De hecho, Rusia ha estado preparando una base de información sobre un supuesto «ataque» de Ucrania a la república autoproclamada de Transnistria (el territorio de Moldavia) desde el año pasado. Después de una serie de explosiones en Transnistria que estallaron por primera vez el 25 de abril, la propaganda rusa y sus títeres de Tiraspol inmediatamente culparon a Ucrania y a los «curadores» de los Estados Unidos. Tanto Chisinau como Kyiv niegan de manera oficial las acusaciones. Además, los informes de los medios pro-Kremlin indican que la preparación de apoyo informativo para las provocaciones comenzó el año pasado.
Docenas de recursos de propaganda rusa han informado que Ucrania supuestamente atacó Transnistria. En particular, Semen Pegov,Tsargrad, Vesti.ru y Zvezda escribieron al respecto.
El líder del territorio no reconocido, Vadim Krasnoselsky, hizo una declaración en la cual culpó a Ucrania de los ataques, supuestamente con el fin de meter a Transnistria en el conflicto armado. Tras el incidente los medios locales revelaron el lugar y las fotos de los tubos de lanzagranadas. Allí se ven los modelos RPG-22 y RPG-27. Los canales de Telegram anónimos empezaron difundir mensajes de que este armamento fue traído desde Ucrania ya que los lanzacohetes fueron diseñados en la Unión Soviética.
En un comentario a StopFake, el portavoz de la Administración Militar Regional de Odesa, Sergii Bratchuk, explicó que Ucrania no tiene tales lanzagranadas. En particular, según él, el RPG-27 Tavolga se usa en Rusia, Transnistria, Jordania y Gabón.
Sobre el incidente también hizo una declaración la presidenta de Moldavia, Maia Sandu. Ella dijo que, según sus fuentes, detrás de estos eventos hay fuerzas de la propia Transnistria.Hay que mencionar que la narrativa de la propaganda rusa de que habrá una escalada del conflicto de Transnistria (Moldavia) fue promovida desde el fin del año pasado. Claro que aun en ese entonces empezaron a culpar a Ucrania y a EE.UU. También los “expertos” locales de Transnistria, conectados con el Kremlin, afirman que los países de Occidente son responsables de las provocaciones, ya que la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa ha identificado a Transnistria como un territorio ocupado por Rusia.
En el Departamento de Inteligencia de Ucrania también están seguros de que las provocaciones están planeadas y de que su objetivo es involucrar a Transnistria en la guerra contra Ucrania. Según su información, las explosiones fueron planeadas por los líderes de Tiraspol, como lo demuestra un documento publicado el 22 de abril, que establece la necesidad de preparar un «punto protegido de defensa civil de la ciudad» y su creación urgente en caso de ausencia.
Además, la propaganda rusa hizo un acento a la retórica antirrumana, ya que la última es bien popular entre la población de Transnistria. Por lo tanto, empezaron a promover los mensajes de una supuesta amenaza por parte de Rumania a través de la mensajería Telegram. Por ejemplo, difundieron un vídeo con un convoy de tanques que supuestamente se movían desde Rumania a Moldavia. Sin embargo, como informó el medio Newsmaker, el Ministerio de Defensa de Rumania había negado tales acusaciones. Pese a esto, los medios pro-Kremlin siguen con la narrativa de que Kyiv quiere ocupar Tiraspol, mientras Bucarest tiene planes con Chisináu.
Mientras tanto, en el contexto de este velo de información, ha comenzado una militarización real en Transnistria.