Los servicios especiales rusos han llevado a cabo operaciones de información contra la movilización en Ucrania desde el inicio de la agresión híbrida en 2014. Los rusos han lanzado mensajes al campo mediático dirigidos a minar la confianza en la cúpula militar y política y a crear divisiones artificiales en la sociedad. También han promovido la narrativa de un «conflicto civil» y una «guerra entre oligarcas», en la que los ucranianos corrientes deberían evitar participar. Los eventos activos al estilo del KGB, como las « concentraciones de esposas y madres» o los «piquetes contra la guerra», tenían como objetivo bloquear el trabajo de los comisarios militares. En 2016 se suspendió la movilización de reservistas. Sin embargo, el 24 de febrero de 2022, debido a la invasión a gran escala de Ucrania, la situación cambió y el presidente Zelenskyy anunció una movilización general. Casi simultáneamente, se lanzó una nueva campaña rusa para impedirla.
Mensajes claves antimovilización
Un elemento importante de esta campaña de desinformación es que los mensajes contra la movilización contengan una pizca de verdad y sean difundidos no sólo por la propaganda rusa, sino idealmente de forma orgánica por los ucranianos que han sido influidos por ella. Entre estos mensajes encontramos los siguientes:
- La movilización es ilegal debido al “incorrecto” estado de ley marcial en Ucrania (se opone al “correcto” estado de guerra);
- Los Centros Territoriales de Reclutamiento y Apoyo Social no forman parte de las Fuerzas Armadas, sino que son “empresas privadas”, por lo que no tienen derecho a realizar la movilización;
- Deben luchar otros: diputados, funcionarios, policías, aduaneros, guardias fronterizos, jueces, militares profesionales/contratistas (no civiles movilizados), etc;
- Los centros de reclutamiento militar son totalmente corruptos, así que los ricos pagan y los pobres sirven;
- Las Fuerzas Armadas ucranianas sufren grandes pérdidas, los comandantes no cuidan de sus soldados, por lo que los movilizados están condenados a morir;
- No merece la pena luchar por un gobierno corrupto que viola los derechos de los ciudadanos y cierra las fronteras;
- El ejército ruso es invencible y no tiene sentido oponerse a él.
Desde 2022, los esfuerzos propagandísticos del Kremlin se han dirigido a debilitar la capacidad de Ucrania para resistir la agresión rusa generando conflictos internos artificiales en la sociedad y enfrentando a un grupo de ciudadanos contra otro.
Además de la técnica tradicional de oponer a las poblaciones de habla ucraniana y rusa en el oeste y el este de Ucrania, el Kremlin también ha intentado crear líneas divisorias entre los desplazados internos y los residentes de las regiones que los acogen, así como entre los que abandonaron Ucrania y los que se quedaron, o entre civiles y militares.
Una parte especial de la campaña contra la movilización es la demonización de los empleados de los centros de reclutamiento militar, ya que Rusia está tratando de desacreditar de forma indirecta a las Fuerzas Armadas de Ucrania en su conjunto.
Los servicios de inteligencia del Kremlin que llevan a cabo operaciones psicológicas utilizan los miedos humanos naturales (miedo a la muerte, miedo a las lesiones, miedo a lo desconocido), así como las deficiencias organizativas reales, los abusos y las infracciones de los funcionarios.
Las autoridades rusas vigilan de cerca el espacio mediático ucraniano y lo utilizan para promover mensajes contra la movilización con hechos de soborno, abuso de poder por parte de los empleados de los centros de reclutamiento militar, así como centrándose en cualquier conflicto en el que estén implicados militares, pérdidas militares, cruces ilegales de fronteras por parte de hombres, etc.
La desinformación pro-Kremlin combina mensajes contra la movilización con hechos reales, manipulaciones y falsificaciones, lo que lleva a los consumidores de propaganda a concluir que:
- El Estado ucraniano es enemigo de los ciudadanos;
- los militares ucranianos suponen peligro para los civiles;
- movilizan a los fracasados, evitar la movilización es un éxito.
En última instancia, el objetivo de la operación rusa contra la movilización es influir en el comportamiento de los ucranianos. Durante 2022-2023, la operación de información se dirigió a promover la evasión pasiva de la movilización (ignorar el registro militar, evitar el contacto con los centros de reclutamiento militar, crear motivos ficticios de aplazamiento). Desde finales de 2023 hasta principios de 2024, la dirección dirigida a normalizar y promover formas activas de evasión (cruce ilegal de fronteras, violencia contra los empleados de los centro de reclutamiento militar, incendios de coches) se hizo más destacable.
Cómo funciona
Para llevar a cabo operaciones de información, el Kremlin utiliza métodos combinados que incluyen el trabajo de las redes de influencia rusas en Ucrania: recursos mediáticos (páginas web, perfiles en redes sociales, canales de Telegram), granjas de bots y fábricas de trolls. En 2022, se crearon decenas de canales regionales de Telegram, en los que se difundían mensajes con las ubicaciones en las que supuestamente los reclutadores emitían citaciones.
La maquinaria de propaganda y desinformación utiliza las políticas y algoritmos de las redes sociales populares en Ucrania para sus propios fines. Por ejemplo, solo entre marzo y noviembre de 2023, un estudio realizado por el Centro de Comunicaciones Estratégicas y Seguridad de la Información en cooperación con el Centro para la Democracia y el Estado de Derecho identificó 596 anuncios de desinformación y propaganda rusa dirigidos a la audiencia ucraniana. 136 y 82 de ellos, respectivamente, o un total de casi el 37%, promovían mensajes rusos sobre la situación en el frente y la movilización en Ucrania.
