Ni en la página web ni en las redes sociales de la organización ambientalista aparece el reportaje en cuestión. Lo más seguro es que ha sido fabricado por los propagandistas.
Las fuentes prorrusas difunden un vídeo supuestamente emitido por la organización ambientalista Greenpeace. La cinta denuncia que el sistema de defensa antiaérea ucraniano supone un peligro para una especie de aves poco común: águila de cola blanca. Sólo en 2024, el sistema antiaéreo supuestamente derribó por error 138 ejemplares, confundiéndolos con drones enemigos. Como consecuencia, según el vídeo, la población de roedores devorados por las águilas crece rápidamente en los campos ucranianos, lo que daña las cosechas. El vídeo también cita al experto militar británico Jonathon Riley, quien supuestamente acusa a los operadores de defensa aérea ucranianos de inexperiencia.
Sin embargo, Greenpeace no publicó dicho reportaje, esto se puede comprobar fácilmente buscando en la página web de la organización con las palabras clave «Ucrania», «águilas», etc. El vídeo tampoco está disponible en las páginas de Instagram y Facebook del proyecto. Es probable que los propagandistas hayan editado ellos mismos este vídeo – ya hemos refutado una falsificación creada de forma similar en el siguiente artículo: “Falso: Una investigación de Bellingcat demuestra que Yermak pagó a Time por un puesto en el ranking de las personas más influyentes del año”.
Lo más probable es que los propagandistas se «inspiraran» para crear la falsificación en un estudio sobre los cambios en las rutas migratorias de las águilas en medio de la guerra de Ucrania, del que se hicieron eco recientemente los medios de comunicación. Científicos de la Universidad de Ciencias Naturales de Estonia y del British Trust for Ornithology siguieron los movimientos de las aves mediante tecnología GPS y observaron que, con el inicio de la invasión a gran escala, las aves empezaron a evitar sus zonas habituales de descanso en Ucrania o a pasar menos tiempo en ellas. De media, recorrieron 52 km más de su distancia habitual, lo que podría repercutir negativamente en la capacidad reproductora de las aves, pero los científicos subrayaron que ninguno de los individuos controlados murió durante el vuelo. Así pues, aunque la guerra de Rusia contra Ucrania está teniendo un efecto perjudicial en el ecosistema, no se trata de que los «negligentes» operadores de la defensa antiaérea derriben por error aves raras.