del reclutamiento forzoso, las mujeres ucranianas también lo son de los contenidos que las sexualizan. En Amenaza creíble: ataques contra mujeres en línea y el futuro de la democracia, su autora, Sarah Sobieraj sostiene que los ataques están “dirigidos a proteger y reforzar un sistema de género en el que las mujeres existen principalmente como cuerpos para la evaluación y el placer masculinos”. También observa que las mujeres que son objeto de las formas más duras de abuso son miembros de grupos marginados,las que hablan en o sobre ámbitos dominados por los hombres -como la política, los deportes, la política exterior, la defensa y la ciberseguridad-, así como las mujeres que son “percibidas como feministas o no conformes con las normas tradicionales de género”.
Esto se puede ver en el bulo que afirmaba que “a mujeres de las fuerzas armadas no les dan equipamiento y las obligan a coleccionar fotografías íntimas”, verificado por StopFake, una desinformación más de una amplia narrativa que ya se vio al inicio de la invasión rusa pero, como ocurre con las anteriores, siguen explotando.
Esta investigación se ha llevado a cabo siguiendo una metodología que incluye una escala de valores de riesgo de que un contenido sea parte de una campaña de desinformación, de acuerdo con los siguientes criterios: canales donde se ha difundido la desinformación, países en los que ha circulado un mismo contenido desinformativo, plataformas en las que se ha compartido y narrativas identificadas.
¿Quiénes participan en este proyecto?
Este proyecto colaborativo, financiado por la Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy, NED) pretende mejorar las capacidades tecnológicas para la detección, análisis y clasificación de la desinformación de las organizaciones de fact-checking de Europa del Este y Eurasia. Liderado por la Fundación Maldita.es (España), participan StopFake (Ucrania), Media Development Foundation (Georgia) y Delfi (Lituania); mientras que permite la interconexión con otras organizaciones de América Latina: Chequeado (Argentina), La Silla Vacía (Colombia); EsPaja (Venezuela) y Animal Político (México) .
¿Cómo sabemos que un contenido circula al mismo tiempo en varios países?
La Fundación Maldita.es ha diseñado un sistema centralizado que actúa como repositorio mediante el cual los verificadores de Ucrania, Georgia, Lituania, además de Maldita.es, pueden enviar los contenidos que reciben por sus respectivos chatbots o aquella que identifican en internet, de acuerdo con la metodología establecida para este proyecto. Si el contenido circula en un país o más, se envía una alerta al resto de países para que comprueben si la desinformación circula en esos países y en caso afirmativo lo señalan en el sistema compartido. Que una desinformación haya sido vista en un país no necesariamente significa que la organización de fact-checking publique la verificación, ya que puede no haber sido lo suficientemente viral.