Los propagandistas rusos utilizan TikTok como punto de entrada en el espacio mediático ucraniano. Los autores de un estudio del proyecto Texty.org.ua concluyeron que los algoritmos de recomendación de esta red social, como algunos otros, empiezan a promocionar vídeos antes de que los procesen los algoritmos de moderación encargados de bloquear y eliminar contenidos. Esto significa que los usuarios ucranianos de TikTok tienen muchas posibilidades de ver desinformación y propaganda rusa con hashtags populares, aunque no estén suscritos a páginas con ese contenido.
Así, a mediados de julio, el hashtag #centrodereclutamientomilitar era el más popular en el segmento ucraniano de Tik Tok.
La mayoría de los contenidos con estos hashtags están dirigidos a desacreditar la movilización en Ucrania. En julio, los 10 hashtags más populares incluían hashtags abiertamente contrarios a la movilización, como #stopcentrosdereclutamiento, #ciudadanoscontracentrosdereclutamiento , #resistencicontracentrosdereclutamiento, y el hashtag antiestado #tsenemoyaukrayina (no es mi Ucrania).
La mayoría de ellos van acompañados de vídeos (tanto reales como escenificados) con conflictos en los que están implicados empleados de los centros de reclutamiento militar, así como de relatos descontextualizados de historias ofensivas e instrucciones sobre cómo evitar y oponerse activamente a la movilización, o simplemente citas desafortunadas de entrevistas militares sobre la necesidad de la movilización.
Una de las áreas de resistencia activa a la movilización es la organización de ataques incendiarios contra vehículos militares en ciudades ucranianas y su seguimiento mediático. Según una investigación del medio de comunicación Vazhnye Istoriyi, a principios de junio, foros en ruso de la darknet publicaron anuncios en los que se ofrecían recompensas monetarias por incendiar vehículos militares. El foro en cuestión es Hydra, especializado en tráfico de drogas y otras operaciones ilegales. El foro cambia periódicamente de dirección en la red Tor.
A su vez, el Servicio de Seguridad de Ucrania y la Fiscalía General informaron de la detención de sospechosos de dichos incendios provocados que recibieron sus órdenes a través de Telegram. Los vídeos y fotos de vehículos militares quemados se están promoviendo a través de las redes de medios de comunicación rusas como prueba de la “resistencia popular” a la movilización. En particular, los vídeos en TikTok van acompañados de los hashtags mencionados.
Los medios de propaganda y los medios estatales rusos han utilizado estos incidentes para elaborar historias sobre la “resistencia popular” a la movilización y el “enfrentamiento entre los ucranianos y las autoridades” y el presidente Volodymyr Zelenskyy personalmente. Por ejemplo, el 21 de julio, la agencia de noticias estatal rusa TASS publicó una serie de artículos que, según afirmaba, eran entrevistas con miembros de la “resistencia prorrusa” en Ucrania. La publicación afirma que los ataques incendiarios contra vehículos militares y cajas de relés ferroviarios (un ejemplo clásico de sabotaje contra las infraestructuras de transporte) son supuestamente “actos de resistencia” por parte de hombres sometidos a movilización.
Durante los tres días siguientes, la noticia fue difundida por más de 40 medios rusos y prorrusos: canales de Telegram, páginas de Facebook y páginas web. Otros 40 mensajes se publicaron en las redes sociales rusas Vkontakte y Odnoklassniki.
La propaganda rusa está intentando incluir casos destacados de violencia e intentos de suicidio en la narrativa contra la movilización. El 18 de julio, una mujer se prendió fuego cerca de un edificio judicial en el distrito de Bila Tserkva, en la región de Kyiv. Los medios de propaganda rusos lo presentaron como un “acto de resistencia” porque el tribunal no concedió a su marido el aplazamiento de la movilización.
La falsedad es evidente, al menos porque los aplazamientos de la movilización los emiten los centros de reclutamiento militar, no los tribunales. A lo largo de tres días, la noticia falsa fue difundida por más de 40 páginas web y canales de Telegram rusos y prorrusos (las herramientas de seguimiento detectaron 50 mensajes).
La noticia falsa se difundió incluso después de que la policía diera una explicación oficial: el tribunal estaba estudiando un caso relativo a los derechos de una mujer y un hombre a la custodia de su hijo.
El Kremlin utiliza agentes de influencia para perturbar la movilización en Ucrania. Bajo la apariencia de actividades periodísticas o de derechos humanos, crean redes para organizar la oposición a la movilización y desacreditar al Estado y al ejército. A finales de julio, el Servicio de Seguridad de Ucrania detuvo al jefe de una de estas redes y a sus cómplices. Son sospechosos de crear y difundir contenidos que llaman a la resistencia armada a los centros de reclutamiento militar, publicar datos personales de militares y otras acciones contempladas en el artículo 114-1 del Código Penal de Ucrania (obstrucción de las actividades legítimas de las Fuerzas Armadas de Ucrania).
Conclusiones
Rusia tiene un interés directo en debilitar las capacidades de defensa de Ucrania. Por ello, sus esfuerzos se dirigen a perturbar la movilización de Ucrania. Para ello, el Kremlin utiliza todos los métodos de que disponen sus servicios de inteligencia y los propagandistas rusos: difusión coordinada de desinformación y manipulación, creación de falsificaciones, reclutamiento de agentes y sabotaje. Las herramientas se utilizan combinadas y se complementan entre sí. Los rusos intentan convencer a los ucranianos de que su verdadero enemigo no es el agresor, sino su propio Estado. También intentan minar la confianza en las Fuerzas Armadas, generar conflictos internos y convertirlos en enfrentamientos violentos. O, con la ayuda de los medios de comunicación, crear la ilusión de tal confrontación.
Fuente: Centro de Comunicaciones Estratégicas y Seguridad de la Información