Fuente: EU vs. Disinfo
Los anuncios de algunas de las marcas mundiales más conocidas están financiando algunos de los sitios web de desinformación más notorios de Europa con inversiones que llegan hasta $76 millones por año.
Una nueva investigación, realizada por el Índice Global de Desinformación, ha revelado los hallazgos, estimando que más de $76 millones en ingresos por publicidad se gastan anual e inadvertidamente por parte de grandes corporaciones como Amazon Prime, Burger King, Mercedes Benz, Samsung, Spotify y Volvo en páginas web que difunden desinformación. De manera crucial, la colocación de estos anuncios está habilitada por varias compañías tecnológicas igualmente destacadas, con Google (Ad Services y DoubleClick) y Criteo liderando el paquete. Estas empresas proporcionan anuncios para cada sitio web en función de la huella de datos en línea y la geolocalización de cada usuario.
El estudio encontró que Google proporciona servicios de publicidad al 57 % de los sitios web de desinformación utilizados en la muestra, pagándoles el 62 % de los ingresos totales estimados, que suman unos $48 millones anuales. GDI destaca que el dominio del mercado de Google con este problema en Europa «refleja su papel global en la publicación de anuncios en sitios web de desinformación a nivel mundial». En segundo lugar después de Google, la empresa francesa de tecnología publicitaria Criteo también ofrece una porción significativa de anuncios a páginas web de desinformación europeas, proporcionando al 13 % de ellos anuncios que resultan en pagos por un total de $13 millones anuales (igual al 17 % de los ingresos totales).
Además, otras compañías de tecnología publicitaria mencionadas en el estudio son Amazon, Moneytizer, OpenX, Pubmatic, Revcontent, Rubicon Project, Taboola, Teads, The Trade Desk, Twitter y Xandr. La parte de los ingresos publicitarios de cada empresa de tecnología y la proporción de dominios servidos se muestran en el gráfico a continuación. Cinco empresas representan el 97 % de los ingresos publicitarios pagados a los sitios web que difunden desinformación: Google, Criteo, OpenX, Taboola y Xandr. Si bien las estimaciones precisas de los ingresos publicitarios en línea son difíciles de realizar debido a la opacidad del mercado, el método del GDI se centró en su límite inferior.
Como parte de la investigación, el GDI compiló un mapa de estos anuncios de marca en varios sitios web de desinformación conocidos en Europa. La lista de dominios utilizados en el estudio, que ascendió a casi 1400, se recopiló de varias fuentes independientes de verificación de hechos, así como también se extrajo de listas públicas que rastrean la desinformación en Europa, incluida la base de datos EUvsDisinfo.
La muestra abarcó noticieros digitales extranjeros que son conocidos por difundir desinformación en Europa, como las ediciones en distintos idiomas y países de Russia Today, Sputnik News y Epoch Times, entre otros, así como páginas procedentes de varios países europeos. La investigación perfiló específicamente ocho estudios de casos nacionales: Bulgaria, la República Checa, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Eslovaquia y España.
Basándose en sus hallazgos, el GDI resume que esta colocación generalizada e indiscriminada de anuncios en sitios de desinformación es una violación del Código de Prácticas sobre Desinformación de la UE, cuyo objetivo es interrumpir la publicidad y los incentivos de monetización destinados para los que difunden desinformación. GDI señala que Google, así como la Interactive Advertising Bureau (IAB) y la Federación Mundial de Anunciantes (WFA) son signatarios del Código y se han comprometido voluntariamente a su implementación.
Si bien la IAB cuenta entre sus miembros con varias de las compañías de tecnología publicitaria en los sitios de desinformación, la WFA representa una amplia gama de anunciantes y marcas, incluidas muchas que se encuentran en el presente estudio.
En consecuencia, la implicación de esta investigación es que las compañías de tecnología publicitaria, así como las propias marcas, desconocen o no quieren reducir la publicidad que se coloca en sitios web cuyas actividades perjudican los debates públicos en sociedades abiertas. Tanto la industria publicitaria como las propias marcas deben hacer más para evitar la monetización de la desinformación y el contenido nocivo relacionado que amenaza con socavar los procesos democráticos europeos, la cohesión cívica y la salud pública.
Fuente: EU vs. Disinfo, traducido por StopFake