Ayer pasó algo curioso. “Barbijaputa”, la columnista de ElDiario.esmencionó en su Twitter que Susan Sarandon había dicho que Hillary Clinton es peor que Donald Trump, publicó Jesús Pérez el 5 de agosto en su blog «Guerras Posmodernas».

Barbijaputa_EDIIMA20160315_0182_18

Y que ella se fiaba mucho del criterio de Susan Sarandon. “Barbijaputa” tiene una larga trayectoria tratando de epatar con sus artículos y comentarios en Twitter pero me parece interesante ese giro de tuerca, en la línea del hipsterismo político del que ya he hablado aquí, en el que personas de izquierdas defienden ideas radicales en busca de la “distinción”, en los términos de Pierre Bourdieau.

barbijaputa

La política ya no es un espacio de transformación social, sino un espacio de identidad personal. Uno es las causas a las que hace retuit o comparte en su muro de Facebook. Pero precisamente, como el umbral del compromiso social es tan bajo, quienes quieren sentirse parte de una élite ilustrada y concienciada frente a la masa borrega tienen que buscar causas exóticas o defender las causas más extravangates.

Pero la anécdota de “Barbijaputa” tiene un giro interesante. Buscando argumentos con los que sustentar su posicionamiento, o quizás buscando ejemplos de que Susan Sarandon no son las únicas en pensar así, enlazó a un artículo de Diana Johnstone titulado “Por qué Hillary Clinton es mucho peor que Trump” publicado por Katehon. ¿Quién es Diana Johnstone y qué es Katehon?

Diana Johnstone es una escritora estadounidense, autora de un libro bastante polémico sobre las guerras en la antigua Yugoslavia. Según ella, la OTAN intervino en Bosnia-Herzegovina en 1996 contra las fuerza serbo-bosnias como un nuevo episodio del enfrentamiento geopolítico de Estados Unidos contra el mundo cristiano-ortodoxo apoyando a las fuerzas islamistas, siendo el primero la Guerra de Afganistán. Podemos encontrar artículos suyos en Voltairenet, cómo no, entre los cuales hay uno donde defiende al humorista francés Dieudonné M’Bala M’Bala, célebre anti-semita que ha actuado en actos del Front National y fundó el Partido Antisionista con dinero de Irán. Escribí de él por cierto, en “Antisemitismo y odio a Israel en Europa”.

Katehon por su parte es un sitio web con versiones en varios idiomas, incluyendo el español, vinculado al movimiento político euroasianista, una corriente neofascista e imperialista rusa del que su máxima figura es Alexander Dugin, del que en su momento hablé brevemente aquí y sobre el que tendré que volver en el futuro porque los euroasianistas articulan una verdadera ideología antioccidental en el contexto de la Nueva Guerra Fría. Dugin visitó España en 2013, por cierto, invitado por el partido neofascista Movimiento Social Republicano.

Que “Barbijaputa” haya enlazado un artículo de Katehon es accidental. Podría haber enlzado a cualquier artículo de Counterpunch, donde Diana Johnstone colabora habitualmente. Por ejemplo, tenemos una entrevista a Johnstone que Counterpunch ha titulado con la frase “Clinton is truly dangerous”. [Actualización: Enlazó una entrevista a Johnstone en La Marea]. Pero lo significativo aquí es que los discursos en ambos extremos del espectro político sean indistinguibles. Ya sucedió durante los comienzos de la crisis de Ucrania, que medios de izquierda española reproducían artículos de autores de la ultraderecha francesa defendiendo el punto de vista ruso. Posiblemente los editores de esas publicaciones no tuvieran ni idea de quién era el autor. Simplemente les gustó el discurso “crítico” contra Estados Unidos y la Unión Europea.

Según contaba Russia Today el pasado mes de junio, se aprobó en Rusia una ley que“prohíbe cultivar y criar especies genéticamente modificados”. Mientras que F. William Engdahl contaba en New Eastern Outlook que el pasado día 25 de julio Vladimir Putin había decidido dar un giro a la economía rusa, abandonando la doctrina neoliberal occidental para lanzar una estrategia de “Desarrollo Nacional”. AEngdahl, cómo no, le podemos leer en Voltairenet y Rebelión.org. Seguro que muchos izquierdistas despistados aplaudirán a un político que renuncia al neoliberalismo y prohíbe los Organismos Modificados Genéticamente en su país, aunque se llame Vladimir Putin.

El pasado 1 de agosto el blog Agenda Roja Valenciana titulaba “No era un helicóptero militar” a propósito del helicóptero Mil Mi-8AMTSh de la fuerza aérea rusa derribado en Siria. Según informaron las autoridades rusas, realizaba una misión de reparto de ayuda humanitaria. Los restos del aparato mostraban que llevaba lanzaderas B-8V20A para cohete S-8 de 80mm. En cualquier caso, se trataba de un blanco militar legítimo porque un aparato para gozar de inmunidad por su misión humanitaria tendría que haber llevado un distintivo característico, como una cruz roja, y no llevar armas. El caso es que tenemos a un comunista español más putinista que Putin. Uno de tantos. Y todos revueltos. Pero remando para el mismo lado.

Por Jesús M. Pérez
Fuente: GuerrasPosmodernas.com