Los medios rusos y ucranianos salieron con títulos como “Ucrania bajo sospecha de envíos ilegales de armas a Sudán del Sur”; “Culparon a Ucrania de enviar suministros de armas para matar a los civiles de Sudán del Sur”… El motivo fue una publicación de la investigación realizada por la Amnesty International (AI). En su informe la AI señaló que “no podemos definir cuántas armas —ni si tales suministros tuvieron lugar— fueron enviadas a Sudán del Sur”.
La compañía “Ukrinmash” —que figuraba en la investigación— refutó la información de los suministros de armas a Sudán del Sur; StopFake también ha juntado otros datos acerca de este tema.
Los medios de información presentaron el informe de la AI de manera diferente. Por ejemplo, el canal de TV RenTV dijo que “fueron suministrados miles de ametralladoras y morteros, municiones y lanzagranadas manuales antitanques. Como informan, las armas al fin fueron usadas contra los civiles”.
Los noticieros pro-Kremlin como Dni.ru o FondSK.ru difundieron acusaciones aún más serias: las explosiones del almacén de armas en Kalynivka (región de Vinnytsya de Ucrania) supuestamente tenían que tapar la falta de municiones, en particular “el hecho de la venta de armas de Kyiv a los países africanos”.
La investigación de la organización que defiende los Derechos Humanos Amnesty International —que provocó una ola de noticias, discusiones y preguntas— se llama “De Londres a Juba, el papel de una empresa registrada en el Reino Unido en uno de los más grandes suministros de armas a Sudán del Sur” (FROM LONDON TO JUBA, A UK-REGISTERED COMPANY’S ROLE IN ONE OF THE LARGEST ARMS DEALS TO SOUTH SUDAN). El informe empieza:
“Este informe documenta un complejo acuerdo multimillonario de armas que involucra a entidades en el Reino Unido, Ucrania y los Emiratos Árabes Unidos. El informe se enfoca en el papel de una empresa británica delantera, cuyo nombre figura en los contratos y en el certificado de usuario final”.
La misma AI no menciona los suministros de armas ucranianos a Sudán del Sur como “ilegales”.
Más tarde, la portavoz de la AI, Maria Gurieva, concediendo una entrevista para la Hromadske Radio, dijo que ellos no declararon que Ucrania suministrara armas, sino que se trata de contratos firmados. Los acuerdos firmados prevén el suministro de armas. Si se comprueba que no hubo suministros, aún así no significa que estos contratos no sean una amenaza para los Derechos Humanos, y que violan las normas y obligaciones internacionales. Si no las hubiesen suministrado, está bien, significaría que menos gente va a morir en Sudán del Sur con las balas producidas en Ucrania”. (en el vídeo desde 20:33)
Hay que mencionar que una obligación internacional que prohíbe la exportación de armas donde podrían ser utilizadas para crímenes de guerra es el Tratado sobre el Comercio de Armas. Ucrania ya ha firmado el documento, pero todavía no lo ha ratificado.
Otro embargo a la escolta de armas a Sudán del Sur se extiende a los países de la UE, que también, por el momento, no se aplica a Ucrania.
La empresa ucraniana —el Ukrinmash— mencionada en el informe de la AI declaró que esta información no se corresponde con la realidad:
“Podemos confirmar que los contratos mencionados no fueron realizados, no hubo movimiento de los bienes o servicios”.
Además en la compañía añadieron que “pese a que el Consejo de Seguridad de la ONU no ha introducido un embargo total al comercio de armas con Sudán del Sur, Ucrania y el Ukrinmash se adhieren plenamente a la política declarada de garantizar la seguridad y la estabilidad regional e internacional”.
El Servicio Estatal de Control de Exportaciones de Ucrania explicó que “no hubo quejas de los Estados miembros (del control de exportaciones) o de miembros de la ONU contra Ucrania por el incumplimiento de las obligaciones internacionales, porque nuestro país no realizó transportaciones de armas, violando las restricciones nacionales e internacionales”.
En el Servicio también dijeron que “tales acusaciones surgen justo cuando Ucrania está negociando sobre la proporción de armas defensivas y el aumento de la ayuda militar por parte de sus partidarios estratégicos”. Además esta información daña la reputación y “afecta las posiciones de las empresas ucranianas en el mercado de armas mundial”.
El Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), que se ocupa del control de armamentos, el desarme y la no proliferación de armas, con sus datos demuestra que los suministros de armamento de Ucrania a Sudán del Sur tuvieron lugar antes de 2013. Los principales proveedores de armas para Sudán del Sur desde 2013 hasta 2016 fueron Canadá, China y Rusia.
Sin embargo, los datos del Servicio Estatal de Control de Exportaciones de Ucrania señalan que en 2016 Ucrania sí que exportó ametralladoras ligeras y pesadas a Sudán del Sur. En el Ukrinmash señalan que aparte de ellos hay seis compañías más que se ocupan del mismo asunto, por lo tanto los datos del Servicio no se tratan de las actividades del Ukrinmash.
No hay datos y menciones de cuál compañía suministraba las armas a Sudán del Sur, además este tipo de información podría ser un secreto corporativo.
El secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, Oleksandr Turchinov, declaró que las empresas del Ukroboronprom (la producción estatal de las armas) tomaron la decisión de no suministrar armas a este país hasta que la situación no se estabilice.
El medio alemán Deutsche Welle analizó las acusaciones más tremendas contra Ucrania en el suministro ilegal de armas a diferentes países; los periodistas concluyeron que ninguna acusación al final fue comprobada, pero ha dañado la imagen del país.