Los expertos registraron sólo un caso de uso de minas antipersona por parte de Ucrania contra los ocupantes rusos, y este caso se está investigando a fondo bajo la rigurosa supervisión de la comunidad internacional. Al mismo tiempo, Rusia hace un uso generalizado de armas prohibidas contra la población civil de Ucrania, que sólo en 2022 causó 608 muertos por minas rusas.
“Ucrania ignora las normas del derecho internacional humanitario”, así, los medios rusos reaccionaron a la publicación del nuevo informe de Landmine Monitor 2023, que aborda el empleo de minas antipersona en el mundo. Ignorando cientos de casos documentados de uso de minas prohibidas por parte de Rusia en Ucrania, los medios pro-Kremlin se centraron en un caso en el que las Fuerzas Armadas ucranianas dispararon minas contra objetivos militares rusos en el entonces ocupado Izyum. Haciendo referencia a este caso singular, los medios de comunicación rusos anunciaron que Ucrania “viola masivamente las normas internacionales” y “utiliza métodos de guerra prohibidos”.
Captura de mantilla de russian.rt.com: “El régimen de Kyiv no descarta recurrir a métodos prohibidos según avance el conflicto, parlamentario de la Duma”
El reciente informe Landmine Monitor 2023, elaborado por expertos independientes de distintos países, se presentó en la ONU el 14 de noviembre de 2023. Los analistas que trabajaron en el documento informaron de que Ucrania había iniciado una investigación sobre el caso en el que las fuerzas armadas «utilizaron minas antipersona en la ciudad de Izyum y sus alrededores en 2022, cuando la ciudad estaba bajo control ruso». Se señala que Ucrania utilizó entonces estas minas contra objetivos militares rusos, pero como consecuencia de ello resultaron heridos civiles. El documento señala que Bélgica, Canadá, Países Bajos y Reino Unido apoyaron la intención de Ucrania de proporcionar actualizaciones periódicas a la comunidad internacional.
En lo que a Ucrania se refiere, este es un caso aislado, mientras que los expertos internacionales han registrado cientos de incidentes de uso generalizado de armas prohibidas en Ucrania por parte de los ocupantes rusos. El informe comunica que Rusia, probablemente con la ayuda de la Bielorrusia vecina, utiliza ampliamente minas antipersona en Ucrania. Esto ha dado lugar a una situación sin precedentes, cuando un país que no forma parte del Tratado de Prohibición de Minas utiliza este tipo de armas en el territorio de un país miembro, señala el documento (págs 8-14).
Los expertos informan de que Rusia ha contaminado seriamente el territorio ucraniano con minas terrestres y explosivos ya en 2014, pero la situación se agravó después de la invasión a gran escala. Según el informe, en 2022, en Ucrania se multiplicó por diez el número de víctimas de minas antipersona en comparación con el año anterior a la invasión rusa a gran escala. Actualmente, Ucrania ocupa el segundo lugar en el mundo como país con más víctimas por las minas: Rusia asesinó a 608 ucranianos con las minas antipersona. Y estos son datos sólo para 2022, aún no se ha publicado información sobre las víctimas del año en curso, 2023. La actual guerra rusa empeora la situación, y los territorios minados por los ocupantes se amplían.
Según el informe, las minas terrestres fueron registradas en 11 de las 27 regiones de Ucrania: en la de Chernigiv, Dnipró, Donetsk, Járkiv, Jersón, Kyiv, Lugansk, Mykolayiv, Odesa, Sumy y en la de Zaporiyia. Desde febrero de 2022, las tropas rusas emplearon al menos 13 tipos de minas antipersona en Ucrania. Al mismo tiempo, las marcas de algunas de las minas utilizadas por Rusia en Ucrania en 2022-2023 indican que fueron fabricadas recientemente, en 2021 (págs 8-14).
Ante esto, Rusia no reacciona a los llamamientos de la comunidad internacional para que deje de recurrir a métodos de guerra prohibidos. Sin embargo, los propagandistas han decidido «olvidarse» de todos estos hechos confirmados del uso generalizado de armas prohibidas por parte de los ocupantes rusos, y en su lugar acusan a Ucrania de cometer «crímenes de guerra».
Lea la refutación de la narrativa rusa similar de que la ONU había reconocido que las Fuerzas Armadas de Ucrania son criminales de guerra.